Mató a su hermana de un disparo pero discuten la inimputabilidad

Juan García está acusado de asesinarla de un escopetazo en mayo de 2018, en el barrio Pichi Nahuel de Cipolletti. El tribunal debe determinar si la violenta muerte que le propinó se encuadra en un caso de emoción violenta.

En esta primera jornada se ventilaron detalles de los acontecimientos de aquella noche y otros en la relación entre los hermanos. (Foto: Juan Thomes)

Ayer comenzó el juicio por el homicidio de Dora García con los testimonios de efectivos policiales y peritos. El único imputado, Juan García, está acusado de matar de un escopetazo a su hermana en mayo de 2018, en el barrio Pichi Nahuel de Cipolletti.

En el debate, que comenzó ayer, se ventilaron varios detalles de los acontecimientos de aquella noche y otros en la relación entre los hermanos (ver aparte). El juicio oral y público se centra principalmente en determinar si García es imputable o no, ya que no quedan dudas que fue el autor material del disparo, y los cortes con un arma blanca que sufrió la mujer antes de su muerte.

El tribunal, conformado por los jueces Julio Sueldo, Marcelo Gómez y la jueza Laura González Vitale, debe determinar si la violenta muerte que le propinó García a su hermana se encuadra en un caso de emoción violenta como espera probar la defensa. O si por el contrario el imputado, como postula la fiscalía, actuó con violencia de género y que era consciente de sus actos al momento del crimen. El defensor oficial designado para García es Juan Pablo Piombo, mientras que el fiscal está en manos de Martín Pezzetta.

Ayer gran parte de la audiencia que se desarrolló con extensas jornadas por la mañana y por la tarde estuvo enfocado en lo que sucedió aquella noche. También hubo un gran desarrollo descriptivo de los peritos detallando la escena del crimen. Allí se determinó que el homicidio se efectuó en la habitación de la madre y que fue el escopetazo en el rostro de Dora lo que terminó con su vida. El autor del crimen actuó con evidente violencia, porque el cuerpo de la mujer presentaba muchas heridas de arma de blanca.

El subcomisario Marcos Peralta relató que la madre de la víctima mencionó a su hijo como el autor del crimen. También se ventiló, por el testimonio de otro policía, que había constantes denuncias anónimas en ese domicilio y que habían acudido muchas veces a esa vivienda. De allí surgió que la víctima sufría de esquizofrenia. El mismo oficial quien manejaba el móvil que trasladó a García hasta la comisaría iba llorando y decía “yo no estoy loco”.

La imputabilidad o inimputabilidad se define por dos cuestiones. Si el imputado, en este caso Juan García, comprendió la criminalidad del acto y por el otro si pudo dirigir sus acciones. En la historia de la justicia rionegrina hay muy pocas declaraciones de inimputabilidad.

“Yo estaba cargo del móvil que trasladó al imputado hasta la comisaría. Él lloraba y en un momento dijo yo no soy el loco”.

Declaración de un efectivo policial durante la primera audiencia.

La víctima había hecho denuncias

Uno de los oficiales declaró que la madre narró que era “normal” que se peleen entre ellos. “Era habitual verlos pelear”, dijo Peralta parafraseando a la madre de la víctima y el victimario. “La golpeaba, ella lo denunció innumerables veces y hasta llegó a intervenir el juzgado de Familia”, le narró a este medio una amiga de la víctima días después del trágico hecho.

Otro oficial relató ayer que una vez acudieron al domicilio de la familia ubicado sobre calle O´Higgins por un llamado anónimo de un vecino. “Fui al menos dos veces, una vez intenté hablar con la víctima, pero no pudimos. Pudimos hablar con Juan que nos decía que estaba todo bien”, indicó.


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