La preservación del ambiente como política de Estado

Sergio Bergman*

La innovación sustentable o eco-innovación permite desarrollar una mirada crítica para encontrar oportunidades ante los desafíos ambientales. Resulta imprescindible promover la consolidación de entornos de innovación que logren satisfacer simultáneamente los aspectos ambientales, sociales y económicos de una manera amplia y sistémica. Ha sido la clave de nuestra gestión de gobierno, desarrollar y hacer crecer una cultura innovadora y colaborativa para propiciar la implementación de nuevas tecnologías e impulsar la eficiencia en el uso de los recursos dentro del sector productivo, y a su vez, consolidar el consumo sustentable y las buenas prácticas cotidianas de la sociedad, incluido el propio Estado.


La consolidación de alianzas estratégicas entre el sector público, las Organizaciones de la Sociedad Civil, las instituciones técnicas, académicas y el sector privado permiten potenciar iniciativas y así re-significar los paradigmas de producción y consumo de recursos. En este contexto, las fuentes de energía son fundamentales para el desarrollo económico, pero el dilema surge cuando el calentamiento global reclama la promoción de alternativas provenientes de energías limpias.


A nivel mundial, el origen del calentamiento global se produce por la generación de energía, en un 80%. Su producción implica la quema de combustibles fósiles, con emisiones de partículas contaminantes al ambiente. Pensar en la diversificación de la matriz energética, permite cumplir con los compromisos internacionales asumidos en la 24° Sesión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP24) en Katowice, Polonia, donde ratificamos el Acuerdo de París.

A la vez, que anunciamos para la Argentina el desarrollo de un plan nacional de mitigación y adaptación al cambio climático, como objetivo primordial.
En estos años de trabajo, el ambiente se transformó en una política de Estado. Y nuestro desarrollo energético esta puesto en la promoción de proyectos solares y eólicos, con la expectativa de superan el 10% de producción energética.

Estamos realizando 68 parque eólicos.Para 2025 apuntamos a modificar la matriz energética nacional, y que el volumen de recursos renovables del sistema llegue al 20 %.


Los parques eólicos hoy se distribuyen a lo largo y ancho del país, en La Rioja, Buenos Aires, Chubut, recientemente en La Pampa y Santa Cruz, y próximamente en Neuquén. Mientras, en Jujuy ya está avanzando la instalación del parque solar más grande de Sudamérica, con 600 hectáreas, cuya producción alcanzará para triplicar la demanda que genera la provincia.


Esto demuestra la solidez y la consistencia de sentar bases de acciones institucionales de políticas públicas que nos trasciendan.
Actualmente nos encontramos realizando 68 parque eólicos, a partir del Programa RenovAr, estimando alcanzar la generación de aproximadamente 624,2 MW. Y, durante 2019, esperamos inaugurar al menos 2 parque eólicos por mes.


Esto es mucho más de lo que se hizo en los últimos 20 años, particularmente si consideramos que 3 años antes, la energía nacional obtenida de fuentes no contaminantes era inferior al 2% y hoy se prevé que, a este ritmo, podremos alcanzar el 12% de producción energética a partir de éste tipo de fuentes.


Para 2025 apuntamos a modificar la matriz energética nacional, y que el volumen de recursos renovables del sistema llegue al 20 %.
Esto es un verdadero cambio, que además permite el desarrollo económico y social de cada región generando más de 9000 puestos de trabajo en el sector industrial, y otros 3000 en los segmentos de operación y mantenimiento.
El reconocimiento se traduce en hechos, en 2018 ocupamos el quinto lugar en América, en la generación de energía eólica, que va de la mano con nuestro compromiso por el cambio climático a partir del cambio en la matriz energética.


Porque el cambio climático lleva a replantearnos varias cuestiones básicas como país, esto es, cómo hacemos lo que hacemos, cómo disponemos los recursos naturales, cómo consumimos y producimos.
Lo que nosotros venimos trabajando, a partir de que Argentina firma el Acuerdo de París, requiere una rápida migración y traducción en términos de economía y de mercado.


Es un hito, y es un gran paso de varios que queremos y tenemos que dar, para esto es fundamental que mantengamos el optimismo, el entusiasmo y el trabajo en pos de poder superar las consecuencias del cambio climático, para alcanzar compromisos de desarrollo sustentable que sean irreversibles.


Es parte de la contribución que podemos hacer cada uno de nosotros por el planeta que habitamos y por las futuras generaciones.

*Secretario de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable


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