Maquinista alertó a TBA sobre problemas de frenos

Accionó tres veces pero los sistemas fallaron. También el paragolpes hidráulico.

DyN

Amigos y músicos que compartían ensayos con Lucas Menghini Rey, el último joven rescatado muerto, le realizaron ayer un homenaje.

El testimonio del maquinista y nuevos informes de la Defensoría del Pueblo y la Contraloría complican cada vez más la situación de la concesionaria de Trenes TBA en el hecho donde el pasado miércoles una formación se estrelló en la terminal de Once, dejando 51 muertos y más de 700 heridos.

“En cada estación le avisaba por la radio al controlador de tráfico que tenía problemas en los frenos. Del otro lado me respondían: seguí, seguí, seguí”, declaró el maquinista del tren que

Según indicó ayer el diario “La Nación”, el maquinista Marcos Antonio Córdoba, describió así al juez federal Claudio Bonadío cómo fueron los momentos previos a que la formación de la empresa chocara en la terminal de Once, en una de tres peores tragedias ferroviarias en la historia argentina.

Luego de escuchar su declaración indagatoria, el juez imputó al maquinista por el delito de “estrago culposo” (cuando no hubo intención) y dispuso su excarcelación con una serie de condiciones, pese a que el fiscal federal Federico Delgado se opuso a que Córdoba fuera liberado hasta que concluyan los peritajes.

“Esta declaración complicaría la situación de los responsables de la empresa TBA, la firma concesionaria de los trenes que cumplen el recorrido entre Moreno y Once”, señaló el matutino.

Córdoba, según “Clarín”, aseguró que intentó frenar dos veces, luego aplicó el freno de emergencia y los mecanismos no funcionaron. Además, señaló que era “habitual” que existieran fallas en los materiales de los trenes.

El maquinista, que podría se condenado a entre uno y cinco años de cárcel, está casado, no tiene hijos y su mujer está embarazada. Tiene su cara lastimada producto de que, por el impacto, se golpeó con el vidrio de la cabina de conducción. También tiene golpes fuertes en sus piernas, pero no fracturas.

A sus denuncias se sumó la Unión Ferroviaria que aseguró que el paragolpes hidráulico que debía morigerar el impacto tampoco funcionó correctamente por supuesta negligencia en su mantenimiento. “El control de la carga de agua debe hacerse cada 15 días y la resistencia probada por una locomotora (pero) esto lo hacían una vez cada seis meses”, denunció el sindicato que reclamó “el fin de la concesión y la formación de una comisión independiente investigadora” para determinar responsabilidades.

El adjunto primero del Defensor del Pueblo nacional, Anselmo Sella, también recomendó ayer al gobierno la rescisión del contrato con TBA a raíz de la falta de mantenimiento en trenes y la tragedia. En un informe, Sella se dirigió al ministro de Planificación Federal Julio De Vido para aconsejarle que “arbitre las medidas conducentes a resolver el contrato de concesión con la empresa Trenes de Buenos Aires, garantizando el Estado Nacional la prestación del servicio en condiciones de seguridad y calidad”. El siniestro, acotó, “determinaría por sí mismo, por su gravedad, la falta de aptitud, pericia y responsabilidad por parte de la empresa para continuar como concesionaria ”.


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