La increíble Singapur
Este país del sudeste asiático reúne el exotismo étnico con las más futuristas obras urbanas en un clima tropical.
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Aquí, en uno de los centros financieros más importantes del planeta, el clima es cálido a lo largo del año y es frecuente que en un instante se cierre el cielo y diluvie por diez minutos para que luego vuelva el sol abrasador. Al caminar sus calles sentís que las cámaras de seguridad te siguen. Podés salir del subte y ver que te apuntan cinco teleobjetivos. Al principio es molesto y después te acostumbrás y entendés que así manejan el tema de la seguridad. Es un país donde las reglas se cumplen al pie de la letra. Y si las transgredís, te sale caro.
Es una de las ciudades-estado mas jóvenes y prósperas del mundo. Y se aprecia a cada paso: todo es nuevo, de última generación. Es al mismo tiempo capital de la República de Singapur, el país más pequeño del sudeste asiático, de 707 km² y 5.200.000 de habitantes. Con una densidad de población entre las más elevadas del planeta con 7.211 hab/km² –sólo superada por Mónaco– está enclavada al sur de la Península de Malasia, a dos grados del Ecuador, allí donde los tigres asiáticos hacen sentir su peso en la economía mundial.
Mientras seguís caminando, más cosas te llaman la atención. Por ejemplo, está prohibido consumir alimentos o bebidas en los medios de transporte y en las estaciones del subte. Ojo con las multas. Otra norma es cruzar las calles en el tiempo indicado, por la senda indicada. También está prohibido tirar basura en la vía pública.
Singapur creció como punto intermedio de la ruta comercial entre China y Europa. La gran envergadura de su puerto es la evidencia de su importancia. Y su posición internacional la llevó a convertirse en una ciudad integrada mayormente por extranjeros de los países vecinos. La diversidad étnica de la población es muy marcada: los chinos representan el 76,8%; los malayos, el 13,9%, los indios, el 7,9%, y el 1,4% restante proviene de diversos países, sobre todo occidentales (latinoamericanos y europeos). La ciudad se divide en sectores o “barrios” donde se han establecido las mayores etnias presentes.
Chinatown
No puede faltar el barrio chino, que toda ciudad debe tener.
Mas allá de los mercados de chucherías baratas, y negocios de comidas rápidas con platos característicos, el Chinatown cuenta con un área renovada que se convirtió en punto de encuentro para la élite singapurense.
En menos de cinco manzanas encontramos este oasis de viviendas recicladas con bares en su planta baja (lo más parecido a un Palermo Soho pero de muy buen nivel).
Es normal caminar por sus pequeñas veredas, entre Ferraris y Lamborghinis. Con un público joven es uno de los puntos nocturnos de la ciudad más selectos.
Little India
Es una pequeña parte de India en Singapur. Los edificios son coloridos, la gente gritona y el olor fuerte de la comida se siente hasta en los huesos.
Tal vez no sea la zona mas turística, pero es una buena experiencia para tener una sensación de la cultura india, si es que aún no visitaste India.
Es posible conocer verdaderos templos hindúes como el Sri Veeramakaliamman.
Los indios son por lo general muy buenos vendedores y es por ello que es dentro de Little India donde se encuentra el Mustafa Centre. Es un centro comercial abierto las 24 horas, los siete días se la semana, todo el año. Allí se puede conseguir todo lo que uno pueda imaginarse, desde las pastillas para la migraña hasta el botón de la camisa que se te perdió.
Orchard Road
Para los que van de compras, en Orchard Road encontrarán lo que deseen.
Las esquinas están plagadas de Louis Vuitton, Prada, Cartier, Chanel y las mejores marcas del mundo, así como también las mas accesibles como Zara y H&M.
Con centros comerciales del tamaño de una manzana a lo largo de más de 10 cuadras podremos pasar de un shopping a otro, haciendo “felices” a nuestras tarjetas de crédito.
Es una ciudad hecha para el consumo. La mayoría de los complejos de oficinas tiene sus dos primeros pisos ocupados por centros comerciales.
Debido al abrumador calor de la época en que fui, semanas atrás, era imprescindible caminar por dentro de los shoppings, y salir al exterior sólo para cruzar la calle y volver a entrar a otro… bendito sea el aire acondicionado.
Para los fanáticos de Starbucks, podrán empacharse de café. Cada edificio de oficinas, cada torre de departamentos, cada centro comercial, tiene un local adentro.
Sentosa Island
Un lugar para divertirse y olvidarse que uno está en Singapur (si es que eso es algo bueno) es ir a Sentosa Island.
La isla está ubicada frente a Singapur y se llega en menos de 15 minutos en subte.
Se trata de un lugar para la distensión o el entretenimiento… Cuenta con varias atracciones además, entre las que se destacan dos grandes parques de diversiones: el Sentosa Luge & Skyride y otro de los estudios Universal.
En Sentosa Island hay varias zonas comerciales y playas para disfrutar si el clima nos acompaña. Podemos alojarnos en el Hard-Rock Hotel, o en cualquiera de los varios hoteles temáticos de la isla.
Clark Quay
Para la noche, no hay lugar más cosmopolita que Clark Quay.
Es un complejo con bares representativos de cada país del mundo, situados muchos al aire libre y mirando hacia el río.
Un lugar para conocer a otros viajeros, y gente joven que sólo quiere divertirse un rato.
Downtown
Una miniatura de Manhattan, con rascacielos de los mayores bancos y financieras, con ejecutivos corriendo de un lugar a otro.
Cuenta además con centros culturales que vale la pena visitar, como los Teatros de la Bahía, el Centro de Convenciones de Singapur, o el Merlion Park. Este último es una visita obligada. Una escultura de 9 m de altura representa la verdadera identidad de Singapur, o mejor digo de Singapura (la ciudad del león).
Algo que nos va a llamar mucho la atención va a ser el Marina Bay Sands Hotel. Este complejo de tres esbeltas torres, unidas en la parte superior por un parque que vuela 50 metros del lateral del edificio, es uno de los proyectos inmobiliarios más importantes llevados a cabo en los últimos años para ubicar a Singapur dentro del mapa mundial.
Si el presupuesto no permite quedarse en el hotel 5 estrellas, podemos visitar su Skypark por un pequeño costo. Es recomendable averiguar en la boletería por las visitas guiadas, ya que son gratuitas, y permiten visitar ciertas partes del hotel accesibles al público, como la pileta con borde infinito en el piso 50, que es además la más alta y larga del mundo.
(Producción: Horacio Lara)
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