La salud del río Colorado depende de una pelea entre Mendoza y La Pampa

El gobierno de La Pampa ya tomó la decisión de llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación con un amparo si es que Mendoza continúa con su intención de avanzar con la construcción de la represa Portezuelo del Viento, sin la aprobación del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco).

El secretario de Recursos Hídricos, Javier Schlegel, dijo que las autoridades mendocinas “deben considerar que hasta el momento la obra no fue aprobada por el Coirco, porque falta la documentación técnica necesaria para tomar esa decisión como el estudio de impacto ambiental y las normas de llenado y manejo de la presa”.

La alarma se encendió en el gobierno pampeano a partir de las publicaciones en medios de Mendoza donde se indica que el gobernador Alfredo Cornejo (Cambiemos) pretende licitar la obra, que fue anunciada hace más de una década, en octubre próximo.

La Pampa se resiste al megaproyecto hidroeléctrico Portezuelo del Viento porque se construirá sobre el río Grande y afectará la dinámica del río Colorado, quitándole caudal y afectando la salinidad.

El río Barrancas y el río Grande, que llega al 72 por ciento de aporte con agua de mejor calidad, son afluentes del Colorado.

Las autoridades locales creen que el gobierno mendocino luego insistirá con el trasvase del río Grande al Atuel, generando de esa forma la inutilización del río en la zona de la provincia de Buenos Aires, que también tiene potestad sobre el Colorado al igual que La Pampa, Neuquén y Río Negro, además de Mendoza.