Las distribuidoras advierten que trabajan a pérdida

Son más de 180 empresas pyme en el país. Buscan avanzar en un plan con el gobierno nacional para mejorar el margen que perciben. Alertaron que la situación es “cercana al colapso” y que varias compañías cerraron sus puertas.

«Con cada garrafa que vendemos, en realidad, terminamos perdiendo plata”. Así graficó la situación de las empresas distribuidoras de garrafas del país el presidente de la cámara que las agrupa, Claudio Bisurgi.

El referente de Cadigas, la Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado, explicó que la crisis comenzó con el cambio de planes nacionales vinculados al abastecimiento de las garrafas. “En abril de 2015 se pasó del programa Garrafas para Todos al plan Hogar con Garrafa, y esto hizo que en los últimos cuatro años nuestro margen de utilidad se actualice un 150%, pero los costos subieron un 370%”, aseguró Bisurgi en diálogo con Energía On.

La crisis llevó en este tiempo a un desgranamiento en el sector de las distribuidoras, al punto que, de acuerdo a la Secretaría de Energía de la Nación, actualmente son sólo 181 las empresas habilitadas del segmento.

“Hubo empresas que cerraron y empresas que fueron absorbidas por otras porque para sobrevivir necesitas cierta escala”, detalló Bisurgi, y remarcó que “estamos pasando una situación realmente complicada y por eso pedimos una reunión con el gobierno”.

El pedido se direccionó a la subsecretaría de Hidrocarburos que conduce, Juan José Carbajales, ya tuvo su primer encuentro esta semana con el titular de Energía, Sergio Lanziani.

Entendemos que es un gobierno nuevo, que acaba de asumir, pero queremos plantearles la situación que tenemos y avanzar en un acuerdo que nos permita mejorar el panorama antes del inicio del próximo invierno que es cuando crece la demanda”, indicó.

Estamos perdiendo plata, perdés capital, no podés hacer inversiones y se complica renovar los envases”.

Claudio Bisurgi es el presidente de Cadigas.

Desde Cadigas se detalló que las 181 empresas distribuidoras de garrafas del país emplean a cerca de 3.000 trabajadores cuyos puestos laborales están en riesgo. “Hay empresas que han optado por despedir a empleados y trabajar con los miembros de su familia como forma de recortar gastos”, explicó Bisurgi.

La falta de rentabilidad de estos emprendimientos tiene como principal factor de ajuste la renovación de las flotas de transporte y de su principal insumo, las garrafas vacías. Esto representa, en especial de continuarse, un serio peligro para la seguridad.

En números

370%
fue el incremento en los costos de las distribuidoras en los últimos cuatro años. El margen solo subió 150%.

Con estos márgenes lo que pasa es que no podés renovar el capital, muchas empresas no están reponiendo los envases y con los camiones, la ley exige una antigüedad menor a los 10 años. Antes se los renovaba a los 6 ó 7 años porque era conveniente por temas de mantenimiento, pero ahora se trata de aguantar hasta el último día”, graficó el titular de Cadigas.

En números

5 millones
de hogares se estima que utilizan garrafas a lo largo y ancho del país.

A nivel país, se estima que cerca del 41% de la población de Argentina se calefacciona y cocina con garrafas por no acceder a redes de gas natural. Esto representa cerca de 5 millones de hogares.

En esta época del año el consumo de garrafas es bajo, cerca del 6% se demanda en enero, pero a medida que nos acerquemos al invierno, prácticamente desde abril si es un año frío, la demanda sube hasta el 12% y en la Patagonia prácticamente se duplica”, indicó Bisurgi.

Desde la cámara advirtieron aguardan la convocatoria del gobierno nacional para analizar formas de mejorar el margen que les queda a las distribuidoras de garrafas, en lo que aseguraron es “una situación cercana al colapso”.

Un precio que pocas veces se encuentra

En la ciudad de Neuquén, a pesar de la cercanía a los yacimientos de gas, más de 7.000 familias se calefaccionan y cocinan con garrafas, la mayoría en asentamientos precarios.

Pese a que la garrafa social mantuvo el año pasado el valor para los 10 kilos en 324 pesos, muchas familias no lograron acceder a los bonos para comprarlos a ese precio.

Además en la localidad funcionan solo dos centros de distribución oficiales y ambos están alejados de los barrios en los que más garrafas se utilizan.


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