La energía vale más en el comercio de Neuquén y los hogares de Bariloche

Las cuatro grandes distribuidoras de la región mantienen precios para nada homogéneos, aunque la estructura tarifaria se empieza a parecer.

No se puede elegir la región donde vivir en función del precio de la electricidad ni la provincia donde abrir un comercio por la tarifa de los servicios públicos, pero si tal cosa pudiera intentarse habría que vivir en la ciudad de Neuquén y poner un negocio en el área de Río Negro que atiende Edersa. Claro que las tarifas son dinámicas, más en un distrito que en otro, y en cuestión de meses las ventajas pueden ubicarse del otro lado de los límites de las concesiones.

Los precios de los servicios públicos no son uniformes en Argentina porque las áreas de concesión son provinciales y municipales e incluso barriales, como ocurre con el agua en el oeste de Bariloche.

En el caso de la electricidad el único componente común a todos es el costo de abastecimiento, que está compuesto por la generación y el transporte, que conforman un valor que debería trasladarse directamente a los usuarios finales, en un mecanismo que en la jerga se denomina “pass throught”.

Otro componente son los impuestos nacionales y provinciales, y las tasas municipales, que tienen grandes variaciones, según la jurisdicción. En los sitios donde funcionan cooperativas (CALF en Neuquén y CEB en Bariloche son las más grandes, pero hay otras en Río Colorado, Cutral Co, Zapala, Plottier) se cobran además aportes societarios, que, según la época, suelen ser más o menos importantes y encarecen el precio final de la electricidad.

El tercer gran componente es el que termina haciendo la diferencia: se llama valor agregado de distribución, le llaman VAD y es la porción que le corresponde a cada empresa o ente estatal que presta el servicio minorista, el que llega hasta cada medidor.

No hay un criterio común y en Río Negro y Neuquén las tarifas las establecen organismos de naturaleza diferente:

Edersa. Tiene regulación de un ente provincial. Su área de concesión es todo Río Negro, menos Bariloche y Río Colorado. Está en análisis la tarifa para el próximo quinquenio. Frente a la falta de actualización de su VAD, sus accionistas, el Grupo Neuss, decidieron dejar de pagar una parte de la energía que compra. En la empresa dijeron varias neces que la deuda, que es de 9.500 millones de pesos, está calzada con lo que se le debe por atraso tarifario.

CEB. Tiene la misma regulación que Edersa. Por cumplir en el pago de la energía que compra, aun sin aumento de una tarifa que no es baja, recibirá beneficios nacionales para inversiones, entre ellas un descuento en la compra de energía mayorista.

CALF. Abastece la ciudad de Neuquén. Viene de un largo proceso de regularización del contrato de concesión y camina hacia una revisión tarifaria, que todo indica que estará a cargo de una consultora, a falta de ente regulador. Los precios de transición no son muy altos para los hogares (los consumos más bajos sí lo sintieron), pero en el caso de los comercios hubo cierta disparada debido a un acomodamiento de los rangos tarifarios. Cobra un aporte cooperativo.

EPEN. Atiende todas las ciudades y áreas rurales de Neuquén donde no funcionan cooperativas. Su tarifa se define por una resolución ministerial y en general no tiene problemas financieros.

Precios

Tradicionalmente, las dos cooperativas grandes de la región (CALF en Neuquén y CEB en Bariloche) han tenido precios por encima del resto y hasta la posibilidad de crear nuevas imputaciones dentro de la factura de electricidad, sin que nadie se lo impidiese.

Edersa es la que más ha tenido que ajustarse a lo que en el mundo de la regulación de servicios públicos se denomina “empresa ideal”: se establece la dotación de personal necesaria para atender el servicio, el costo de los repuestos y las provisiones, además de otros gastos propios de la prestación; sobre la base de ese cálculo se estima una tarifa que cubra las previsiones y otorgue determinada rentabilidad.

Precio y volúmenes

$ 2.728 por MWh es el precio
mayorista que se traslada a las facturas, aunque el costo medio es de 7.698 pesos.
312 GWh
consumieron las provincias de Neuquén y RíoNegro en septiembre de este año, levemente más que en el mismo mes de 2020.

Mayorista

Todas tienen el mismo componente del costo de abastecimiento (el precio mayorista de la electricidad), que no ha parado de crecer en los últimos años, pero desde que se congeló el traslado a la tarifa se cubre con más subsidios nacionales.

Desde enero de 2020 hasta ahora el costo de la energía mayorista subió un 90% (de 4.068 pesos el MWh a 7.700), pero el precio que se traslada apenas se movió (de 2.200 a 2.700 pesos el MWh), a diferencia del período de gobierno de Mauricio Macri, cuya política de reducción de subvenciones se basaba en el traslado de la mayor parte posible del costo a los precios, aunque nunca llegaron a tener un equilibrio que permita evitar los aportes del Tesoro.

No todos los consumos tienen las mismas tarifas. Foto: Chino Leiva

“El nivel tarifario actual a nivel de distribución de energía eléctrica en la jurisdicción Río Negro es insuficiente producto de la desestabilización de las variables macroeconómicas que se ha suscitado desde el año 2019, tanto por el descalce de precios -en pesos y en dólares- de insumos y bienes corrientes, como el crecimiento de los costos operativos -mano de obra- producto de la incontinencia de la inflación; asimismo los efectos pandémicos han incluido una variable extra contractual como es la limitación de las herramientas de cobro, importando en algunos casos el crecimiento de la no cobrabilidad a valores superiores al 40%”, le dijo a Río Negro el gerente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche (CEB), Federico Lutz.

“Claro está que la condición política impuesta para sostener la paz social y acompañar la economía familiar, comercial e industrial ha jugado un rol”, aclaró. Esta decisión representó, según Lutz, “una transferencia de recursos de las distribuidoras a los usuarios como variable de ajuste”.

Los principales resentimientos son pasivos ocultos en materia de inversiones y mantenimiento predictivo; a la larga la insuficiencia tarifaria se paga”, advirtió.

Y recomendó analizar otros aspectos del servicio antes que los precios: “conceptualmente los servicios públicos funcionan mejor cuando el control se centra en calidad, robustez y expansión, que cuando se centran en el valor tarifario”.

“Todas las encuestas sectoriales indican que la representación del costo de la energía eléctrica, en todos sus niveles, residencial, comercial e industrial, está por debajo de la media de la región, y mucho más por debajo de la media mundial”, sostuvo.

Se trata -dijo- de un dato importante, “dado que el sector debe permanecer como atractivo para las inversiones en eficiencia y sustentabilidad; la limitación tarifaria por debajo de los costos solo es admisible temporalmente”.


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