Los bomberos de Río Negro llegarán antes a los incendios con una APP creada por estudiantes

La Federación rionegrina probó una tecnología que les permite detectar focos en tiempo real, a través de inteligencia artificial e imágenes satelitales. Pasó con éxito la experiencia realizada en Alto Valle. Permite llegar más rápido a los incendios de campos.

El año pasado se quemaron 33.000 hectáreas en Río Negro.

La sequía que desde hace 11 años afecta al norte de la Patagonia y el aumento de las temperaturas por la cercanía del verano, potencian el peligro de incendios forestales y de campos. Solo el año pasado se consumieron 33.000 hectáreas y las pérdidas económicas fueron muy grandes.

Los cuarteles de bomberos contarán en los próximos meses con una herramienta clave para la detección temprana del fuego que fue ideada por estudiantes. Así, podrán a actuar más rápido para sofocarlos.

Se trata de la App que bautizaron Satélites On Fire y fue creada por estudiantes de una escuela de Buenos Aires. (Ver recuadro)

La tecnología permite un monitoreo satelital para detectarlos en tiempo real, incluso en lugares inhóspitos, donde las alarmas tempranas no ocurren por la falta de pobladores cercanos.

El dispositivo toma como base el proyecto desarrollado por la NASA denominado FIRMS, que utiliza cuatro satélites que orbitan la tierra y pasan sobre el territorio argentino cuatro veces en el día, lo que genera intervalos de varias horas en la actualización de imágenes.


La intención es que el nuevo sistema de alertas funcione este verano


La App mejora el servicio al incorporar imágenes aportadas por dos satélites geoestacionarios que cada 10 minutos toman imágenes y detectan puntos calientes. Esa info baja a los teléfonos celulares de los usuarios con un detalle sobre el nivel de riesgo del incendio y las coordenadas que ubican el foco.

“Esta herramienta resulta de muchísima utilidad, sobre todo para los cuarteles que tenemos una cobertura de una gran superficie del territorio con amplias zonas donde no hay pobladores, lo que genera que muchas veces tengamos la alerta por el incendio con varias horas de diferencia desde el momento que se inició, y a su vez una gran complicación para llegar hasta los lugares, con ventanas desde seis a ocho horas acercarnos al lugar”, apuntó Fabio Ramos, presidente de la Asociación Bomberos Voluntarios de Lamarque, sector en el que hoy se encuentra a modo de prueba la APP.

Una muestra de la eficiencia que puede brindar el sistema la tuvieron semanas atrás, cuando les alertó por un incendio que se registraba en un campo, lo que generó la rápida movilización de móviles y dotaciones hacia el lugar del foco. Al llegar comprobaron que los propietarios del campo estaban haciendo una quema controlada, pero no había alertado de esta situación al personal de bomberos.

La aplicación fue desarrollada por un grupo de jóvenes que concurren a la escuela ORT de Buenos Aires.

También durante las últimas semanas, en horas de la madrugada, recibieron alertas de focos de bajo riesgo en amplias zonas de producción frutícola. “Comenzamos a ver, y nos encontramos que eran precisamente productores que estaban utilizando fuego para combatir las heladas”, comentó el presidente del cuartel de Lamarque.

El uso de la App para la detección temprana de incendios es impulsada por la Federación de Bomberos de Río Negro, que hace meses atrás tomó conocimiento de esta herramienta y decidió contactarse con los proveedores para establecer un plazo de prueba y evaluar así el funcionamiento.

“Esta herramienta resulta muy útil, sobre todo para los cuarteles que tenemos cobertura de gran superficie despobladas”.

Fabio Ramos, titular de la Asociación Bomberos

En principio se hizo la prueba en el Alto Valle, donde si bien se evaluó que es una herramienta útil, en el caso de las zonas urbanas y rurales, cuenta con población presente. Por este motivo, las alertas por la detección de incendios se dan casi al mismo tiempo que los cuarteles reciben los llamados de vecinos, según explicó Federico Brizuela, jefe del cuartel de Bomberos Voluntarios de General Roca, donde se centraliza el monitoreo con la App.

No obstante, consideraron que no se debe descartar su uso, considerando que todas las ciudades del Alto Valle tienen también un amplio radio de cobertura en las zonas rurales en la zona norte como al sur del río Negro.

La idea impulsada por la Federación de Bomberos es realizar una evaluación en terreno sobre la utilidad del sistema.

En el Alto Valle el servicio ya fue monitoreado y ahora se trasladó al análisis hacia la zona del Valle Medio, zona donde se producen gran cantidad de incendios de campos que consumen grandes superficies en zonas de secano.

