“Me infecté trabajando”, dijo la médica de Roca con coronavirus en España

Liliana Rodríguez vive en Mallorca y describe el drama en el país ibérico. Es médica de urgencias, estuvo expuesta por trabajar sin material adecuado y denuncia la imprevisión del gobierno. "Si envían boletas a domicilio para votar, porque no lo hacen con barbijos y guantes", dice.

Liliana Rodríguez Bou Abdo. Ahora hace teletrabajo desde su casa en Mallorca.

Liliana Rodríguez Bou Abdo tiene 63 años y se crío en General Roca, donde hizo la primaria, el secundario y cosechó muchos amigos. Se recibió de médica anestesista en la UBA y trabajó en hospitales de Capital Federal y Gran Buenos Aires. En 1984 se radicó en la isla de Palma de Mallorca, España, donde vive con su hija, yerno y nietos. Trabaja en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria y figura en la lista de 150 profesionales sanitarios del país ibérico que contrajo el coronavirus por actuar en la primera línea de atención.

“Ojalá las autoridades se den cuenta de lo clave que es la buena salud. Reditúa mucho más que el mejor título en la Bolsa”.

Liliana Rodríguez Bou Abdo, médica de urgencias

La médica roquense cargó contra al gobierno de Pedro Sánchez por “la falta de previsión, pese a las alertas que recibieron a fines de diciembre” y explica que los médicos se contagiaron por no tener el material adecuado. Calificó de “penoso” que en un país del primer mundo hayan tenido que hacer vestimentas de aislamiento con bolsas de basura y que los profesionales de la salud improvisaran pantallas con carpetas para cubrirse el rostro .

Su caso es leve, puede que en los próximos días reciba el alta y tenga que volver “a la trinchera”.

En diálogo telefónico con “Río Negro” luego de su jornada de teletrabajo en cuarentena, contó cómo es vivir con “el mal puesto”. Brindó un detallado panorama de la situación en España que superó las 15.000 víctimas y expresó su anhelo de volver de visita a Roca, como lo viene haciendo año a año, para estar con su madre, hermano y amigos. Un lugar que atesora porque dice que aquí creció “feliz y protegida”.

El que sigue es el diálogo de Liliana Bou Abdo con Río Negro:

P- ¿Cómo explicás tu situación particular y la de España en general ante el duro avance de la pandemia?

R– Mi caso es una mínima muestra de lo improvisado que es nuestro gobierno central y de porqué se dispararon los números de infectados en España, cuando tenemos una sanidad estatal excelente, con profesionales que conocen su arte y buen hacer. La falta de previsión pese a las voces de alerta que arrancaron en diciembre, desembocó en esto que hoy nos toca vivir. Los sanitarios nos hemos contagiado al no tener el material adecuado para trabajar. Y eso sí se podría haber evitado. Es penoso ver un país del primer mundo en el que hacen vestimenta de aislamiento con bolsas de basura, voluntarias en patronaje y costura que están cosiendo porque no teníamos equipos. Los mismos sanitarios haciendo pantallas con la mica transparente de las carpetas. Se pidió el 2 de marzo que suspendieran las concentraciones y manifestaciones, pero como había que obtener rédito político, no sólo se las autorizó, sino que se animó a que la gente concurriera a la marcha feminista del 8 de marzo. Terrible imprudencia. O negligencia total del gobierno central. Y mientras tanto, en cada autonomía, o al menos en muchas, se ve personas trabajando a brazo partido desde todas las instancias sanitarias. Desde el personal de limpieza, conductores, administrativos, sanitarios asistenciales y directivos. Muchas más horas de las que imaginan.

“Los casos graves se inician con distrés respiratorio y terminan en cama de hospital, neumonía, respirador y a ver si te salvas”.

Liliana Rodríguez Bou Abdo, médica.

P- ¿Qué día te contagiaste y dónde crees que fue?

R- Me infecté trabajando, no hay otra forma, soy médica de urgencias. Estamos en la primera línea. Suerte he tenido de no tener comorbilidades (otras enfermedades); y aún estando en edad de riesgo, ha sido una forma leve. Tengo compañeros ingresados con neumonía.

P- ¿Cómo viviste el momento en que te dijeron que tenías “el mal”?.

R- El 20 de marzo, mi yerno -que también es médico- y yo, presentamos febrícula. El domingo 22 me llamó una compañera enfermera del centro de coordinación para confirmarnos el positivo. No lo viví de ninguna manera en especial, sabía que estaba dentro de las probabilidades.

P- ¿Qué cosas pasan por tu cabeza al estar en cuarentena?

R- Fíjate lo absurdo que son los que controlan aquí el sistema de salud. Somos 700.000 sanitarios en total en España, sumando médicos, odontólogos, enfermeros y veterinarios. El gobierno nos insta ahora a que si ya pasamos tres días sin fiebre, aunque no se haga el test, tenemos que presentarnos a trabajar igual. Es un absurdo total. Nulidad de concepto epidemiológico, pero así están nuestras cosas. Así surge de un comunicado del gobierno de la semana pasada y por supuesto que las organizaciones médico-colegiales lo rechazaron. Pero mientras tanto, la orden salió y estamos en estado de emergencia. O sea que hay que obedecer.

