La goleada del filme “Metegol”, una inversión de más de 20 millones de dólares

La necesidad de llegar a mercados extranjeros y las posibilidades de hacerlo, explicadas por Juan José Campanella. Si todo sale como previó, tiene la intención de armar una productora de animación con continuidad en la Argentina.

De los 300 largometrajes estrenados en el país el año pasado, 132 fueron argentinos, subsidiados con recursos provenientes de impuestos al propio quehacer. Ésta es una de las responsabilidades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), denominación que reemplazó a la del Instituto Nacional de Cinematografía (INC) original, creado al promulgarse la ley de cine en 1957. Posteriormente, en el 2009, se aprobó la nueva ley de servicios audiovisuales, publicitada como “una experiencia inédita en el mundo”. “Soy un defensor del sistema de subsidios”, afirmó Juan José Campanella (“El mismo amor, la misma lluvia”; “El hijo de la novia”; “Luna de Avellaneda”; “El secreto de tus ojos” y recientemente “Metegol”), quien preside la Academia Nacional de Cine. “El tema no es ‘salud o cine’ –añadió el ganador del Oscar por “El secreto…–; el financiamiento no proviene de los impuestos generales, sino de las ventas de entradas y un canon que paga la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, Afsca (ex-Comité Federal de Radio y Televisión, Comfer) por la publicidad de la televisión”. Insistió en que “no es plata que se saca a gastos más importantes” y en que “es muy virtuoso el sistema de apoyo al cine, algo que no hay que perder”, aunque planteó la conveniencia de suprimir los comités de calificación que deciden qué proyectos recibirán financiamiento o no. Liliana Mazure, titular del Incaa y candidata del oficialismo a diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires, es investigada en unas 15 causas judiciales por irregularidades cometidas en el otorgamiento de beneficios, incluso destinados a su propia productora. Los incrementos de los subsidios a la producción de películas nacionales fueron decididos por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (CFK) el 29 de agosto de 2012. Entonces ella anunció la publicitada creación del Polo de Desarrollo de la Industria Audiovisual en la isla Demarchi, al sur de Puerto Madero, en Buenos Aires. Tal vez el propósito fue “competir” con la ley de promoción sectorial aprobada por el gobierno porteño de Mauricio Macri, en septiembre del 2011. En la isla nada se hizo, pese a la licitación destinada a efectuar una preselección entre las empresas que presentaron proyectos el 7 de diciembre último. El Incaa es un organismo autárquico dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación que promueve filmes locales no comerciales en sus Espacios (como el antes alquilado y este año adquirido y remodelado “Gaumont”, de Buenos Aires); la digitalización de 150 salas, con renovaciones de pantallas y equipamientos para los sonidos y las proyecciones locales en el exterior. El año pasado asistieron a las menos de 800 salas del país casi 46 millones de espectadores, que contribuyeron a que la recaudación se aproximara a 1.292 millones de pesos (cantidad corregida con relación a una anterior de 1.260,2 millones), de la cual el 9% provino de películas nacionales. En el 2011 concurrieron casi 42 millones y los ingresos sumaron 963,6 millones (ver cuadro). Las películas animadas para niños constituyeron uno de los segmentos con mayor convocatoria de público. En el 2012 figuraron, entre las más taquilleras, “La era del hielo 4” (con 4,5 millones de entradas vendidas) y “Madagascar 3: los fugitivos” (2,9 millones) y en este 2013 “Monster university” y “Mi villano favorito 2”, todas norteamericanas. “Metegol” en 3D, dirigida por Campanella, es una coproducción argentino-española que requirió una inversión superior a los 20 millones de dólares y más de cinco años de trabajo de casi 400 artistas y técnicos. Es una adaptación muy libre del cuento “Memorias de un wing derecho”, escrito por Roberto Fontanarrosa en 1985. El guión pertenece a Campanella y Eduardo Sacheri (su novela “La pregunta de sus ojos” se transformó en el guión de “El secreto de sus ojos”, ganadora del Oscar). Entre quienes aportaron sus voces para los personajes estuvieron Fabián Gianola, Horacio Fontova, Pablo Rago, Coco Sily, Diego Ramos, Marcos Mundstock, Miguel Ángel Rodríguez y hasta Campanella. La animación fue supervisada por Sergio Pablos, creador de la historia de “Mi villano favorito”, mientras Calle 13, la banda de Puerto