Lo acusan de golpear a su hija

VIEDMA (AV).- Un hombre deberá enfrentar un juicio por provocar lesiones a su hija de cinco años. Los golpes propinados en varias oportunidades, inclusive con un cinto, dejaron huellas en el cuerpo de la chiquita y hasta en el cuero cabelludo. Como consecuencia la criatura estuvo hospitalizada 17 días y ahora institucionalizada. Los golpes habrían sido efectuados por el padre -cuya identificación no se revela por protección de la nena- en el interior de la vivienda que ocupaban en Cipolletti, “sin posibilidad de algún control parental”, teniendo en cuenta que a la concubina del hombre “también se le reprocha la comisión de lesiones, además de una tentativa de homicidio”, sostuvo el juez Víctor Sodero Nievas. En un duro fallo, los jueces del Superior Tribunal de Justicia -Enrique Mansilla, Sergio Barotto y Sodero Nievas- no hicieron lugar al recurso de casación interpuesto por el defensor oficial, Juan Pablo Piombo que, en representación del padre de la niña, solicitó la suspensión del juicio a prueba. Esta petición fue rechazada por la Cámara Primera en lo Criminal de Cipolletti aunque sus fundamentos fueron también objetados por el STJ. Ante esta denegatoria el defensor oficial recurrió al máximo órgano judicial, fundamentando que la suspensión del juicio era la mejor alternativa al conflicto y al reencauce de la conducta del padre agresor. Coincidieron y sostuvieron esta postura la defensora de Menores e Incapaces de Cipolletti, la defensora general de la provincia, Rita Custet Llambí, la madre de la criatura y el fiscal de cámara de Cipolletti, Ricardo Maggi, que propuso tratamiento psicológico y prohibición de contacto del imputado con la criatura golpeada. Los jueces del STJ coincidieron con la postura de la fiscal general subrogante, Adriana Zaratiegui, que compartió el criterio del tribunal de no hacer lugar a la suspensión del juicio. Respecto de la postura de la madre de la niña víctima sostuvo que “esta carece de una real representación legal ya que la nena se encuentra internada en un hogar por lo que mal podría entenderse su consentimiento como una expresión de interés real a favor de la criatura”.