La uva quiere llegar a los surtidores

toneladas

Mendoza busca diversificar el destino de su uva y, sobre todo, del mosto, ese subproducto para el cual se fijan cupos anuales que a menudo no se cumplen. El ministro de Economía de la Provincia, Enrique Vaquié, aseguró que hace falta un “mix diversificador” que incluya al bioetanol como mercado. Según consignó el diario “Los Andes”, el objetivo es lograr al menos una cuota de 2 puntos dentro del 10% que por ley se le asigna a ese tipo de combustibles en el mercado nacional, que sólo para YPF representa unos 24 millones de litros diarios en ventas. Encima, hay fuertes rumores de que la gestión de Mauricio Macri podría elevar a 12,5% el cupo de naftas ecológicas en el surtidor. La industria de los biocombustibles, hoy complicada, es bastante próspera en el país. Su materia prima se basa fundamentalmente en la caña de azúcar y el maíz. Ahora, van por las uvas. El hollejo de la fruta, e inclusive los vinos viejos que ya no pueden ser colocados, pueden utilizarse para fabricar biodiésel y bioetanol. En el mundo sobran experiencias de este tipo, tanto en Europa como en Austrialia. Hasta ahora, el principal mercado para el mosto es Estados Unidos, donde se usa como endulzante. Desde hace varios años, incluso, la región de Cuyo pelea para que sea incorporado en el mercado doméstico por ley, algo que lógicamente cosecha resistencia de parte de la industria azucarera de Tucumán. Además de conducir la cartera de Economía, Vaquié ocupa el sillón de director titular por Mendoza en YPF, y en ese carácter ya comenzaron las gestiones. Según el funcionario provincial “se va a constituir un equipo de trabajo para avanzar. No descartamos que esté para esta temporada, pero la prioridad es mirar a futuro”. Un mercado complicado En el país funcionan unas 30 plantas que producen biocombustible para el mercado doméstico. En general se trata de pymes que elaboran alrededor de 1,2 millones de toneladas al año, según los últimos datos. Gracias a la ley de Cupo interno encontraron un mercado en las refinerías, pero ahora están complicadas. Es que el paquete de quita de retenciones más la devaluación del 30% elevó drásticamente los precios de algunas materias primas como el aceite de soja. Además, la política de precios que se lanzó en todo el sector afectó también las ventas de biodiésel y bioetanol, que quedaron pisadas: al igual que las refinerías, sólo pudieron remarcar un 6% su producto, por lo que denuncian un atraso en el precio.

La región de cuyo tiene como objetivo ampliar el mercado para el extracto y utilizarlo en endulzantes.

de biocombustibles por año se elaboran en el país. Hay unas 30 plantas a lo largo del territorio que florecieron gracias a la ley de Cupo. Hoy están en crisis.


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