Maradona tiene su plaza en Río de Janeiro, pese a la oposición del hijo de Bolsonaro

El astro futbolístico será homenajeado en un espacio público, frente a la playa. Carlos Bolsonaro se opuso a la iniciativa, pero no dio explicaciones sobre su voto.

Diego Armando Maradona ya tiene su plaza como un homenaje en Brasil, ubicada frente a la playa de Botafogo, en Río de Janeiro, y la iniciativa contó con la unanimidad de los concejales de la ciudad maravillosa, menos con la del más famoso de los legisladores municipales, Carlos Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro.

«Para nosotros es un gran reconocimiento y una alegría poder darle impulso a esta iniciativa», dijo a Télam el cónsul general de Argentina en Río de Janeiro, Claudio Gutiérrez, quien anticipó que habrá una estatua de Maradona en el lugar, para lo cual debe abrirse una suerte de concurso.

La plaza Diego Armando Maradona fue creada oficialmente el 24 de junio por una ley aprobada en dos votaciones por la Cámara Municipal, como se llama oficialmente el concejo deliberante de Río de Janeiro.

Será erguida en uno de los espacios verdes de la Avenida Naciones Unidas, frente a la Bahía de Guanabara y del Edificio Argentina, donde está ubicado el consulado general.

La iniciativa de ponerle Diego Armando Maradona al espacio público aún sin nombre fue de un fanático del 10, el concejal Felipe Michel, del derechista Partido Progresista (PP), fuerza que a nivel nacional es aliada del presidente Jair Bolsonaro en el Congreso.

«Para mí, los mejores futbolistas que vi de Argentina fueron obviamente Maradona y después Juan Román Riquelme. Pero por Maradona tenemos un reconocimiento grande, cariño, admiración; él era admirador de Brasil y de Río de Janeiro», destacó Michel en una entrevista con Télam.

El concejal es un exfutbolista que jugó en Flamengo y Arabia Saudita en los noventa, es amigo del argentino Alejandro Mancuso y por eso participó hasta 2013 de algunos campeonatos de showball en los clásicos entre argentinos y brasileños.

Pero, a los pocos días, el intendente de Río de Janeiro, Eduardo Paes, un centroderechista del Partido Social Demócrata (PSD) y opositor a Bolsonaro a nivel nacional, vetó la ley, argumentando que bautizar a estos lugares públicos es una función del Poder Ejecutivo.

Fue así que el concejo deliberante de Río se reunió nuevamente el 23 de junio para votar si eliminaba o no el veto. En esa votación, según las actas, el único que se opuso a la creación de la plaza fue el concejal Carlos Bolsonaro, quien es famoso por administrar las redes sociales del padre y fue acusado por la oposición de llevar adelante lo que se conoce en Brasilia como el «gabinete del odio», una usina de trolls bolsonaristas en Internet.

Se desconoce el motivo por el cual apoyó el veto Carlos Bolsonaro, el segundo de los cinco hijos del presidente, llamado «02», en lenguaje militar, por el jefe del Estado.


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