La primera sidra vasca de Argentina se hace en Río Colorado

Después de probar con distintas variedades, eligieron la manzana Pink Lady como la ideal para lograr el blend que se elabora con una receta ancestral.

Atrás quedó el tiempo en que la sidra sólo se consumía durante las fiestas de fin de año, o en eventos especiales. Hoy, a las sidras naturales se las disfrutan en nuevas situaciones de consumo y ganan adeptos en su versión tirada.

En Río Colorado ya se produce la primera sidra vasca natural “Txapela” de la Argentina, con receta ancestral, y con identidad propia ya que se realiza sin agua, ni azúcar, ni gas, donde su materia prima es enteramente la manzana de Río Negro.

Río Colorado tiene historia dentro de la producción de sidra. Pero en el caso de la sidra vasca, la aventura nació hace tres años, cuando se conformó un equipo que unió a Xabier Aguirre (propietario de la marca), con Ainara Otaño.

Txapela significa boina vasca en Euskera. Foto: Jorge Tanos

Juntos formaron la empresa Patagonia Astigarraga SAS y, con la receta basada en la experiencia de varias generaciones familiares, se unieron a la Cooperativa de Comercialización y Transformación de Colonia Juliá y Echarren, donde elaboran y envasan sus sidras vascas que comercializan en forma directa vía internet y a través de una red de vinotecas.

Hubo varios ensayos con distintas variedades de manzanas antes de comprobar que la que reunía todos los requisitos era la “pink lady”. Fue con esta manzana que lograron un “blend” con un sabor especial.

La “Txapela” 100% de origen vasco tiene un desarrollo de dos fermentaciones (la alcohólica y la maloláctica), con un proceso que lleva entre 3 y 4 meses, que va desde el momento de la cosecha hasta su envasado.

“Una de las características de la sidra es que no transportamos el caldo desde la planta elaboradora a otra envasadora, sino que se envasa en el mismo lugar que se produce”, cuentan orgullosos los productores y se diferencian de los que hacen otras grandes marcas comerciales.

En camino

En este primer año se fabricaron 45.000 litros, y por los éxitos obtenidos en un corto recorrido proyectan duplicar la cantidad de litros. Es que la sidra vive por estos días una reivindicación. En los últimos años, la demanda fue en asenso: la sidra se consume y va reemplazando el vino o la cerveza. ç

La zona tiene una gran historia dentro de la producción de sidra. Foto Jorge Tanos

Aguirre asegura que esta nueva sidra se consume al nivel de un vino blanco, para la entrada, durante las comidas o el acompañamiento de algún postre, que permite brindar todo el año.

“Se buscó hacer una sidra natural con identidad argentina para lograr un producto auténtico y nos propusimos desarrollarla con técnicas vascas, con profesionales locales y manzanas de nuestra Patagonia. En la producción se debe cuidar en exceso la materia prima utilizada”, contó Xabier Aguirre, uno de los propietarios de Sidra Vasca Txapela.

Consumo de sidra: los puntos a favor

Argentina es el único país latinoamericano que integra el top ten en el ránking de consumo. El podio está conformado por el Reino Unido, Sudáfrica y Estados Unidos; España, con la tradición vasca ligada a esta bebida, ocupa el cuarto lugar.

El boom de la sidra se vincula a otra tendencia: el auge de lo craft, la elección cada vez más marcada de bebidas de baja graduación alcohólica y el mayor interés en productos autóctonos y naturales.

Los primeros tamberos vascos se caracterizaron por el uso de la boina vasca (Txapela en Euskera).

Ellos fueron los responsables de que en la Argentina se use la boina en los campos (principalmente ganaderos) con bastante regularidad.

No existe vasco sin boina y sin afición al ritual de la sidra, por eso en honor a aquellos inmigrantes vascos con boina, se eligió el nombre Txapela.

Txotx es una palabra en euskera que significa «palillo» y hace referencia al espiche con el que se cierra la barrica una vez concluída la degustación. Pero por extensión hoy la palabra indica el primer escanciado de sidra de la temporada.

Se le llama txotx a la acción de abrir el grifo de la kupela o tonel para servir la sidra en los vasos, donde los comensales se levantan al grito de txotx!, porque significa que la persona encargada de la bodega va a abrir una de los toneles.

Todos con vaso en mano, hacen la cola para ir poniendo el vaso bajo el grifo, uno tras otro, para que no se desperdicie ni una sola gota de sidra. Así hasta que el último de la cola.

Los números más dulces

90-120
días es lo que lleva el proceso para producir la sidra vasca desde la cosecha de la manzana hasta su envasado.
45 000
Litros de sidra elaboraron en el primer año de producción y piensan suplicar esta cifra.

– La Cooperativa de Comercialización y Transformación de Colonia Juliá y Echarren con medio siglo de vida, es la empresa por excelencia en la elaboración de extractos, jarabes y concentrados para la exportación, y está asentada en pleno corazón de la colonia frutícola.

– Desde hace algunos años se vinculó con la empresa europea Petritegi del País Vasco, para la elaboración de la sidra natural que tiene más de 5 generaciones.

– El producto se comercializa bajo la categoría denominada “tabernas de la sidra” o sidrerías a nivel nacional e internacional.

– Río Colorado cuenta con historia en la elaboración de sidra tradicionales. Justamente, en esta zona funciona el emprendimiento de la familia Kohler, quienes fueron uno de los fundadores de la sidrera Epark, que produjo la sidra Manzarrica, que elaboraba la materia prima y se enviaba afuera de la localidad para ser envasada.


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