Los arbustos resistentes que le dan color al jardín
Con buenos consejos, como el que nos da hoy Ángel Rovira Bosch, desde Viedma, se pueden tener bellas especies arbustivas que, con sus hojas verdes que viran al plateado y sus flores, le dan no sólo tonos sino también formas distintas al paisaje.
Las especies arbustivas de las que hablaremos hoy son ideales para nuestra zona patagónica, y además, le dan color y formas en nuestros jardines. Ángel Rovira Bosch, del vivero de Viedma, “Desde el jardín”, nos aconseja sobre cuidados para estos arbustos muy decorativos.
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1.- Teucrium fruticans conocido vulgarmente como árbol germánico, salvia amarga o teucrio. Sin dudas el Teucrium fruticans es uno de las pocas especies arbustivas bastante resistentes al clima de nuestra zona con una buena adaptación. Este arbusto compacto, de hoja perenne y poco conocido en la zona patagónica es originario del Mediterráneo.
De la familia de las mentas lamiaceae, el Teucrium fruticans es muy adaptable a nuestra zona, ya que tiene muy buena resistencia a las altas y bajas temperaturas. “Es un arbusto muy interesante para cercos bajos, ya que puede alcanzar del metro a los dos metros de altura”, explica Ángel, quien cuenta además a RÍO NEGRO que el nombre del vivero fue elegido en honor a una de las películas del gran Peter Sellers.
Con hojas muy pequeñas de color verde grisáceo y blancuzcas al dorso, casi plateadas brinda un detalle característico por sus bellos contrastes en el jardín. Su floración es muy prolongada, casi anual – acota Rovira Bosch – y cuya flor en los extremos de las ramificaciones nace en un color azulado.
Se trata de una especie arbustiva ornamental porque es ideal para podas decorativas logrando diversas formas, donde de por sí se destaca los contrastes propios de su coloración, con los verdes más profundos. En la modalidad de cerco, Rovira Bosch recomienda plantarlo entre 0,70 centímetros a un metro de distancia. En cuanto al riego es medio, y funciona muy bien en lugares secos con suelos arenosos y de bajos nutrientes.

En la poda anual que se realiza al finalizar el mes de mayo, el experto aconseja retirar las ramas secas y el resto de material excedente, ya sea por forma o altura. En cuanto a su textura es muy tupida y al igual que otras especies de cerco, el Teucrium fruticans es absolutamente recomendable para aquellos que prefieran lucir un cerco vivo de líneas rectas.
“El Compost elaborado en casa es muy interesante para lograr ejemplares sanos y robustos. Agregándolo dos veces por año es suficiente”, dice. Además se trata de un arbusto muy atractivo para el trabajo de las abejas y mariposas colaborando con la polinización de especies cercanas.
Su reproducción es por esquejes y su crecimiento es de 20 a 40 cm por año dependiendo de sus cuidados, hasta llegar a su altura adulta que puede alcanzar los 2 metros. “En nuestro vivero familiar se encuentra entre los arbustos que reprodujimos desde nuestro inicio, con la Dirección Técnica de Fioravanti Strasnner, quien nos instó a que este arbusto tan noble no podía faltar en nuestra colección”, comentó Bosch.
2.- Westringia: Es un arbusto perenne originario de Australia y también se lo conoce con el nombre de romerino o romero costero, por su gran parecido con el romero. Su fortaleza lo hace ideal para la zona patagónica: es resistente – especifica Bosch – y su utilización es muy recomendable para macetones en jardines, balcones, galerías o para el armado de setos bajos o macizos en el jardín.
Sus hojas cortas y finas, similares a las del Romero, de color verde grisáceo crecen en forma redondeada. En cuanto a su floración tubular y extensa, desde el inicio de la primavera a la finalización del verano va del color blanco al azulado y también algunas variedades con tonalidades rosas.
En cuanto a su textura es muy vigorosa e interesante – explica Bosch – y para localizarlo hay que pensar en contornos de jardines o en fondos más elevados. Se aprecia muy bien con especies profundas en coloración verdes y de altura, ya que sus hojas finas, parecieran dar destellos del color plateado ante el movimiento.
Su crecimiento alcanza hasta 1,40 metros de altura, dependiendo del tratamiento que se le de a la poda, señala el especialista y, en estado natural es de forma redondeada. “Según mi experiencia resiste tanto el calor como el frío y también algunas heladas, aunque en especies chicas o de reproducción hay que cuidarlos, sobre todo los primeros años”, acotó.

