Bariloche, la ciudad con más electores de Río Negro dio un mensaje claro

El triunfo del partido provincial que lidera Alberto Weretilneck y que tiene a Gennuso en la intendencia, en las elecciones primarias del domingo pasado fue elocuente. ¿Se repetirá el resultado en la general?

Si en algo coinciden todos los actores políticos lanzados a la disputa electoral es que las urnas suelen emitir sentencias inapelables. Y si bien existen opiniones confrontadas sobre los problemas y las soluciones -como queda expuesto en cada campaña-, cuando llega la hora, no les queda otra que rendirse ante la serena elocuencia del voto.

En Bariloche el resultado de las primarias nacionales del último domingo deparó un claro triunfo para Juntos Somos Río Negro, que logró el 31,88% de los votos, y relegó al segundo y tercer lugar a Juntos por el Cambio y al Frente de Todos, en ese orden. Ambos quedaron unos ocho puntos por detrás.

Esta vez no ocurrió lo de otras elecciones, cuando los votantes barilochenses se expresaron de modo distinto que el resto de la provincia. De hecho, el justicialismo y sus frentes había ganado todas las elecciones nacionales en los últimos 15 años.

Las evaluaciones desde las distintas fuerzas observaron que la gestión local del intendente Gustavo Gennuso y aún la provincial de Arabela Carreras -ambos de JSRN- no tuvieron mayor peso en la decisión. Mandó el descontento con el gobierno nacional.

En ese contexto, el partido provincial que desde hace años mantiene una sólida hegemonía en Río Negro, alcanzó un triunfo inobjetable y encolumnó a Bariloche en esa línea, algo que de ningún modo estaba descontado en la previa.

El legislador del Frente de Todos Ramón Chiocconi reconoció que el resultado los sorprendió. Dijo que aun con la crisis económica y sanitaria, confiaban en repetir los triunfos logrados en Bariloche en las últimas elecciones de medio término, incluso con guarismos más favorables que en el resto del país.

Hubo un castigo evidente al gobierno nacional por no dar respuestas a muchas necesidades, más allá de si se podía o no -dijo Chiocconi-. Los votos que el Frente de Todos no pudo retener se fueron a las otras dos fuerzas”.

Gennuso dijo que el veredicto del domingo “es una muestra de la potencia que va teniendo el partido” que encabeza Alberto Weretilneck y que gobierna en el municipio desde hace seis años.

Las elecciones se desarrollaron de manera normal, a pesar del frío y la nieve. Foto: archivo

De todos modos, la cantidad de votos que alcanzó Juntos está lejos de ser una mayoría concluyente. Más bien resultó favorecido por el reparto del resto entre el FdT y Juntos por el Cambio, que resultó ganador a nivel nacional. Esta última fuerza, integrada por Pro y la UCR, también encontró motivos para festejar.

Una de las principales referentes de Pro barilochense Fernanda Chueri dijo que estaban “más que felices” con la cosecha lograda en esta ciudad.

“Es importante lo que pasó, porque nos tocó competir con estructuras muy fuertes. Nosotros militamos en forma voluntaria, esto es producto del trabajo de mucha gente, de los fiscales, fue doble esfuerzo para todo. Y además fuimos sin candidatos de acá”, aseguró Chueri. Tanto la lista de JSRN como el Frente de Todos -se encargó de subrayar- estaban encabezadas por referentes de Bariloche, mientras que la suya llevó en los primeros lugares a dirigentes del Alto Valle.

En el PJ local (pieza central del Frente de Todos) el impacto se hizo sentir. La concejal Julieta Wallace consideró que hubo estrategias erradas y recordó que su postura era abrir una interna con candidaturas múltiples y no con lista única. Ella misma se había postulado para encabezar, pero fue inducida a retirarse.

Wallace interpretó que en el voto no hubo ninguna influencia de la gestión municipal, “ni tampoco la provincial”, y que las principales motivaciones del voto fueron “la pandemia y la gestión económica”.

Roxana Ferreyra, también concejal y referente de La Cámpora, dijo que “la política no es una ciencia exacta y se puede ganar o perder”. En evidente alusión a la crisis desatada a nivel nacional, dijo que “si el pueblo pide un cambio de rumbo hay que escucharlo. La falta de trabajo en Bariloche se hizo notar. Hace falta una política de control de precios que debe ser concreta y se debe ver. Eso no se vio”.

Otras claves

Chueri hizo notar que a pesar de su triunfo por casi diez puntos, JSRN “no arrasó”. Evaluó que sacaron rédito en parte de un discurso que “se despegó de cuestiones nacionales” y también de haber desplegado “fuerte presencia en todo el territorio”.

Dijo que “hay un enojo con Gennuso, que no se lo vio aparecer esta vez, pero que está presente”.

El propio intendente señaló que el mérito de su partido estuvo en la posición diferenciada respecto de los partidos nacionales y “en la actuación en el senado de Alberto Weretilneck y de Luis Di Giácomo en Diputados”. Señaló que con las PASO del domingo “salió fortalecido” el espacio que integran y que gobierna en la provincia y numerosas localidades. “Si hubiera una mala gestión municipal habría incidido, pero no es lo que se vio”, opinó Gennuso.

Dijo que para el Frente de Todos “seguramente las expectativas eran mayores y no hicieron la elección que esperaban”, pero no quiso ponerle el rótulo de “derrotados”.

Señaló que el análisis “debe tomar muchas variables”, entre ellas “la desazón de la gente, el crecimiento de la pobreza, la caída de los salarios” y también la irrupción de “una fuerza provincial” que los representa.

Chiocconi también consideró que en el voto tuvo un peso fuerte “el desánimo y el desencanto” por la situación social, pero dijo ser “optimista” sobre lo que pueda pasar en las generales de noviembre.