La evaluación continuará en la Línea Sur y en El Bolsón, donde también la falta de lluvias y la posibilidad de incendios es una gran preocupación para los pobladores.

La intención es que para la próxima temporada estival el servicio esté en pleno funcionamiento con el sistema de alertas tempranos a los cuarteles distribuidos en las distintas regiones de la provincia.

Se informó que el costo del nuevo servicio será absorbido por la Federación de Bomberos.


Cómo nació la idea


La App Satélites On Fire para la detección temprana de incendios, fue desarrollada por un grupo de adolescentes que concurren a la escuela ORT de Buenos Aires.

Surgió como parte de tareas que aplican por cursar la orientación en Tecnología de la Información y la Comunicación.

El proyecto nació en 2020 y fue elaborado por Alexander Bodner, Franco Viau, Joaquín Chamo y Ulises Pacholczak. Tienen 17 años y cursan el último año del nivel medio.

“Nosotros vimos los incendios de Córdoba que ocurrieron el año pasado, lo que nos sorprendió muchísimo y pensamos qué podemos hacer para ayudar. Nos pusimos a investigar y contar con satélites que nos puedan proveer imágenes en tiempo real para que podamos identificar incendios y focos de calor por variaciones térmicas en el territorio. Así fue como hace unos cuatro meses logramos terminar nuestro sistema de alerta que era lo que las organizaciones nos venían pidiendo”, apuntó Franco Viau.

No obstante, a partir del uso y la comunicación constante con los usuarios, se trabaja en mejoras sobre el producto para dar respuesta a los clientes.

33.000
las hectáreas que se quemaron el año pasado en Río Negro por los incendios forestales y de campos.

El sistema lo utilizan distintas organizaciones en las provincias de Buenos Aires, en Neuquén (8 centrales de bomberos), en Río Negro, Corrientes, Chaco, Chubut, Córdoba y también empresas uruguayas.

Viau señaló que “la detección de incendios depende de varios factores como puede ser la resolución del satélite, las condiciones climáticas y algunos aspectos del suelo. Nosotros ofrecemos seis satélites en la detección, dos son geoestacionarios, los cuales tiene un poco más de resolución, y cuatro de órbita baja. Si los detectamos con los geoestacionarios, aproximadamente los incendios tienen que ser de unos 65 metros por 65 metros, y en el caso de los de órbita baja, esa dimensión es mucho menor”.

Comentó finalmente que la App está basada sobre “el sistema de la NASA llamado FIRMS. Su detección consiste en cuatro satélites de órbita baja que giran alrededor de la tierra. De este modo, pasan por Argentina aproximadamente cuatro veces por día.


Buenos resultados en las pruebas


José Calderón, que preside la Federación de Bomberos Voluntarios de Río Negro, brindó precisiones sobre las pruebas que están haciendo con la aplicación.

“Para fin de mes tendremos un diagnóstico final para definir cómo continuamos con el prestador. En el Alto Valle se utilizó y hubo buena respuesta, y en Valle Medio están muy conformes con los resultados que se obtuvieron con las alertas tempranas de incendios de campos en zona de secano”, explicó.

Detalló que el sistema de monitoreo se está probando en tres zonas: El Bolsón, Valle Medio – con el monitoreo central en el cuartel de Bomberos Voluntarios de Lamarque-, y en el Alto Valle, con el monitoreo principal desde el cuartel de Bomberos Voluntarios de General Roca.

“De acuerdo a los primeros informes que tuvimos, en la zona andina y en la zona de secano funcionó bien; en cambio en el Alto Valle, como tenemos principalmente producción frutícola y esto implica pastos bajos, la detección ocurre cuando los incendios son un poco más grandes”, agregó.

Remarcó que “todo depende del diagnóstico que se está realizando; por ejemplo, si se considera que en el Alto Valle no es tan confiable, lo llevaremos hacia la Línea Sur, a la zona de Los Menucos. En los sectores donde se producen los incendios de campos y forestales, tenemos una menor densidad demográfica, y desde que se detecta hasta que se avisa, pasa mucho más tiempo”.

En el Alto Valle se quema una hectárea o una alameda y las alertas a los cuarteles son casi inmediatas, mientras que en las zonas de campos se habla de cientos o miles de hectáreas las que se queman. Para Bomberos también es muy importante porque estos incendios consumen no solo una gran superficie, sino que generan un gran gasto en recursos humanos y económicos para los cuarteles, cuando en realidad se pueden reducir si se enfrentan rápidamente”, concluyó Calderón.


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