Uno de tantos corazones caninos que encontró un hogar

La historia de Charly, un cachorrón de 6 meses, tiene un buen final. Había sido abandonado a su suerte, pero fue rescatado, curado y adoptado.

Uno de tantos corazones caninos que encontró un hogar

Un rescate de animales siempre conmueve, sobre todo si el evento tiene un desenlace feliz. Historias así ha de haber muchas. Historias que reconfortan y recompensan el trabajo de tantas personas que le buscan un mejor pasar, en este caso, a los perros de la calle. Corazón Canino es una agrupación roquense que se dedica al rescate de canes en estado de abandono.

La historia de Charly, un cachorro de seis meses, comienza el 24 de enero de 2018 cuando miembros de la agrupación recibieron la alerta de que en las 827 de Roca había un perrito en estado deplorable.

“Nos avisaron de este caso, aunque estábamos colapsados con las veterinarias en rojo, no podíamos dejarlo. Su pronóstico era reservado, Charly -como lo bautizamos- tenía un cuadro de fiebre alta, desnutrición, deshidratación, sarna avanzadísima y una posible infección”, contó María Laura Mellado, integrante de Corazón Canino.

“Con suero, antibióticos y superando el día a día, Charly también tenía una parasitosis importante, todo un desafío para la médica veterinaria Marcia, que tomó el caso desde el primer momento. El cachorro tenía una costra pegada, la cual además de dolerle mucho, no le permitía abrir su boca para comer. Tenía la piel en carne viva. Después de la internación con suero, Charly tuvo un tránsito ambulante y quien lo ayudó muchísimo, lo cuidó como los dioses fue Beatriz”, recordó Fernanda Giarizzo, integrante de la agrupación.

Hoy Charly vive feliz, contenido, siendo parte de una familia y con el agradecimiento eterno como suelen dar los rescatados.

El cachorro hoy goza de muy buena salud.

Así era Charly cuando lo rescataron.

Juan y su amigo perruno

Juan Morales vive en Roca y fue quien le cambió la vida a Charly.

“Un amigo me pasó la publicación de Corazón Canino. Ahí vi a Charly. Estaba con sarna y muy desnutrido entonces me puse en contacto con las chicas y bueno… Vinieron a mi casa a ver como vivía, si reunía todas las condiciones para asegurarse que no pasara nada malo con el perro. Les gustó y me dieron a Charly. Ahora vive feliz”, contó.

Juan y Charly son inseparables.


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