Lejana radioafición

Tuve dos grandes ejemplos de cómo practicar la radioafición y cómo tener en claro cuál era la meta de abrazar este hermoso hobby. Uno fue el último radioaficionado argentino en recibir el Quijote de Oro, Liborio Martinez y otro el profesor de ética en radiocomunicaciones Juan Mas. Ellos siempre pusieron en primer lugar el salvar vidas. Luego venía la experimentación y todo lo que versa en el reglamento que regula (o limita) nuestra actividad. Reglamento que la ha vuelto oscura, fría e inhumana, casi hecho a medida de algunos colegas que lucran, cargos rentados mediante sus habilitaciones.

El día lunes 15 del corriente, en inmediaciones de Chocón Medio sobre la ruta 237 se produjo un terrible accidente (todos son terribles sobre esta ruta) entre una pick up Ford y un automóvil Peugeot, con el saldo de tres muertos y otros tantos heridos de gravedad. Las fotos en los periódicos y medios locales fueron más que elocuentes. Pero en todas ellas sólo se puede observar la presencia de “civiles” que atinan a tratar de socorrer a las víctimas entre los hierros.

En ninguna toma se ve a policías, bomberos u otra clase de uniformados, los que llegaron con una demora sustancial al lugar del siniestro. Claro que justificadamente, ya que hasta que alguien pudo alcanzar alguna zona de señal en el celular, o aceleró para ganar alguna de las localidades cercanas, todo fue tiempo muerto, así lo sugieren las mencionadas tomas.

Cuando en Septiembre del 2019 publiqué la carta a lectores cuyo link adjunto,

Estaba advirtiendo que la provincia del Neuquén cuenta con el medio técnico (la red provincial de radio enlace VHF) a la que solo falta habilitarle un canal para uso público.

Resumiendo: si la red estuviera abierta al uso público, no estaríamos lamentando muertes por tardíos auxilios, más considerando que solo menos de una tercera parte de los trazados de las rutas 40, 234 y 237 poseen cobertura de señal telefónica.

Sergio Giardino

CI 8.266.788

Radioaficionado argentino