Las chicas salen de pesca: las divertidas aventuras de las mosqueras en la Patagonia

Son cada vez más y están nucleadas en el grupo Mujeres Mosqueras Kuntur, donde comparten técnicas y consejos y la pasan genial: “Lo único prohibido en nuestras salidas es el aburrimiento”. Desde Neuquén, Cecilia y Verónica te cuentan la historia y te invitan a sumarte.

Hay experimentadas y otras que recién empiezan. Las que atan moscas y las que compran. Las que piden consejos para asomarse al primer equipo y las que comparten todo lo que saben para que no fallen en esa crucial elección. Las que preguntan cuál caña conviene usar en cada situación y las que responden con una lluvia de datos. Hay solidaridad. Con las más antiguas y con las nuevas. Como en el caso de la chica de La Plata que quería empezar y la miraban como a un bicho raro. Se contactó con Mujeres Mosqueras Kuntur y santa solución: aparecieron los contactos ideales para aprender en la capital bonaerense. “Y además de la camaradería, hay muchas risas, el aburrimiento no está incluido en nuestras salidas”, cuenta Cecilia Segovia, una de las integrantes del grupo.

Sonrisas en Río Gallegos: Iris Ñancufil, Agustina Escobar Gentile, Silvia Gentile y Evvy Paredes, mosqueras del sur.

Varias de ellas fueron en agosto por las truchas del lago Moreno en Bariloche y se alojaron en una cabaña en la que aún resuenan las carcajadas. Y antes estuvieron en el río Malleo y en Mendoza, entre otros destinos. Y otras acaban de volver de su aventura con los grandes dorados de Esquina en Corrientes: fueron mosqueras de Neuquén, de Río Negro, de Tierra del Fuego, de La Plata, de Mendoza, de Mar del Plata. Con la temporada en marcha, ahora disfrutan de los pesqueros de la Patagonia. Y ya tienen agendada la siguiente salida: Dina Huapi.

El grupo nació en plena pandemia, de la mano del impulso que le dio Viviana Pitón desde Mendoza, que quería nuclear a las mosqueras del país con el apadrinamiento de la operadora de viajes Kuntur. Se contactó con Verónica Gatica, pescadora de ley neuquina, quien como parte de la movida extendió la invitación a Cecilia, a quien todas llaman Chechu. “Esta buena la idea”, le comentó Verónica.

Verónica Gatica, mosquera neuquina y una gran trucha antes de la devolución en el Limay Medio.

Hoy son 186 mosqueras, entre ellas de Estados Unidos, Chile, Brasil y España. Y las de Neuquén ya son 24. “Es relindo que haya chicas de tantos lugares, suben sus fotos y sus videos y parece que estamos ahí pescando con ellas”, dice Verónica.

Hay equipo. Cecilia «Chechu» Segovia y Vero Gatica, de Neuquén, Fanny Salas y Lupi Paniagua de Esquina, Corrientes y
Viviana Pitón de Mendoza. «Esto es Valle Hermoso, Las Leñas, provincia de Mendoza para el 1 Encuentro Nacional abierto para Mujeres Mosqueras organizado por la Asociación Mendocina de Pesca con Mosca», cuenta Cecilia.

Desde Centenario, donde vive con su marido Andrés y sus hijos Juan Pablo y Lucila (todos pescan), Cecilia cuenta su historia. Nació en San Rafael (Mendoza) y ya a los tres años acompañaba a pescar pejerreyes a su abuelo y a los cinco se radicó en la ciudad neuquina, desde donde saldría a probar suerte con la caña con su padre. El tiempo pasó, se recibió de técnica en Recursos Humanos y empezó a salir a pescar con Andrés.

Rumbo a los mejores lugares para pescar en un encuentro en el río Malleo, Neuquén.

Los dos se maravillaron en la cordillera cuando descubrieron la pesca con mosca, ese mundo de casteos y waders que los deslumbró.  “Volvimos con la idea de capacitarnos, hicimos cursos, fuimos aprendiendo. Y al año siguiente, en el 2007, ya equipados, arrancamos como todos a tratar de engañar algún pez con nuestros equipos. Y nunca dejamos de aprender”, recuerda Cecilia.

Con el tiempo, empezó a atar moscas en forma amateur, miró videos, preguntó a los expertos, hizo cursos y un día dejó su trabajo y se transformó en una profesional del atado. Nacía, como dicen sus amigas, Chechu Fly Shop.  

Cecilia Segovia, mosquera neuquina de Centenario en el río Limay Medio. Para todas, Chechu.

