Las razones del juicio político contra Zágari por el crimen de Atahualpa

La jueza de Viedma actuó en 2008 como fiscal. La cuestionan por no resguardar el lugar del crimen y demorar pericia clave.

El Consejo de la Magistratura impulsó un juicio político contra la jueza Daniela Zágari por su labor cuando fue agente fiscal en la investigación del crimen de Atahualpa Martínez Vinaya, de 18 años, ocurrido el 15 de junio de 2008. Su cuerpo fue hallado con un balazo calibre 22 en la espalda.

A Zágari se la cuestiona por no resguardar la escena del crimen, no haber inspeccionado el pub Miloka y su demora en pedir la pericia de la campera de uno de los imputados, Morales Toledo, manchada con sangre de Atahualpa .

La próxima etapa será la fijación de la fecha para el juicio político. Para el enjuiciamiento se deberá resolver la integración del Consejo. La reunión del cuerpo estuvo presidida por el juez del STJ, Ricardo Apcarian, y participaron los legisladores Facundo López, Tania Lastra, Nicolás Rochás, y los abogados Alejandro Montanari y Sandra Eizaguirre.

El Procurador General, Jorge Crespo, elaboró un duro dictamen al que tuvo acceso Río Negro- donde ratificó los cuestionamientos realizados por el legislador Adrián Casadei, instructor del sumario.

Allí cuestiona tres puntos fundamentales: “la carencia de control y resguardo de la escena del crimen”, “la falta de inspección o allanamiento del local Miloka” y “la demora en la solicitud de pericia en elemento secuestrado”, en referencia a una campera con manchas de sangre.

Para el sumariante fue deficiente el accionar de Zágari en el lugar donde se halló el cuerpo del joven. Cuestionó que en el lugar del hecho como en el local bailable “podría haberse encontrado prueba valiosa o no, pero se perdió potencialmente esa oportunidad de búsqueda de información” y enfatizó que “resulta reprochable al Ministerio Público Fiscal, en la cabeza de la doctora Zágari” que no se haya profundizado el trabajo sobre la evidencia “hasta casi tres años después”.

Crespo entendió que faltó “resguardo adecuado en el lugar del hallazgo del cuerpo” porque “el personal policial que ingresó a la escena investigativa alteró, contaminó y entorpecido la labor investigativa”. Coincidió en que “la inspección judicial de Miloka “resultaba una diligencia básica e ineludible”. Por último, sobre el secuestro de la campera subrayó que “no se hizo nada en relación al dato científico encontrado en la prenda, se guardó la campera por casi 3 años”.

El procurador fue concluyente al señalar que el accionar de Zágari y “su falta de cuidado puso en tela de juicio la totalidad del sistema judicial por parte de la sociedad, con fundadas razones”.


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