Chile: trabajadores paran la actividad en la mayor productora mundial de cobre

La medida de los trabajadores se da en rechazo a la decisión del presidente chileno Gabriel Boric de cerrar la Fundidora Ventana para evitar una mayor contaminación ambiental en dos regiones de ese país.

Trabajadores de la minera estatal chilena CODELCO, la mayor productora mundial de cobre, paralizaron el miércoles sus actividades para exigir al gobierno que revierta el cierre de la Fundidora Ventanas, acusada como la responsable del daño medioambiental que afecta la salud de los habitantes de dos comunas costeras.

Centenares de trabajadores se manifestaban en los exteriores de varias divisiones de la Corporación del Cobre (CODELCO) bloqueando entradas e impidiendo el ingreso de los transportes con personal.

«Estamos teniendo un éxito en esta paralización que quizás hasta anoche nadie nos creía», afirmó Amador Pantoja, presidente de la poderosa Federación Trabajadores del Cobre (FTC), que agrupa a los trabajadores de CODELCO. «Hoy día todas las divisiones de CODELCO están detenidas, está participación involucra a 40.000, 50.000 trabajadores, entre propios y contratistas», agregó.

Los trabajadores exigen que el gobierno y el directorio de CODELCO reviertan la decisión de cierre gradual de la Fundidora Ventanas. Afirman que con una inversión de 54 millones de dólares se pueden solucionar los problemas de contaminación. «Hay que hacer la inversión para encapsular (la fundidora) Ventanas y evitar la contaminación hacia el exterior y el interior», dijo Pantoja.

El presidente Gabriel Boric, que enfrenta su primera gran paralización en sus primeros tres meses de gobierno, comparte la decisión de cerrar. «No queremos zonas de sacrificio», dijo recientemente al anunciar el inicio del proceso de cierre.

Los afectados son unos 40.000 habitantes de las comunas de Quinteros y Puchucaví, unos 150 kilómetros al noroeste de la capital chilena, que viven insertos en el Parque Industrial de Ventanas, formado por la Fundidora Ventanas de CODELCO y otras 16 empresas -varias de ellas contaminantes- donde las denuncias de contaminación ambiental se arrastran desde hace casi medio siglo.

El área es conocida como «zona de sacrificio» por el impacto de las actividades productivas que además del aire, afectan el agua y los suelos. En 1993 fue declarada zona saturada por anhídrido sulfuroso y material particulado y en 2016 se añadió saturación de material particulado fino respirable.

Las últimas denuncias se registraron el 6 de junio cuando la Superintendencia del Medioambiente de Quinteros registró un alza de dióxido de azufre, que ocasiona dificultades respiratorias e irritación en ojos, nariz y garganta, entre otros malestares. Cinco días después las autoridades decretaron una alerta sanitaria para limitar las operaciones de las empresas, pero hubo nuevos episodios contaminantes.

El directorio de CODELCO votó mayoritariamente por el cierre.

Transcurridas varias horas de paralización el director de una escuela de Quintero, una de las comunas más afectadas por la polución, Guillermo Trejo, afirmó que 14 estudiantes y siete funcionarios sufrieron mareos, vómitos y dolor de estómago. En el recinto había unas 600 personas.

En la fundidora hay 350 trabajadores de planta y, según la Federación, otros 1.700 empleados indirectos. Boric aseguró que «ningún trabajador ni trabajadora se quedará sin su empleo en la compañía».


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