Las Muertes Comunes, cronistas de estos tiempos

Veteranos del quehacer punk, decidieron juntarse para explorar los más diversos sonidos del rock. Nacido y criado en Neuquén, Gustavo Lupano, voz y letrista del grupo habló con RÍO NEGRO

P- Hagamos un poco de historia de la banda, ¿quiénes son ustedes?

R- Empezamos a juntarnos con Stimpy (preproducción, grabación, producción y mezcla de la banda) en la primavera pasada como para ver qué pasaba. Ambos teníamos varias ideas, letras o bases sobre las que trabajar.

Las canciones empezaron a aparecer rápidamente, lo que nos hizo pensar en que una banda más análoga les sentaría bien: una base más sanguínea. Hasta ese momento componíamos los dos sobre las guitarras y bases que Stimpy iba programando.

El primero en aparecer fue Leo (González, bajo, coros y diseño audiovisual) viejo compañero de ruta de Stimpy desde la lucha sin armas, quien se hizo cargo del bajo y Agustín, que había tocado conmigo en “El viento enloquece a la gente”, se sumó a la batería. Con esa formación tocamos a fin del 2019 en el cierre de temporada del “Domingo Terciopelo”. Luego de eso, Agustín por razones laborales dejó la banda y entró Frank Arnol, que venía de Mandra y había tocado en Vida Fuego con Stimpy y así, más Javier Vergara en guitarras, quedo la formación definitiva con la que grabamos “Espiritado”.

Nos formamos y crecimos dentro del punk, pero somos todos bastantes melómanos, lo que hace que nos guste explorar distintos sonidos dentro del rock desde mediados del siglo veinte hasta los primeros días del nuevo milenio.

P- ¿De qué hablan sus letras?

R- Antes que la canción en mí estaba la poesía, por lo que mis letras son un tanto híbridas, imágenes cotidianas, fragmentos de realidades, pensamientos o sentires, escritos de manera urgente y concisa para decir con palabras de poesía lo desastroso que hemos sido como sociedad o las alegrías que podemos vivir.

P- ¿Por qué se llaman Las Muertes Comunes?

R- Cuando pensamos el nombre de la banda, no imaginábamos el panorama actual en el mundo. Era un recordatorio para los excluidos, los olvidados, los desaparecidos de esta democracia. Esas vidas anónimas que engordaban las tasas de mortalidad y llenaban las estadísticas de los anuarios policiales, de desarrollo social, o los observatorios.

Hoy las muertes se cuentan por miles tensionando la salud mental y social del mundo. A nosotros no nos queda más remedio que seguir haciendo canciones mientras pasa la noche. Es nuestra manera de celebrar la vida.

P- El nombre del disco “Espiritado”, ¿por qué?

R- “Espiritado” nos parece una palabra hermosa, casi en desuso, que a nuestro entender describe los tiempos que nos toca vivir, hace referencia a alguien que de tan extenuado y flaco sólo parece quedarle su espíritu.


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