La electricidad

Río Cuarto

“Nada se destruye, todo se transforma”. Eso lo dijo alguien que había observado detenidamente lo que sucedía. Con seguridad, no era político. Pero, ahora ya jubilados, nosotros también contemplamos las cosas y sacamos conclusiones. Dado que no tenemos elementos para probar lo que hemos razonado, solo preguntamos. Lo hemos hecho por Internet, pero no obtenemos lo que queremos. La pregunta es: ¿adónde va la energía y luz usada?


De lugares tan remotos como la Patagonia o el lejano norte, máquinas generan electricidad. Enviada por cables nos llega a casa, donde la usamos para iluminarnos, mover el lavarropas, escuchar la radio y ver TV. También llega a las fábricas donde mueve a los robots, ilumina los galpones y hace funcionar las computadoras. Casi todo funciona con esa vital energía. ¿Qué haríamos sin luz? Entonces decimos, si nos gastamos lo que viene, ¿dónde va lo que hemos gastado?


La electricidad funciona con dos polos; positivo y negativo. El primero nos trae la luz y el otro ¿se la lleva? ¿Y lo que hemos usado? Bueno alguien sabrá la respuesta. Y ahí nos surge una pregunta:los pensamientos y sueños ¿dónde van? Tenemos dos tipos de estos últimos, cuando estamos despiertos, son deseos y cuando dormimos son… ¿qué? Estos no los controlamos y entonces decimos que hemos tenido pesadillas si son feas.

Los sueños “despiertos” son resultado de razonamientos. Pero ¿dónde los archivamos? Tal vez por eso cuando somos grandes, engordamos. Falso, nos llenamos de pensamientos, deseos, sueños y pesadillas. ¿Y las que no caben, quedan tiradas por ahí? Seguro que alguien se las lleva.


Sebastián P. Decarlo
DNI 6342221


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