Rico, compuso e interpretó el tema “Me vieron cruzar”. Tecnologías de avanzada, como HP e Intel, contribuyeron a lograr una calidad comparable con las de producciones de los Estados Unidos. “Nos propusimos que ‘Metegol’ fuese la película más vista”, reveló Campanella, quien inmediatamente después del estreno no pudo recorrer muchos cines para conocer las reacciones del público, ya que estaba enfrascado en “Parque Lezama”, del norteamericano Herb Gardner (“I’m not Rappaport”, en el original), que tradujo, adaptó y permitió su iniciación en la dirección teatral, con Luis Brandoni y Eduardo Blanco, y que se presentó en el Liceo, de Buenos Aires, en agosto. De todas maneras, se enteró de que “la gente salía eufórica de las salas, gritaba los goles y aplaudía de pie al finalizar las exhibiciones”. Campanella enfatizó que “Metegol” gusta “a todo tipo de público, incluso a adultos que van sin niños a las funciones nocturnas”. Esto viene sucediendo en un mercado que jamás tuvo tanta competencia y “Metegol” –con 258 copias– superó a los animados extranjeros “Mi villano favorito 2”, “Monsters university” y “Turbo”. Como localmente sería imposible recuperar la inversión, por más éxito que se consiguiera, Campanella prevendió el filme a más de 50 países. “Si bien puede dar ganancia incluso sin los Estados Unidos, un buen estreno allí permitiría generar una productora de animación con continuidad en la Argentina”, aseveró. Él tiene la esperanza de que “Metegol” sea tenido en cuenta por la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood, cuyos 6.000 miembros seleccionan a los nominados para el Oscar, en este caso como “mejor largometraje animado”. Cuando “Metegol” –estrenada el 18 de julio pasado– se aproximaba aquí a los dos millones de espectadores (“Nazareno Cruz y el lobo”, de Leonardo Favio, es hasta ahora el filme argentino más visto, con 3,4 millones) avanza su distribución. En España se conocerá como “Futbolín”, el 20 de diciembre de este año, pero el viernes próximo será la primera película animada que inaugurará el 61º Festival Internacional de San Sebastián, fuera de concurso. En México se llamaría “Futbolito”; en Chile “Taca-taca” y en Venezuela, “Fútbol de mesa”. El título en los Estados Unidos sería “Football”. “Mis películas anteriores, a pesar de lo que parecían, no fueron demasiado caras –comentó Campanella–. Tuvieron los costos promedio de un filme nacional. No sé si haremos pronto ‘Metegol 2’, aunque secuelas como ‘Toy Story 2’ o ‘El padrino 2’ para mí fueron mejores que las versiones originales”. El gran desafío parecería ser que la curva descendente de público –habitual transcurrido un tiempo desde el estreno– sea lo menos pronunciada posible. Resultaron fundamentales los avisos en Telefé; los acuerdos con los “partners” (asociados) comerciales de productos infantiles, y la publicidad en los canales de cable para los más chicos, con la excepción de Disney Channel. A este último, Campanella acusó de rechazar los avisos de “Metegol” en sus tandas, situación que lo llevó a afirmar: “Que Disney nos tenga miedo, no tiene precio”. Las repercusiones del filme influyeron para que el juego se convirtiera en uno de los regalos más buscados en el reciente Día del Niño. Hubo de muchos tamaños y marcas: los más económicos, de plástico, costaban entre 250 y 1.000 pesos; los semiprofesionales más de 1.500, y los profesionales por encima de 3.000. Hasta que la empresa Estadio fabricó aquí el primer metegol de metal, en 1963, eran de madera. Se venden con las pecheras de los muñecos con los colores de cada equipo, elegidos por los compradores (las más requeridas son las de Boca y River). También se realizan metegoles con identificaciones de las empresas o de los productos a promocionar, para lo cual se colocan en la parte interna del juego, como sucede en las canchas. En los últimos años apareció el “metegol humano”, de la firma Metagol, que registra entre 15 y 20 alquileres mensuales, en su mayoría a organizaciones de eventos corporativos y sociales, y particulares. Noblex vende sus nuevas tablets, las oficiales de “Metegol”, con procesador de doble núcleo, originadas en China. Yuisy lanzó “Edición potreros”, el videojuego oficial de la película, en su versión PC digital, que en agosto costaba 39,99 pesos. Ovni Press presentó “el cómic oficial”, una revista con historias gráficas de los personajes de la película, incorporada como opción por este diario. Miguel Ángel Fuks – miguelangelfuks@yahoo.com.ar

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