La dura travesía para atender a don Virgilio en Ñorquinco

Un médico, una trabajadora social y un chofer del hospital debieron sortear medio metro de nieve y el tremendo frío reinante para asistir al hombre de 80 años, hipoacúsico y con poca visión, que vive solo en un campo de la Región Sur.

“Teníamos que llegar como sea hasta la casa de este abuelo a llevarle sus medicamentos y ver como estaba”, detallo Juan Montes, quien se desempeña como médico generalista en el hospital rural de Ñorquinco y el miércoles tuvo que afrontar el difícil desafío de recorrer los 25 kilómetros que separan a esta localidad del sur rionegrina con el campo de don Virgilio Millatrú, ubicado en la zona de Fita Miche, en cercanías del Paralelo 42.

La nieve y el intenso frío que azotan desde hace una semana a gran parte del centro oeste de la provincia, no dan tregua.

En la zona de Ñorquinco, en algunas zonas la nieve supera los 50 centímetros de altura y el frío cala hasta los huesos.

Don Virgilio Millatrú, es un abuelo de 80 años que padece hipoacusia y ha perdido gran parte de la visión. Vive solo en una precaria vivienda, sin agua potable y sin luz eléctrica y se calefacciona con una vieja salamandra a leña.

A pesar de su edad y sus problemas de salud, se resiste a abandonar el campo, donde tiene unas pocas cabras y algunos caballos. El hombre es una de las personas que viven en la amplia zona rural y que generan una atención permanente desde el municipio y desde el hospital.

El pasado miércoles Montes, junto a la Trabajadora Social Irene Lamuniere partieron hacia el campo de Millatrú alrededor de las 11:30 en la ambulancia 4×4 del hospital de Ñorquinco, conducida por el chofer Ulises Parodi.

La nieve, el hielo y el viento, fueron obstáculos muy difíciles de sortear. En tres oportunidades tuvieron que palear la nieve para poder desencajar el rodado que no podía avanzar. En partes, la altura de la nieve congelada superaba los 50 centímetros y la pick up quedaba literalmente “colgada”, con sus cuatro ruedas sin poder traicionar.

Montes nació en Perito Moreno, un paraje ubicado entre Pilcaniyeu y Bariloche, y trabaja desde hace poco más de dos años en el centro de salud de Ñorquinco.

Conocedor de la zona, sabe que el invierno en la Región Sur es frío y con nieve y no son obstáculos cuando se trata de una urgencia. “Sabíamos que estaba feo porque ha estado nevando muchos y también ha hecho mucho frío. Pero teníamos que llegar como sea hasta la casa de don Virgilio. El no quiere abandonar el campo y necesitábamos saber cómo estaba. Teníamos que llevarle medicamentos y aprovechamos para llevarle pilas para que pueda escuchar la radio y algo de leña. También agua, porque la aguada desde donde se provee está un poco lejos de su casa y además ahora está congelada. Por suerte, lo encontramos bien…” afirmó y agrego que a diario el hombre recorre el campo para verificar el estado y la ubicación de sus animales, más aún en esta época donde la nieve y el viento los desorientan.

“Estaba un poco preocupado porque anduvo recorriendo el campo y se le habían perdido algunos animales. Pero saber que la gente está bien, a nosotros nos deja tranquilos y para ellos, que vayamos a visitarlo es, de algunas manera, sentirse acompañados” concluyó.

“Teníamos que llegar como sea hasta la casa de don Virgilio. Él no quiere abandonar el campo y necesitábamos saber cómo estaba”.

Juan Montes, médico generalista en el hospital rural de Ñorquinco.

Un viaje de 25 kilómetros que duró casi tres horas

Un nosocomio que cubre una gran zona

El hospital de Ñorquinco cuenta con tres médicos generalistas y una trabajadora social, entre otros profesionales, que dos veces a la semana tienen programadas salidas a la zona rural para realizar atención primaria.

A este cronograma se le suman salidas “extras” como las del miércoles para visitar a algunas personas en condición de riesgo.

Montes agregó que antes del invierno, como medida preventiva, se trasladan a los adultos y las mujeres embarazadas al pueblo.

Datos

“Teníamos que llegar como sea hasta la casa de don Virgilio. Él no quiere abandonar el campo y necesitábamos saber cómo estaba”.
La geografía y la inmensidad de la Región Sur, la hacen una zona muy difícil de recorrer. Más aún en esta época del año, donde la nieve, el hielo y el intenso frío, se suman a las pésimas condiciones de los caminos vecinales y algunas rutas, obstáculos que deben sortear los conductores en forma permanente.
El miércoles, la ambulancia del hospital de Ñorquinco partió a las 11:30 hacia la casa de don Virgilio Millatrú. Los 25 kilómetros que separan ambos puntos, demandaron casi tres horas de viaje. En tres oportunidades, la pick up 4×4 se quedó encajada en la nieve y obligo a sus ocupantes a palear para despejar el camino y continuar viaje.
Llegaron hasta unos 5 kilómetros antes de la vivienda y el último tramo tuvieron que realizarlo a pie, cargando la leña, los medicamentos y el resto de las cosas que le llevaban a don Virgilio.

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