Las pintadas de odio en el Centro Cívico no fueron en la marcha contra el aborto

Según se observa en las imágenes de las cámaras de seguridad, se realizaron en la mañana del día siguiente.

El municipio logró registrar con su red de videocámaras las pintadas realizadas por desconocidos sobre las lajas del Centro Cívico con descalificaciones y agravios sobre los pañuelos blancos que recuerdan a las víctimas de la última dictadura.

El director de Seguridad Ciudadana, Raúl Quinteros, dijo que no se puede responsabilizar a las personas que se movilizaron en contra de la ley de despenalización del aborto, porque los horarios no coinciden.

Las leyendas agresivas en pintura negra que aparecieron en la plaza fueron realizadas “por cuatro o cinco personas, que se movilizaban en dos vehículos”, dijo Quinteros, quien tiene a su cargo la red de monitoreo.

Señaló que la intervención ocurrió a las 7 de la mañana del domingo 28 de noviembre, mientras que la marcha se había realizado el día anterior por la tarde.

La aparición de leyendas descalificantes en pintura asfáltica que dicen “zurdos”, “corrupción” e incluyen tachaduras y signos “$” sobre los pañuelos fue repudiada por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que pidió al municipio que dé a conocer las imágenes tomadas por las cámaras.

También hubo condenas públicas de la Defensoria del Pueblo, del gobierno provincial, las universidades de Río Negro y del Comahue, el Frente Grande y el Partido Obrero. El gobierno municipal hasta ahora guardó silencio.

Algunos de los comunicados señalaron las pintadas como manifestaciones “de odio” y las relacionaron con los manifestantes que marcharon contra la despenalizacion del aborto.

Quinteros dijo que la movilización en el Centro Cívico fue el sábado y las pintadas en negro son posteriores. Admitió haber recibido muchos pedidos de particulares y “medios de comunicación” para acceder a las grabaciones, pero dijo que sólo pueden facilitarlas a la Justicia.

“Debe existir una denuncia y sólo se entregan los registros ante oficio judicial -afirmó Quinteros-. Si la grabación se hiciera pública y circulara pro las redes causaría un perjuicio enorme, más allá de la opinión particular que cada uno tenga. Ahora, si la fiscalía interviniente decidiera difundirla, es otra cosa”.

Dijo que el municipio suele mantener las imágenes a resguardo durante 90 días, pero cuando hay “eventos significativos” las acumulan en un disco especial y pueden conservarlas uno o dos años.

Según Quinteros, la denuncia debería realizarla el titular del bien presuntamente dañado y consideró que en este caso correspondería a algún organismo nacional porque el Centro Cívico es monumento histórico.

Pero Marta Velaztiqui, quien integró durante años la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico dijo que el Centro Cívico está cedido por convenio al municipio, que tiene a cargo su cuidado y resguardo.

Consideró que la denuncia podría realizarla el mismo municipio “o cualquier ciudadano”.

Velaztiqui opinó que las pintadas en negro “podrían ser tomadas como un acto más de libertad de expresión, según el argumento de algunos”, pero las diferenció de los pañuelos que recuerdan a los desaparecidos, y que son repintados cada 24 de marzo.

“No es lo mismo. Porque la pintada de los pañuelos ya es más que éso, se convirtió en un ritual, como el año nuevo mapuche. Aunque no sea compartido por todos, es algo de acá y no se puede negar. Mientras que las pinturas en negro fueron una agresión, porque tacharon y descalificaron a las otras”.

El municipio evitó cualquier expresión pública sobre el tema y sólo anunció que el miércoles tiene previsto realizar una limpieza de las lajas.


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