Maravilla: un regreso con gloria pero sin brillo
Sufrió demasiado y convenció a los jurados en el final. Matínez confirmó que se quebró la mano izquierda en el segundo round. Su próxima pelea sería en marzo de 2014, la penúltima antes de su retiro del boxeo.
DyN
BUENOS AIRES (Walter Rodríguez, enviado especial).- Regreso con gloria después de una década, aunque no con el brillo de su última gran noche. Su camino errante en busca de la fama y el reconocimiento sólo han modificado un poco su leguaje pero no su corazón. Sergio Maravilla Martínez, aquel que se crió en una piecita de cuatro por cuatro en un hogar humilde de Claypole con sus padres y sus hermanos, volvió a pelear en su tierra e hizo vibrar a las 40.000 almas argentinas que desafiaron a la lluvia, y a todo un país que siguió la pelea con el británico Martin Murray.
Martínez enterró la incertidumbre que se había apoderado de la multitud al ganar los dos últimos asaltos y así torcer la visión de los tres jurados, que lo vieron ganar por la misma diferencia: 115 a 112.
El regreso de MM ante su público no fue fácil. Murray demostró ser un boxeador muy aguerrido, prolijo y aferrado a una táctica a rajatabla. La ortodoxia del británico fue un libreto que a Maravilla le costó entender. La guardia cerrada, el jab mecánico sobre la zona alta del argentino lo complicó. Más aún por la tendencia ya clásica de Maravilla de boxear con sus brazos rozando sus rodillas.
Martínez, que en peleas anteriores como ante Paul Williams buscó el cruce de golpes dada su justeza, esta vez no supo ni pudo encontrarlo. Durante los primeros siete asaltos, mantuvo a raya a Murray con la derecha en punta, ante un retador que hasta ahí se mostraba poco ambicioso y con pocos recursos para ir en busca de la pelea. Pero un cabezazo de Murray en el séptimo, marcó la ceja izquierda del argentino y su performance entró en un pozo. Más aún cuando promediando el octavo, Martin impactó el rostro de Maravilla que iba en pleno retroceso y lejos de las cuerdas, y los noqueó. La lluvia se volvió de hielo para la multitud.
El inglés se acordó que era el retador, salió a buscar la pelea y se quedó además con el noveno y décimo asalto. Maravilla no lograba encontrar huecos en la cerrada guardia del británico y la pelea se le escurría de las manos. Sin embargo, en los dos últimos asaltos, revivió.
Principalmente en el último round, donde Maravilla pudo conectar un par de golpes certeros que Murray sintió y retrocedió en busca de las cuerdas por primera vez en la pelea. El público explotó porque por fin se llenaba los ojos con al menos algo de lo que vino a buscar. Al campeón le bastó con esa dosis homeopática de su repertorio para paliar el mal en que se había transformado Murray y le ganó.
El ya mítico Michael Buffer dio el veredicto y el estadio respiró aliviado: Maravilla en fallo unánime (y excesivo de 3 puntos).
Martínez es hoy la imagen viva del viejo boxeo argentino. “Cómo te vas a olvidar de todos ellos”, decía la voz en off en la previa mientras mostraba imágenes de los campeones mundiales que ha dado la Argentina, alimentando el sentimiento albiceleste de la multitud a la que no le importó el agua ni tampoco el caos que se vivió en la ubicaciones alrededor del ring, donde no se respetó lugar ni valor para localidades que costaron hasta cinco mil pesos.
Ya llegará el tiempo de análisis más ajustados, aunque esta vez Maravilla fue sólo Martínez. La gente festejó bajo la lluvia porque el cinturón se quedó en el país, sólo eso.
boxeo
El campeón tuvo que dejar todo para que el cinto quede en casa. Murray le complicó la pelea, pero en el cierre llegó la reacción.
Primera caída de Maravilla Martinez vs Martin Murray
Previa a la pelea de Murray y “Maravilla” Martinez
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