La comunidad de Villa Pehuenia tendrá un anfiteatro 26-06-03

Por amor al arte, un hombre lleva adelante el sueño de muchos

VILLA PEHUENIA (AZ).-En tiempos donde los gestos solidarios escasean tanto como el agua en el desierto, un artista empezó a construir el sueño de su vida en plena cordillera neuquina. Lejos de los grandes centros marketineros, donde el proyecto hubiera tenido otro brillo, Jorge Albarracín puso manos a la obra para edificar un anfiteatro abierto a la comunidad. Sin apoyo oficial y con el solitario objetivo de promover el desarrollo cultural basado en las raíces argentinas, este emprendedor empezó a transformar su idea en realidad.

De a poco, las dos hectáreas del predio «Las Chaquiras» se van convirtiendo en lo que pronto será el centro cultural de puertas abiertas que tendrá reservado un espacio grande para el desarrollo del arte mapuche.

«Quiero devolver algo de lo que este país me dio y la mejor manera es ofrecer un espacio dedicado a la cultura» cuenta Jorge. Nacido en Buenos Aires, se radicó junto a su familia en Villa Pehuenia el año pasado.

Enamorado del azul cristalino de lago Aluminé y los interminables bosques de araucarias que tapizan las laderas de la montaña, decidió iniciar la construcción de un anfiteatro al que planea convertir en el centro de toda la actividad cultural en la región.

«La idea es abrir el juego a las comunidades mapuches, mostrar sus artesanías y una cultura tan rica como sorprendente» aseguró.

Líder natural y director del grupo de teatro «Sabandijas Creativos», Albarracín recorrió el país presentando obras infantiles con un fuerte sentido nacionalista. «Es necesario rescatar nuestras raíces» sostiene.

Una de sus creaciones, «Criollitos» basada sobre textos de Atahualpa Yupanqui, hizo furor en numerosos escenarios argentinos. Con una recreación de corte netamente yupanquiano donde se cuentan, cantan y bailan los secretos de los misterios que de Don Ata viviera tan apasionadamente, la pieza cosechó elogios al por mayor.

Zambas, vidalas y malambos componen parte de la historia cotidiana de Jorge Albarracín y sus músicos. La identificación del autor con Yupanqui nació como un legado familiar que le transmitió su padre. «Cuando murió empecé a leer libros de su biblioteca hasta que un día encontré uno de Yupanqui con una nota que decía: por fin te acercaste a la buena lectura, y desde ese momento, trato de hacer lo mismo con las nuevas generaciones», reveló.

«Es un poco de lo que queremos traer a Villa Pehuenia, transmitir toda esa energía con los chicos de esta zona sería una experiencia enriquecedora» explica.

Lo cierto es que, más allá del duro invierno que acaba de empezar, la obra del anfiteatro sigue avanzando a pie firme. El objetivo es finalizar los trabajos para diciembre donde se realizaría la inauguración oficial El «Anfiteatro Patagónico Las Chaquiras», tal como se denomina el emprendimiento que Albarracín puso a disposición de la comunidad, tendrá capacidad para 500 personas y será una ventana privilegiada al lago.

«La idea es servir de nexo hacia las próximas generaciones para que descubran el amor por nuestra identidad nacional» concluyó el artista.


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