Menos católicos, igual de religiosos
Un año después de la designación del carismático Francisco como papa, la Iglesia Católica ha recuperado confianza por parte de sus fieles, pero no ha detenido su relativa declinación en América Latina.
DEBATES
Un estudio sobre 20.000 personas en 18 países de América Latina reveló que la elección de Francisco no ha impactado aún en forma significativa en la relativa declinación de la Iglesia Católica en el continente, aunque sí ha mejorado la imagen que los fieles tienen de la institución. Desde 1995 se percibe una baja cercana al 10% en adherentes al catolicismo, que se mantiene con el 67% como la identidad religiosa dominante. Sin embargo, al menos en seis países, incluido Brasil, hubo una merma importante, principalmente en beneficio de cultos evangélicos. Uruguay se destaca como el más laico.
Un año después de la designación del carismático Francisco como papa, la Iglesia Católica ha recuperado confianza por parte de sus fieles, pero no ha detenido su relativa declinación en América Latina, aunque la pérdida de adeptos se da en favor de otras religiones y no deriva en un proceso de secularización de las sociedades, con la gran excepción del Uruguay y, en menor medida, Chile. De este modo, sigue siendo la identidad religiosa dominante en la abrumadora mayoría de los países.
Éstas son las principales conclusiones del último trabajo de estudio de opinión pública de la organización Latinobarómetro, que realiza periódicamente sondeos en todo el subcontinente sobre tendencia de opinión en relación con la democracia y los cambios sociales y culturales que vive la región.
El reporte, realizado sobre más de 20.000 casos en 18 países de Latinoamérica y el Caribe, concluye en que “en momentos en que Latinoamérica vive el período más próspero de toda su historia democrática”, el proceso de secularización “que podría haber sucedido con el aumento de la riqueza no ha sucedido como en otras partes del mundo”, dice el estudio que analiza la evolución del comportamiento religioso de sus habitantes desde 1995, cuando se realizó el primer sondeo, al 2013.
El número de personas que se declaran católicas en la región ha bajado 13 puntos desde 1995, aunque el año pasado cerró estable en un 67%, de acuerdo con la investigación. En nueve países latinoamericanos hay más de un 70% de católicos, en otros tres más del 60%, en dos más de un 50% y en cuatro menos de esa cifra, agregó.
El informe destacó además que quienes abandonan el catolicismo usualmente no se vuelven agnósticos ni ateos, sino que abrazan otra religión. Y revela una “migración de religiones más que un proceso de secularización” contrario a lo que ocurre en Asia o Europa.
En tanto, pese a los retrocesos, el catolicismo resiste el negativo impacto que han tenido los escándalos de abusos sexuales y desmanejos financieros que lo han afectado en otras partes del planeta. La imagen de la Iglesia Católica como institución se ha recuperado: la confianza, que había bajado de 76% a 64% entre 1996 y el 2011 aumentó a 73% entre el 2011 y 2013, es decir recuperó 9 puntos de los 12 perdidos en ese período a partir de Jorge Bergoglio.
“El aumento de confianza en la Iglesia se produce por igual entre los católicos y entre los evangélicos cada uno en su propia iglesia”, estima el análisis.
Sin embargo, el Latinobarómetro destaca 2 grandes excepciones: “Chile y Uruguay son los dos países donde sí hay un proceso de secularización”.
En el Uruguay, sólo un 41% de los encuestados se declara católico, mientras que un 38% se manifiesta como ateo, agnóstico o sin religión. “Chile es el segundo país de la región donde se ha producido un proceso de secularización, aunque no tan acelerada como en Uruguay”, explica el informe donde se asegura que en 1995 Chile tenía 74% de católicos declarados, mientras que en el 2013 el catolicismo perdió 17 puntos, llegando a 57%.
Sin embargo, el catolicismo se mantiene aún como la religión predominante en muchos países de la región. Entre los países con el más alto porcentaje de creyentes están Paraguay (con un 88%), Ecuador (81%), México (79%), Venezuela (79%) y Argentina (77%).
En la Argentina, la tierra del papa, la Iglesia Católica ha perdido un 10% de sus adeptos entre 1995, pasando del 87% de quienes se declaraban católicos en 1995 al 77% de fieles en el 2013. En el último año hubo un repunte del 1%. Por su parte, los ateos o agnósticos han crecido del 6% en 1995 al 13% en el 2013, aunque han declinado un 2% respecto del 2011. Los evangélicos crecieron del 3 al 7%.
Por el contrario, los países con una menor tasa de seguidores católicos son Guatemala, Honduras, Nicaragua, todos con un 47% y el ya mencionado Uruguay. Coincidentemente, el número de fieles evangélicos aumentó significativamente en El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala, alcanzando más de 30 puntos porcentuales.
En Brasil también hubo un fuerte crecimiento evangélico, aunque aún no amenaza el predominio católico (63% de los creyentes). Pero destaca un aumento de evangélicos, agnósticos y de otras creencias, que suman un 35% de los encuestados. “El catolicismo (en Brasil) es una religión mayoritaria, no dominante, que tiene al frente una diversificación de las creencias, así como un proceso de secularización de manera simultánea”, concluye el estudio.
En tanto, los evangélicos han visto fortalecer su número de fieles, principalmente en los sectores de escasos recursos. El estudio detalla que entre ellos existe mayor confianza en su iglesia y además son más practicantes.
Valores tradicionales que desafían a la modernidad.- “América Latina ha incorporado 50 millones de habitantes a la clase media en la última década y han salido de la pobreza cerca de 100 millones, aunque aún un 60% de la región se ubica en la clase baja (Latinobarómetro 2013). La región ha vivido en su conjunto el período más próspero (especialmente 2003-2008) en democracia en toda su historia. El proceso de secularización que podría haber sucedido con el aumento de la riqueza no ha sucedido como en otras partes del mundo. América Latina constituye una región donde la religión es predominante para la inmensa mayoría de la población de cada país con la excepción de Uruguay”, destaca la conclusión del informe.
“Las religiones en tiempos del papa Francisco” muestran que la gente las vive de acuerdo con unas creencias que son más fuertes que el impacto del desarrollo, resistentes al cambio más allá de lo esperado. Esto confirma resultados de otros trabajos como el Estudio Mundial de Valores, que señala la resistencia al cambio en América Latina, la conservación de los valores tradicionales, una secularización muy lenta desfasada del desarrollo económico”, agrega. “Los valores de la innovación, la transparencia, la competencia, la perseverancia, como pilares de las sociedades modernas, no necesariamente son abrazados por las sociedades latinoamericanas, donde prevalecen valores más tradicionales como la obediencia, las buenas costumbres, la responsabilidad”, dice el documento en su introducción.
Comentarios