“Es muy resistente a los suelos arenosos y vientos salados, por lo que es recomendable para las zonas costeras marítimas”, contó Rovira Bosch. El suelo ideal para este arbusto debe ser de buen drenaje, livianos , y con el agregado de abonos orgánicos se logra muy buena adaptación, crecimiento y resistencia.
En cuanto a su reproducción se realiza por esquejes durante el otoño y donde además se aconseja aprovechar la época para una poda completa y profunda, además admite tipos de poda ornamental todo el año. “Los esquejes, en los primeros tiempos, se deben mantener en ambientes cálidos”, indica.
Es un arbusto de fácil mantenimiento y donde la necesidad de riego en sus primeros años es fundamental, pero sin excesos para no generar podredumbre en sus raíces – explica el experto – mientras que una vez adulto logra tener una gran resistencia ante sequías y la falta de riego.
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3.-Stephanotis floribunda: Conocido como jazmín de Madagascar es de origen africano Oriental y se trata en este caso de un arbusto trepador de hoja perenne, con una hermosa cualidad de enroscarse en columnas y convivir entre otras especies, que le dan cobijo cuando están en el exterior, comenta Ángel.
Sus hojas brillosas de un verde intenso y firmes, de forma ovaladas presentan una floración en forma de ramillete que emana un perfume delicado y persistente.
Si bien es una especie sensible a las heladas y a los excesos de calor en verano, en nuestra zona se adapta muy bien en jardines de interior, galerías cerradas y en caso de lugares abiertos o en el exterior con reparo, respecto a sus cuidados hasta la adultez de la planta es necesario estar atentos, sobre todo a las bajas temperaturas.
“En nuestra zona Patagónica funciona muy buen en el interior dada su escasa rusticidad. Puede crecer en jardines de invierno, quinchos bien iluminados y soleados, donde su exposición reciba solo el sol de la mañana”, indicó Bosch. Y añadió que es muy importante que esté en ambientes de humedad media alta, por lo que se recomienda rociar con agua periódicamente.

El sustrato ideal para esta planta debe ser liviano y muy rico en nutrientes, con mucho drenaje – señala – además de la necesidad de riego normal, excepto en los meses de primavera y verano, donde en su época de floración requiere de mayor humedad, tanto en el interior, como en el exterior. Su flor es blanca y se muestra en ramilletes muy perfumados y su aroma invaden todo el ambiente interno.
Sus flores tienen una duración desde la primavera hasta despedirse el verano, dependiendo de las temperaturas. En cuanto a la reproducción – el experto asegura que la época principal es en el otoño con esquejes de tallo y tomados de ramas secundarias. Las mismas se tapan con nylon para tener una temperatura no inferior a 22° grados aproximadamente que, por su formación de raíces es bastante lenta. Por esta razón, Ángel aconseja no desanimarse, ya que demora ese tipo de proceso, en estas especies.
Para el jazmín de Madagascar el experto recomienda observar durante los meses de primavera y verano la presencia de ácaros, cochinillas y pulgón. Es ideal limpiar sus hojas de manera manual con un trapo, o con remedios naturales, jabón potásico o aceite de Neen.
“Cuando se lo ubica en el exterior, los primeros 4 a 6 años hay que cuidarlo mucho del frío, tapándolo con manta anti heladas. Su ubicación debe ser norte, y debe tener mucho reparo de los vientos del sur y oeste. En edad adulta logra tener buena adaptación y aclimatación, sobre todo en ciudades, no así en áreas descampadas y abiertas”, culminó Ángel Bosch.
Como preparar un buen enraizador
Hormona de enraizar con lentejas. Esta es una sugerencia del ingeniero Norberto Raffo:
PASO 1: Colocamos en un recipiente una parte de lentejas y cuatro de agua. Dejamos reposar durante 12 horas. Luego sacamos el agua (no tirarla) y las dejamos tapadas en un lugar cálido (lavadero, cocina, etc).
PASO 2: Durante tres o cuatro días sumergimos las lentejas en el agua (la que no tiramos) durante media hora. Luego, volvemos a retirar el agua y repetimos esta operación cada 24 horas dejando las lentejas tapadas en el lugar cálido que elegimos.

PASO 3: Cuando los brotes esten aproximadamente de 2 centímetros, (momento en que la carga de hormona es alta), procesamos las lentejas con el agua que siempre guardamos.
PASO 4: Una vez procesada, la pasamos por un colador. El líquido recogido contiene la hormona enraizante.
PASO 5: Colocar en una botella y ya está listo el enraizante para usar.
Puede durar en la heladera hasta 15 días.
Las especies arbustivas de las que hablaremos hoy son ideales para nuestra zona patagónica, y además, le dan color y formas en nuestros jardines. Ángel Rovira Bosch, del vivero de Viedma, “Desde el jardín”, nos aconseja sobre cuidados para estos arbustos muy decorativos.
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