P- ¿Los hospitales de España están desbordados, faltan camas?

R- Eso puede ocurrir en Madrid, pero la respuesta fue rapidísima gracias a la UME (Unidad Militar de Emergencia). Montaron en menos de una semana un macro hospital en Madrid y han colaborado en todo el territorio español, incluso trasladando cadáveres. Quizás esta semana podamos tener en algún lugar saturación, pero repito que la respuesta del cuerpo sanitario ha sido monologa, rápida y certera. Sólo espero que cuando esto esté controlado se den cuenta de la importancia y el valor que tiene la buena salud. Que es mucho más redituable que el mejor título de la bolsa de valores; y que mal que les pese a los políticos, el mérito es todo de los sanitarios. Ellos, una vez más, no han servido ni siquiera para anticiparse en las medidas de contención y/o defensa.

P- ¿Describí cómo es tener coronavirus? ¿Qué carecterísticas presenta y sentís. Con qué podes asociarlo?

R- No hay una generalización. Suele comenzar con febrícula, que es fiebre que no llega a los 38 grados, tos normalmente seca y sensación de mucho cansancio, como cuando se tiene una gripe muy fuerte. Si no tenés fiebre te permite hacer cosas, pero a las pocas horas estás muy cansado, podes tiritar de frío, sentirte muy débil y seguir tosiendo. La febrícula va y viene. El Paracetamol sirve bastante para combatir los síntomas, no así el Ibuprofeno. Se necesita mucho reposo y descanso en los casos leves. En los más graves comienza con distrés respiratorio y termina en la cama de un hospital, con una neumonía o con respirador en el peor de los casos. Respiración por vena y a ver si te salvas.

P- ¿Cómo era un día de trabajo tuyo, antes de caer enferma?

R- Mi trabajo es en urgencias, por lo tanto hay días que cubro 24 horas, otros 12, otros 15. A veces lo hago dentro del centro de salud, del punto de atención continuada. Otras veces en domicilios, si nos llaman. O medicalizando una ambulancia, si es importante trasladar a un paciente y no hay una Unidad de Cuidados Intensivos disponible. A veces toca trabajar sábado y domingo y luego paro hasta el miércoles que hago 12 horas más. Fundamentalmente vemos urgencias. Sea desde un dolor de oído o garganta, un infarto, un politraumatizado, lo que caiga en el centro de salud o lo que tengamos que ir a ver a la calle o al domicilio. Acudimos a donde el centro coordinador telefónico nos envíe.

P- ¿Y ahora?

R- Desde que caí enferma realizo teletrabajo en casa. Resolvemos y solucionamos consultas de la gente porque el día a día de ellos en los centros de salud ya no existe y tienen que saber cómo vuelven a tener sus recetas, qué síntomas presentan sea nuevo o crónico. Somos médicos en red que estamos dando soluciones para que la población esté asistida. Tenemos números de asistencia psicológica, de asistencia sanitaria directa. En otros casos se los hace acudir al centro y se les avisa previamente. Al menos aquí en Islas Baleares está muy bien organizado.

P- ¿Cómo observás la situación en Argentina con el coronavirus? ¿Cuáles son tus recomendaciones?

R- Creo que se tomaron las medidas de aislamiento a tiempo por parte gubernamental; aunque viendo las colas de coches en la Panamericana o las de los bancos con los jubilados, dudo que sirvan de mucho. Vi acumulación de gente, lo que puede significar transmisión de virus de uno a otros y eso se multiplica de forma exponencial y no matemática; con lo cual dos más dos pueden ser ocho. Lo otro que se ve es la incivilidad. Si tienes un finde largo no se te pude ocurrir irte a la playa. En cuanto a las recomendaciones, hay que quedarse en casa y punto, para que no haya transmisión. Usar mascarilla que de verdad aísle. Si se pueden mandar las boletas de los candidatos políticos a casa de cada uno de los votantes, también se pueden dar un par de guantes y mascarillas y es barato, para un fin mucho más importante.

P: ¿En qué estadío de la enfermedad estás. En qué tiempo crees que podés tener el alta?

R: Supongo que tengo para una semana más. Debo estar 5 días asintomática para que puedan repetirme el test, y luego, estando todo bien, nuevamente a la trincheras.

Los errores groseros que cometen los líderes

Pedro Sánchez, jefe del gobierno español, con su dedo en el peor lugar.

Lo primero que salió de Liliana Bou Abdo, en la entrevista online con este diario, fue apuntarle durísimo al gobierno de Pedro Sánchez, por la falta de previsión con la pandemia. Enseguida envió una foto por WhatsApp para graficar “los errores groseros que siguen cometiendo los líderes, los que deben brindar el ejemplo y hacen una detrás de otra”.

La imagen es del viernes pasado, cuando el jefe de gobierno español anunció el cambio de estrategia y planteó el uso generalizado de mascarillas.

“Claro que Sánchez hizo todo mal”, dijo la médica. “Puso un dedo que podría estar infectado al interior del barbijo, para que el contagio sea rápido y efectivo”, ironizó.


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