Se cumplen 35 años del Argentina – Inglaterra, la obra maestra de Diego Maradona

Con la Guerra de Malvinas todavía latente, el partido contra los británicos en el Mundial de México '86 es el más emblemático y recordado de todos.

El Argentina – Inglaterra del Mundial de México 1986 es seguramente el partido más importante de la historia de la Selección. Al contexto de fuerte rivalidad por la reciente Guerra de Malvinas, se sumó la increíble actuación de Diego Armando Maradona con dos goles que serían inverosímiles en cualquier película.

El camino del equipo nacional en el torneo fue de menor a mayor y en cuartos de final se encontró con el primer peso pesado en frente. Aunque había jugado con Italia, ese duelo fue por fase de grupos y no en una instancia eliminatoria.

Contra los británicos, el encuentro fue por cuartos de final en el mítico Estadio Azteca ante más de 100.000 espectadores. Los europeos tenían varios jugadores de renombre y eran candidatos al título.

A cuatro años de la Guerra de Malvinas, la previa del partido recordó constantemente ese hecho y los medios hablaban de «revancha». Ganarle a Inglaterra significaba mucho más que un triunfo futbolístico.

Después de un primer tiempo sin goles, las emociones llegaron en el complemento y se dieron en un marco de cinco minutos.

A los 6′, tras una buena acción colectiva y un rechazo involuntario de un defensor inglés, Maradona quedó frente al arquero Peter Shilton, casi 20 centímetros más alto que Diego.

En un rapto de picardía y viveza, el Diez metió la mano para anticipar la pelota. Una vez consumado el gol no dudó y lo festejó como si nada hubiera pasado. El árbitro y el juez de línea no se percataron de la infracción por lo que no cedieron ante la protesta de los británicos. En ese instante nació el mito de la «Mano de Dios».

Solo tres minutos más tarde, se gestó el mejor gol de la historia de los Mundiales. Maradona recibió atrás de la mitad de la cancha y en una apilada genial dejó atrás a cinco rivales, entre ellos el arquero Shilton.

El inolvidable gol fue la obra cúlmine de Diego, que en esa jugada demostró todo lo que podía hacer. Inmortalizado por el relato de Víctor Hugo Morales, el video del tanto fue repetido miles de veces y aún así sigue generando la misma emoción.

Aquella tarde en el Azteca, el Diez intentó 31 pases, 26 de ellos en campo rival y acertó un 90%. En el segundo tiempo no erró ninguno. Recibió 10 faltas y remató 6 veces, dos de ellas al arco con final feliz.

Después de esa victoria, el equipo de Carlos Salvador Bilardo venció a Bélgica y a Alemania para conquistar su segunda Copa del Mundo. Aunque con Inglaterra no fue la final, todos los condimentos de ese partido hicieron que sea el más rememorado. Hoy, a 35 años, el recuerdo está más latente que nunca.


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