Mujeres jóvenes, principales beneficiarias del IFE en Neuquén y Río Negro

La Anses difundió un informe donde detalla el alcance de la ayuda dispuesta por el gobierno nacional durante la pandemia. Por sus menores índices de pobreza, el impacto sobre las provincias de la región fue menor que en otras zonas del país.

La distribución del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), implementado por el gobierno nacional para compensar a los sectores más vulnerables frente la emergencia sanitaria por el coronavirus, evidenció brechas de desigualdad estructural en el país y en la región.

Un informe elaborado por la Anses permitió identificar cuáles fueron las provincias del país donde su población requirió mayor asistencia y detectar la incidencia del género y la edad sobre la demanda del beneficio.

De acuerdo a los datos publicados, correspondientes al primer pago abonado entre abril y mayo, de los 103.390 beneficiarios que recibieron el ingreso en la provincia de Neuquén, el 56% fueron mujeres: 58.336 en total.

La mayoría de las adjudicatarias fueron jóvenes: 20.192 tienen entre 25 a 34 años, lo que representa el 34,61%. Si se incluye la franja de 18 a 24 años (16.611) suman 36.803: el 63,08%.

Los varones que cobraron IFE en Neuquén fueron 45.054, un 44% del total. Aquí se repitió la misma característica que en el caso anterior, pues el 63,05% son jóvenes: se ubican en el rango etario de los 18 a 34 años.

La característica en cuanto a la distribución de los beneficios por género se repitió como tendencia en todas las provincias y Río Negro no fue la excepción: de los 125.301 beneficiarios el 55,54% fueron mujeres, y de ellas el 62,91% tienen entre 18 y 34 años.

A nivel país, la proporción fue similar: de los 8.857.063 que accedieron al ingreso, 4.934.655 fueron mujeres y 3.922.406, varones.


El IFE está destinado a personas de entre 18 a 65 años que se encuentran desocupadas o se desempeñan en la economía informal, trabajadores y trabajadoras de casas particulares y monotributistas de las categorías más bajas. Es compatible con la Asignación Universal por Hijo o por Embarazo para Protección Social.

Cuando el documento de Anses analiza la preponderancia de las mujeres como destinatarias del ingreso, lo explica por tres fenómenos.

El primero es que la desigualdad de género se siente más en los estratos vulnerables de la población. De acuerdo al último informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género dentro de la población informal, la brecha de ingresos entre varones y mujeres es del 36,8%, nueve puntos más alta que la brecha de ingresos promedio que es del 27,7%.

El segundo aspecto es que, en caso de haber más de una persona solicitante por hogar, se le dará prioridad en el cobro a las mujeres y, finalmente, alrededor del 27% de los beneficios de IFE en el país se otorgaron a titulares de AUH donde la feminización supera al 90%.

En el caso de Neuquén, de los 103.390 que cobraron IFE, 25.846 perciben la AUH, es decir, casi un 25%. En Río Negro fueron 31.454, lo que representa el 25,1%.

Otro dato a considerar es que también son destinatarias del IFE las trabajadoras de casas particulares, un sector de la economía en el que el 93,6% son mujeres. En Neuquén del total de beneficiarios del ingreso el servicio doméstico representó el 2,74% y en Río Negro el 2,63%

Los principales receptores del IFE, sin embargo, fueron trabajadores informales y desocupados. En Neuquén representaron el 65,29% y en Río Negro el 62,15%. A nivel país fueron 5,5 millones: 3,4 millones varones y 2,1 millones mujeres.

Le siguieron titulares de AUH, monotributos, trabajadoras de casas particulares y quienes perciben el programa Progresar.

En el informe de la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género se aclara que el diseño del formulario provisto para la implementación de IFE no permite analizar la llegada de este bono a la población travesti-trans, pero que no están excluidas explícitamente de la transferencia.


El informe publicado por la Anses permitió identificar, además, cuáles fueron las provincias en donde la población requirió más asistencia, teniendo en cuenta la incidencia de la pobreza e indigencia en cada una.

«Se observa que las provincias del Noreste (23,1% a 28,9%) y Noroeste (22,1% a 28,6%) argentino son las que mayor cantidad proporcional de
beneficios recibieron, un claro reflejo de la desigualdad regional al interior del país», se indicó.

La «contracara» fueron las provincias de la Patagonia (12,5% a 16,8%) y CABA (11,9%) «que poseen una proporción relativa de beneficios sustancialmente menor al promedio país», detalló el informe.

Neuquén fue la quinta provincia con menor incidencia del IFE sobre su población, con un 15,6% de personas alcanzadas, mientras que Río Negro ocupó el séptimo lugar, con 16,8%.

El informe también señaló que «la mayoría de la población beneficiaria
alcanzada por el IFE no tiene la posibilidad de acceder a un empleo formal como consecuencia de una problemática estructural».

Un análisis sobre la inserción laboral de las personas beneficiarias del IFE identificó que solo 826.195 (9,3%) tuvieron al menos un mes trabajo en relación de dependencia formal en el período febrero 2019 a enero 2020. En promedio percibieron una remuneración de $13.046 durante cuatro meses.


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