Guillermina Alaniz, titular de la UCR en Bariloche y sostén de la precandidatura de Mario De Rege en la interna de JxC, opinó que “los factores que influyeron en el voto fueron la falta de trabajo, la situación económica, la indignación por los privilegios y las medidas restrictivas en torno a la pandemia”, lo cual generó “un malestar general hacia el FdT”.

Aseguró que el resultado no los tomó por sorpresa porque veían la disconformidad de la población aunque sí erraron en la lectura de que JSRN pagaría costos por votar en el Congreso muchos de los proyectos impulsados por el gobierno nacional.

Perspectiva incierta

Interpelados por una realidad que les resultó esquiva, las dos alianzas que fueron derrotadas por JSRN pugnarán en un mano a mano por el segundo lugar, que pone en juego una banca en Diputados. El que resulte tercero (hoy el FdT) se quedará sin nada.

El desafío para ellos será juntar más votos en la banquina de una ruta donde abundan los desencantados que se expresaron con votos nulos y en blanco (no muy superiores a los de elecciones anteriores) y especialmente con el ausentismo, que alcanzó un nivel récord.

De todos modos, si bien una parte de esos votantes podrían revisar su apatía dentro de dos meses, nada indica que se incline masivamente por una u otra lista. Algunos de los consultados dudaron de que se vayan a repartir en una proporción distinta a la registrada en las PASO.

Campañas virtuales

La falta de antecedentes de una elección “en tiempos de pandemia” fue un condicionante para todos. Cuando un resultado electoral entra en tensión con los pronósticos previos, los análisis se quedan sin referencias.

A medida que se acercaba el día de las PASO, los partidos y alianzas debieron ajustarse a las nuevas reglas y no pudieron apelar a los actos masivos, las caminatas y otras herramientas clásicas. Varios de los consultados señalaron que la campaña fue corta, con acciones concentradas en la última semana y abundante proselitismo por redes sociales. Un formato en el que muchos se reconocieron “improvisados”.

De todos modos Gennuso sostuvo que, aun sin actos, JSRN logró sacar provecho de un trabajo “casa por casa”.

Chueri dijo que “la campaña fue con mucho trabajo digital” y esa misma característica, sumada a la precariedad de las encuestas, impidió sacar conclusiones confiables en la etapa previa. Dijo por ejemplo que el voto de JxC en general tenía un alto componente de “adultos”, pero esta vez lograron una adhesión mayor en el votante joven y allí habría que buscar algunas explicaciones del celebrado segundo puesto.

La encrucijada de noviembre

La suerte en la elección “por los puntos”, convocada para el 14 de noviembre, no está echada todavía. Es lo que dicen, al menos en público, los principales dirigentes de cada una de las fuerzas políticas. Pero saben también que una caída de JSRN es más que improbable y la pelea mayor será por el segundo puesto entre JxC y el FdT.

Gennuso dijo que para el oficialismo municipal y provincial el foco estará puesto en “intensificar las recorridas” y, de mínima, mantener lo logrado.

Ramón Chiocconi admitió que no es fácil predecir lo que ocurrirá en noviembre, ni hay mucho que el FdT hacer a nivel local. “Se puede mejorar el resultado con una política más de cercanía y el trabajo en el territorio, pero hay una dependencia muy grande de lo que haga el gobierno nacional”, consideró el legislador.

Julieta Wallace dijo que “hay una tendencia complicada de revertir”, en relación con la superioridad mostrada por JSRN. Pero sí consideró que el FdT puede sobreponerse a los malos resultados del domingo y quedarse con el segundo puesto. Roxana Ferreyra también aceptó que ése es el objetivo más realista (antes que el de ganar la elección) y todo el foco de lo pondrán en “no perder la banca” que renuevan en Diputados.

Guillermina Alaniz, representante radical, buscó desmentir las especulaciones sobre una supuesta fuga de votos de quienes perdieron la interna de JxC y podrían negarse a acompañar a Tortoriello. “Vamos a mantenernos unidos, porque para eso son las PASO, para dirimir democráticamente internas y una vez superadas, lo que resulta es un espacio que tracciona unido para mejorar los números en noviembre -afirmó-. Creemos que hay espacio para crecer, trabajando con quienes no fueron a votar y quienes anularon el voto”.

50.000 personas no fueron a votar

El resultado final de las PASO en Bariloche deja entre los datos salientes la bajísima participación que alcanzó solo el 58,4%. De 100.472 electores empadronados solo emitieron su voto 58.903. Y de ese total solo 53.879 fueron votos positivos, el resto se reparten entre nulos y en blanco.

A pesar de su triunfo, Juntos Somos Río Negro sedujo a menos de uno de cada tres votantes y tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio cosecharon en torno al 23% de los sufragios.

Según el cómputo final extraoficial al que tuvo acceso este diario, JSRN se impuso con 18.782 votos (el 31,88%). Al igual que en el resto de la provincia, segundo en Bariloche quedó JxC con 14.063 votos (23,87%) y tercero el FdT con 13.569 (el 23,03%)

La lista más votada dentro de JxC fue la de Aníbal Tortoriello, del PRO, con 8.502, seguida por los radicales Mario De Rege (4.172 y Germán Jalabert (1.436).

Luego se ubicaron el Frente de Izquierda y los Trabajadores con 4.081 votos (6,92%), producto de los 2.077 que reunió la lista de Norma Dardik y los 2.004 del candidato local Jorge Paulic.

El Movimiento al Socialismo obtuvo 1.863 votos (3,16%) y el Partido Socialista quedó con 1.460 (2,47%). Votaron en blanco 1.352 barilochenses (un 2,29%) y hubo además 3.672 votos nulos (el 6,23%).


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