Una laguna contaminada de barrio La Ribera se convirtió en un «auténtico Riachuelo», en Roca
Vecinos frentistas al colector contaminado exigen el tratamiento, saneamiento y una pronta entubación de la "lagunita" del barrio La Ribera.
A partir de la denuncia de varios vecinos de la zona costera de Roca, se pudo constatar las consecuencias de la formación de basureros clandestinos sobre vertientes de agua, lo que terminó transformándose en una verdadera laguna plagada de contaminación. El denominado «colector de la costa», es uno de los canales más afectados por la continua imprudencia de los vecinos de la ciudad.
El barrio la Ribera es uno de los sitios donde, la basura arrojada en lugares no habilitados, se ha convertido en una problemática de larga data en la zona costera de Roca.
A raíz de los reclamos vecinales, este medio se acercó para poder comprobar el impacto de la contaminación que existe por el vertido de residuos sólidos, cloacales y domésticos sobre los cursos de agua, los cuales han provocado inundaciones y desbordes en los pozos ciegos.
Este sector se encuentra a 300 metros del centro comunitario de La Ribera, al oeste de la calle Primeros Pobladores, donde las calles todavía se encuentran sin su correspondiente nomenclatura y los vecinos las identifican como calle 2334 y 3263.
«Hace mas de 25 años que vivo acá y el problema de la laguna existió siempre en el barrio. Se ha contaminado tanto que, muchos vecinos arrojan basura y porque pusieron sus caños para que los desagotes de las viviendas terminen ahí. Además, el regador viene y tira todo el agua que le sobra. Se ha convertido en un verdadero riachuelo«, comentó Ramona, una vecina de barrio La Ribera.
Entre los residuos que se pueden divisar a simple vista se encuentran bolsas, plásticos, botellas, ramas, escombros, artefactos en desuso, animales muertos y hasta residuos cloacales.
Ramona comentó que el año pasado, producto de los temporales, sufrieron graves inundaciones que provocaron evacuaciones de emergencia. Aún así, detalló que ninguna autoridad solucionó la problemática y los mismos vecinos tomaron la decisión de contratar camiones para rellenar con piedras, en el afán de producir «represas» que impidan los desbordes hacia los hogares.
Con las últimas lluvias y fuertes vientos que azotaron en la Región, los damnificados aseguraron que la situación ha empeorado. Producto de esos rellenos que se produjeron en el algunos sectores de la «lagunita», el agua ha cambiado su curso y se desarrolló una especie de embudo, que obstruye el drenaje.
«En la municipalidad de Roca te dicen que es responsabilidad del Consorcio de Riego y desde ese lugar, te manifiestan que es responsabilidad municipal. Estamos cansados de que nos encajonen las notas«, declaró la vecina, quien convive con el punto de contaminación a metros del frente de su casa.
Por otra parte, desde el DPA aseguraron no estar anoticiados de ese foco de contaminación -por parte del área de Medio Ambiente del municipio de Roca- y explicaron que la situación de «basureros clandestinos» en Roca, se han multiplicado en distintos sectores de la ciudad.
El colector de la costa es un viejo brazo del Río Negro, donde se descarga parte del sistema de riego y aguas pluviales de Roca. Lo que explicaron desde el DPA es que, este acueducto se cruza con el colector P4, proveniente de la Defensa de J. J. Gómez y de Guerrico, paralelo al canal principal de riego. Por lo cual, su curso comprende varios kilómetros de extensión.
«El problema existe desde los años en que ingresó Carlos Soria a la intendencia. El año pasado, tuvimos que evacuar nuestras casas por las inundaciones que se produjeron. Se rebalsaron pozos ciegos, siempre hay animales muertos, ruedas, troncos atravesados«, comentó Rodrigo Caniumilla, otro vecino afectado por la contaminación.
Según comentó el vecino, la última vez que presenció una limpieza integral fue durante la gestión municipal de Ricardo Sarandría. Además, aclaró que en la década del 2000, existieron promesas del gobierno provincial para entubar la laguna y jamás sucedió.
Otro de los recuerdos que manifestó Caniumilla fue que, a finales la década del 80′ y principios de los 90′, la situación era muy distinta a la que viven actualmente. Describió que esa zona estaba limpia, el agua fluía con normalidad y que los chicos del barrio lo solían usar de balneario durante los veranos.
«Hoy estamos viviendo y sufriendo las consecuencias del agua sucia. Los vecinos tiran residuos cloacales en una laguna que tenía como función regar las chacras. Si no se limpia, en cada temporal fuerte, los vecinos vamos a terminar todos inundados con aguas contaminadas y animales muertos en las puertas de nuestras casas», concluyó el vecino.
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