“La pesca con mosca en mi cable a tierra, la disfruto con mi familia, con amigos, en soledad. Y con las chicas, eso es algo diferente”, agrega.

Desde Neuquén capital, Verónica (maestra jardinera) coincide: “Es hermoso cuando empezamos a planificar: dónde vamos, cuántos días, qué llevamos, en qué auto”, describe. Como Cecilia, pescó con su pareja, en grupos mixtos o como la única dama entre los hombres.

“Solo de mujeres es distinto. El aprendizaje es en conjunto, sin egoísmos. Muchas tenían vergüenza de hablar o de subir una foto. Acá estamos para apoyarlas en lo que necesiten. Nos ha pasado de ver que alguien pregunta algo en un grupo y que no haya respuesta. Y vos decís ‘pobre pibe, no le tiran ni una onda’. Por eso acá a las chicas les decimos que se animen, que vengan, que pregunten, que las dudas las vamos resolviendo entre todas, lo que se sabe se comparte. Y además, todo es muy divertido”, agrega Verónica. Se asomó al mundo de la pesca hace 15 años, cuando se sorprendía de ver cuánto lo disfrutaba su marido, Jorge Castillo.

El Negro (no se pierde una salida) y Vero Gatica en el Limay Superior.

“Al principio no le prestaba atención, pero después dije ´si tanto le gusta vamos a ver qué onda’. El me enseñó lo que sabía y después empecé a hacer cursos con instructores. Y no paré. Ahora estoy aprendiendo a pescar con la caña a dos manos. ¿Cuáles son mis lugares preferidos? El Limay Medio y el Superior, dos desafíos grandes. Me gusta estar en el río, observar, ver qué están comiendo las truchas, elegir la mosca para poder engañarlas”, cuenta Verónica.

¿Y cuál es el pesquero preferido de Cecilia? “El río Malleo es mi segunda casa. Y algunas zonas del Limay Medio también me apasionan. En verdad, toda Neuquén me atrapa, es una provincia muy rica en recursos ictícolas. No termino de conocerla. Con mi familia siempre vamos de vacaciones a disfrutar del aire libre, a pescar. Vamos a Aluminé, Junín de los Andes, a San Martín de los Andes, lugares increíbles», dice.

¿Y qué pasa con la mirada de los hombres?  “La relación es muy buena, me han aceptado de verme en el río, de compartir. Yo soy muy cara rota, yo voy y pesco. Sí, por ejemplo, me ha pasado de llegar en lancha con una amiga a una islita donde había hombres pescando y que nos miren medio raro como diciendo qué vienen a hacer. Pero después cuando ven que estás pescando como ellos está todo bien. Vienen y te preguntan cómo te fue, charlan. Puede ser que ciertos hombres tengan algún prejuicio, pero en general la experiencia es buena. Incluso nos ha pasado que nos reconocieran como en el Malleo. ‘Son las mujeres mosqueras, las seguimos por Instagram’ nos dijeron”, recuerda Verónica con una sonrisa.  

Choque esos cinco. Alicia y Maby en el Malleo, en el 1° Encuentro Nacional de Pesca Con Mosca del Grupo de Mujeres Mosqueras Kuntur.

En el caso de Cecilia, cuenta que siempre se ha sentido integrada, incluso cuando era la única mujer en un grupo. Pero como en el río se escucha todo, recuerda algún comentario del tipo “mirá, una mina pescando” de hombres que no la conocían.

“Algunas chicas han sentido eso de que las miren como bichos raros, pero cada vez son menos casos. Estamos en el siglo XXI, la pesca con mosca ha dejado de ser algo elitista como en los inicios, cualquier persona puede aprender. Y nosotras inculcamos aprender con la preservación del entorno, el cuidado del ambiente, devolución de los peces, sin olvidar de llevarse la basura y encender el fuego solo en los lugares habilitados”, señala.

Tienen un grupo cerrado en Facebook y una ley sagrada, no se habla de política ni se vende nada. Si alguien quiere comprar algo o tiene algo para ofrecer, los contactos son por privado. Y una cuenta abierta en Instagram donde publican sus aventuras. Si querés ser parte, solo tenés que contactarlas.

«Que las chicas se animen a sumarse, a mandar una solicitud de amistad. Las estamos esperando para compartir lo que sabemos y responder todas las preguntas», se despide Vero. El turno de Chechu: «El grupo está para eso: para ayudar, para apoyar, para sacarse las dudas. Vengan, la van a pasar bien».

En las redes: Mujeres Mosqueras Kuntur


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