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Las evaluaciones para noviembre


El inmejorable triunfo de JSRN en Río Negro concluyó con un estado contradictorio, entre esa victoria y la derrota de Cipolletti. Se prepara para una polarización nacional mayor.


Juntos logró un resultado electoral inmejorable, pero emergió enseguida un percance. Se presagia una mayor polarización nacional para noviembre con filtraciones de votos hacia los extremos: el FdT y el JxC.

Vale tener en cuenta el contraste de las presidenciables del 2019 cuando en las generales votaron unos 30 mil rionegrinos más que en las PASO, que fueron a engrosar las alianzas mayoritarias mientras todas las otras fuerzas bajaron, incluyendo los blancos y los nulos. Weretilneck vio ese riesgo el mismo el domingo. “Primero, hay que cuidar lo obtenido”, advirtió.

Fue una noche de estados contradictorios, entre el éxito provincial y la derrota de Cipolletti. No pudo neutralizar a Aníbal Tortoriello. Ocurrió lo que temía. El JxC y Tortoriello -según su interés- fueron más alla de lo pensado y conveniente. Ocurre que ahora asoma como alternativa de poder, con los afectos y las consecuencias que eso representa.

Tortoriello se apropia del 27% de Juntos por el Cambio, pero aún debe retener el 9% -unos 31 mil votos- de las listas radicales (Mario De Rege y Germán Jalabert). Empezó esa sujeción con una foto de “unidad” con esos oponentes, aunque sigue confiando demasiado en su convocatoria, dudando incluso de la presente tendencia nacional que hoy es su mayor capital. Además, el cipoleño tuvo una reacción en sentido contrario cuando llamó y bajó de la campaña a Lorena Matzen, quien defiende el aborto legal. El candidato lo rechaza. La posición de la diputada no es aislada en la UCR. Ella ya informó a sus mandos nacionales, con denuncias incluidas. No parece un buen inicio en el JxC.


La alteración real se advierte en el FdT por su derrumbe electoral. Sus intendentes apuran el debate interno aunque otros dirigentes del PJ piden esperar para las evaluaciones.


El desbaratamiento de Cipolletti no arrojó sólo pena en el oficialismo. La gobernadora Carreras festejó la victoria provincial en las calles de Viedma. Aprovechó aquel traspié para asociarse al resultado y renovar su idea de cierta equivalencia con Weretilneck, a quien un triunfo en su ciudad lo ubicaba con un poderío sin fisuras.

La mandataria celebró con el intendente Pedro Pesatti y su candidata Mercedes Ibero. Son gestos para menoscabar a Facundo López y, en consecuencia, al senador. La pugna por el predominio en Viedma es innegable.La atención hacia Pesatti es un intento de Carreras para conjugar intereses con un grupo de intendentes. Existen algunos movilizados aunque no precisamente con el propósito deseado por la barilochense. Ellos charlan, se reúnen y piden participar en el análisis político hoy unilateral, que es un medido señalamiento al senador y titular del JSRN. Ella actúa en ese ámbito, con novedosa atención hacia los mandatarios locales y prevé en diciembre, con el relanzamiento de su gestión, aperturas a referentes locales. Así, el sanantoniense Adrián Casadei llegaría al gabinete.

La alteración real de hoy anida en el FdT. El derrumbe electoral liberó quejas preexistentes contra el aislado y cerrado esquema establecido por Martín Doñate. Las censuras llegan también al perfil parcialmente acrítico que propone frente al gobierno rionegrino.

El senador lideró el proceso y, por eso, las culpas recaen en él, con responsables asociados. Busca ganar tiempo, explica el resultado en la economía y transmite que no es momento de evaluaciones. “Hay que esperar qué hacen desde Nación”, transmitía en el inicio de la semana.

Ese mensaje fue desoído por los intendentes. Se juntaron y pidieron ampliar su encuentro, sumando a los parlamentarios nacionales y provinciales, candidatos y delegados en Río Negro. La conducción del PJ lo organiza para esta semana.

En el cónclave municipal se apuntaron críticas a la administración nacional y sus enlaces rionegrinos, especialmente por la orfandad proselitista. Se repasan programas y obras que Nación compartió con la gobernadora y sus funcionarios mientras, en cambio, ignoraba a las representaciones del FdT.

En medio del peor escenario vivido, su dirigencia procura reaccionar para que la experiencia de noviembre sea distinta.


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