Las ideas de Nasser, a 30 años de su muerte

La controvertida política del ex presidente egipcio Gamal Abdel Nasser, respecto del conflicto árabe-israelí, continúa viva en la memoria del mundo árabe y la acción de numerosos políticos, a 30 años de su muerte.

Nasser, quien lideró el grupo de los Oficiales Libres que derrocó al régimen monárquico en 1952, fue uno de los principales paladines árabes, defensor a ultranza de la causa palestina.

Su lema, «lo que se ocupa por la fuerza, se devuelve sólo por la fuerza», ayudó a provocar varias guerras en la zona, algunas con derrotas humillantes para los árabes.

A pesar de ello, sus seguidores, que siguen siendo legión, aún lo consideran como un «gran héroe árabe» y destacada figura mundial en la historia moderna, ya que dejó su huella en la política y en la sociedad.

Sus críticos, igualmente numerosos, especialmente en Egipto, asignan a su política la responsabilidad de las «tribulaciones» sufridas por el mundo árabe en los años «50 y «60, incluidas la «deshonrosa derrota militar» en la guerra árabe-israelí de 1967 y la crisis del Canal de Suez, en 1956.

Los opositores argumentan que la decisión de Nasser de retirar las fuerzas internacionales de paz estacionadas a lo largo de la frontera con Israel, llevó a este país a atacar Egipto y destruir su fuerza aérea.

En aquella contienda, conocida como la «Guerra de los Seis Días», Israel ocupó la península egipcia del Sinaí y los altos sirios del Golán, además de los territorios palestinos de Cisjordania y Gaza, que estaban bajo control de Jordania y Egipto.

Su decisión de nacionalizar el Canal de Suez, en julio de 1956, fue respondida pocos meses después por fuertes ataques de Gran Bretaña, Francia e Israel, que ocuparon la zona del Canal y el Sinaí.

«Nasser dedicó su vida a la defensa de la causa palestina. Era un símbolo del desafío y la dignidad», dijo en El Cairo el líder palestino Yasser Arafat, en la conmemoración del trigésimo aniversario del fallecimiento de Nasser, el 28 setiembre de 1970.

Añadió que «en esta difícil encrucijada en la que se encuentra la historia de la causa palestina, no tenemos otra alternativa que seguir la senda de Nasser para defender nuestros derechos y lugares santos». «Debemos unirnos, como exigía Nasser, para recuperar nuestras tierras usurpadas», recordó a los países árabes.

Nasser gobernó Egipto entre 1954 hasta morir a los 52 años en 1970, participó en la primera guerra árabe-israelí (1948), tras la creación del Estado de Israel. El Estado judío lo consideró su enemigo número uno en el mundo árabe. Fracasaron varios intentos de asesinato de israelíes contra el líder panarabista.

Para el Esmat Abdel Meguid, secretario general de la Liga Arabe, integrada por 22 países, «Nasser era un fenómeno único en el mundo árabe que dejó su marca en la escena internacional».

Nasser, nacido de una familia modesta de la ciudad de Asiut, a unos 380 kilómetros al sur de El Cairo, desempeñó un papel clave en apoyo a los movimientos de liberación en Africa, Asia y América Latina contra la ocupación extranjera.

Por este papel, fue amigo personal de famosos líderes revolucionarios, entre ellos el «Che» Guevara, muerto en 1967, y uno de los fundadores del movimiento de los Países No Alineados, a principios de los sesenta, junto al ex primer ministro indio Jawahalal Nehru y el antiguo presidente yugoslavo Josip Broz «Tito».

En sus primeros años de gobierno, mantuvo fuertes diferencias con los que se calificaban como regímenes reaccionarios del mundo árabe, en especial la familia Al Saud, en Riad, y el gobierno del antiguo monarca jordano, rey Hussein.

Grupos nasseristas siguen activos en todo el mundo árabe. ( EFE)


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