La diversión es cosa de chicos

Entre derrotas, empates y rendimientos bajos, los “grandes” candidatos sufren el arranque de un Mundial muy parejo.

Si algo no se le puede reprochar a este Mundial es ausencia de sorpresas. Lejos de la monotonía habitual que solían tener la mayoría de los grupos en torneos anteriores, esta Copa se presenta especialmente difícil para las “potencias”. De hecho, sólo Francia logró festejar dentro del lote de candidatos.

En principio, hubo dos grandes golpes. La derrota de Alemania ante México fue la de mayor impacto, porque se trata del campeón del mundo y sobre todo porque fue un marcador justificado: el Tri fue superior y los teutones jugaron mal. El empate de Brasil también fue sorpresivo, pero en este caso porque el Scratch no pudo superar a Suiza cuando el público en general esperaba un triunfo amplio. El flojísimo nivel de Neymar fue quizás una de las causas: apenas pateó una vez al arco en 90 minutos.

Apunte clave, entonces: ya no se gana con la camiseta. Lo saben también los que lograron sumar, ojo. Uruguay es un ejemplo, porque si bien consiguió los 3 puntos, tuvo que esperar un cabezazo salvador en los últimos minutos ante un Egipto que hasta dio la ventaja de no tener a Salah en cancha.

Los favoritismos hay que revalidarlos constantemente. Argentina llegaba con el pergamino de ser subcampeón, pero eso sólo no bastó para superar a una rocosa Islandia. Un buen planteo pesó más que un plantel estelar y multimillonario, y la repartija de puntos al final del tiempo regular demostró que todos los rivales serán huesos duros de roer.

España era uno de los máximos candidatos en la previa. El cambio de DT horas antes del debut trastocó un poco ese cartel, pero con esos nombres sería iluso creer que la Furia no estará dando batalla hasta el cierre. Así y todo, bastó que Cristiano Ronaldo se cargara el equipo al hombro para robarle un empate.

Francia salvó la ropa, pero tampoco puede celebrar demasiado: le ganó con lo justo a Australia, de bajo nivel, y con ayuda del VAR. Si el penal (estamos todos de acuerdo en que fue penal, ¿no?) ante Pavón era sancionado, quizás la Albiceleste corría la misma suerte.

Colombia no es favorito y tampoco es “grande”, pero por nombres se suponía que podía sumar sin demasiados dramas ante Japón. No, no fue así: perdió y sufrió más de la cuenta. Tuvo que ver la roja tempranera, pero aún así no logró revertir la historia.

Son detalles, es cierto. Pero en esos detalles se escapan puntos, y asoma cada vez más la certeza de que esta será una Copa de gran dificultad.


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