La familia de Muñoz volvió a las calles con su reclamo de Justicia

Javier, el hermano del policía asesinado en Bariloche encabezó la protesta frente a la Regional Tercera a 3 años de la muerte del joven.

Alicia Ocares, la madre de Lucas Muñoz, junto a su esposo siguen reclamando justicia. Foto: archivo

Javier Muñoz regresó el viernes a Bariloche, junto a sus padres y sus hermanas, para reclamar justicia a tres años del asesinato de su hermano, el Policía Lucas Muñoz.

Volvió a caminar por las calles de esta ciudad. Esta vez un puñado de amigos y familiares los acompañaron hasta el Centro Cívico. La protesta estuvo frente al edificio de la Unidad Regional Tercera, como para recordarles a los jefes policiales que en esta ciudad mataron a un policía.

Lucas desapareció el 14 de julio de 2016, cuando se dirigía a trabajar a la comisaría 42 del barrio 2 de Abril de Bariloche. Estuvo desaparecido hasta que hallaron el 10 de agosto su cadáver. Fue ejecutado de un tiro en la nuca con su arma reglamentaria.

La investigación, a cargo del fiscal Martín Govetto, no pudo aún determinar quién o quiénes fueron los homicidas. Tampoco donde estuvo oculto o secuestrado durante los días que estuvo desaparecido. Mucho menos el motivo del crimen.

“Es muy emotivo recordar que justo para esta fecha estaban matando a Lucas y lo dejaban en el lugar donde lo encontraron”, explicó a «Río Negro» Javier.

“Transitar las calles de Bariloche es conmovedor porque uno piensa que por esas calles caminó Lucas. Se mueve todo, es recordar”, expresó, tras un hondo suspiro.

“Es doloroso pensar que estamos pidiendo justicia y a la vez que ya no tenemos un integrante de la familia”, afirmó.

“Más allá de los recurdos, la realidad es mucho más dolorosa porque no encontramos ningún avance en la investigación”, sostuvo.

“El 14 de julio y el 10 de agosto son fechas muy difíciles para nosotros”, reiteró Benjamín Muñoz, el padre de Lucas y Javier. “Remueven toda la memoria”, añadió.

“Pero tenemos que seguir en la lucha hasta que encontremos respuesta”, explicó.

La fe está intacta y la esperanza nunca se pierde y tenemos la misma fuerza para seguir luchando”, afirmó el padre.

Lamentó que la investigación no muestre “ningún avance”. “No hay caso, no se rompe el pacto de silencio”, sostuvo. Pero aseguró que hasta no saber la verdad no dejarán de luchar.

“Nos sentimos solos”, aseguró Javier. Agradeció el apoyo de un puñado de amigos y familiares. Consideró que la falta de respaldo es porque “hay miedo todavía”. “No quieren exponerse”, opinó.

Y señaló que 3 años después del crimen de su hermano, “el pacto de silencio no se ha podido ni siquiera resquebrajar”.

“Nunca la Policía como institución ni el Ministerio de Seguridad se acercó a la familia”, afirmó. Y respecto a la causa penal en trámite hace 3 años, opinó: “No hay crímenes perfectos, sino investigaciones imperfectas y acá pasó eso. No se hicieron bien las cosas desde el principio”.

“Pero no podemos quedarnos con eso. Lamentablemente, las pocas cosas que se hicieron al principio se hicieron mal”, sostuvo. “El peor enemigo que tenemos es el tiempo, pero las esperanzas siempre van a seguir. Esa respuesta que no nos dieron, la tenemos que buscar nosotros”, afirmó Javier.


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