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Crecen las peleas en la CEB por la situación de los deudores
La oposición interna cuestiona la política aplicada para los contribuyentes incumplidores, con intereses muy altos. En la conducción rechazan las acusaciones. Se suma un nuevo cruce por el recambio de medidores viejos.
Si el EPRE convalida el aumento pedido por la CEB se traducirá en futuras facturas. Archivo
Los cruces internos en la CEB entre oficialismo y oposición se intensificaron en las últimas semanas por la política que aplica la prestadora eléctrica con los usuarios morosos, a quienes les imponen altos intereses en los planes de pago y les advierten que de no acogerse serán ejecutados por vía judicial.
La controversia surgió a partir de la puesta en práctica del plan “CEB al día”, destinada a recuperar la deuda acumulada por muchos asociados principalmente durante la pandemia. A esa exigencia de la empresa se sumaron las intimaciones cursadas para el reemplazo de medidores viejos por otros de nueva tecnología, exigidos por el EPRE, que tienen un costo de 140 mil pesos.
La lista Roja, que durante años monopolizó la conducción de la Cooperativa y ahora solo mantiene una minoría en el Consejo de Administración, expuso sus reparos ante la nueva campaña. El consejero Alejandro Pozas aseguró que “ya empezaron a realizar cortes en el servicio” a quienes no suscriben los planes exigidos.
Agregó que la CEB llega a aplicar intereses por mora de hasta el 600%, “que es lo máximo que permite el regulador. Pero nada impide que sea menos, como ocurrió históricamente”.
Señaló que reciben a diario usuarios preocupados por su situación y deben gestionar ellos mismos ante la estructura administrativa de la CEB la búsqueda de “alguna alternativa”. Aseguró que algunos enfrentan situaciones apremiantes. “Son gente de clase media baja, jubilados de la mínima, que directamente que no pueden pagar y ellos mismos se resignan a esperar el corte para ´colgarse´ de la red”.
El presidente de la CEB, Carlos Aristegui (lista Blanca) dijo que el criterio seguido para el cobro es el mismo de siempre y no hay ninguna persecución. Según sostuvo, los asociados son notificados de la deuda y “tiene las puertas abiertas para acercarse, ver el inconveniente y acordar el plan de pago. Si tienen voluntad, se estudian todas las opciones”.
Admitió que el plan incluye la previsión de iniciar demandas judiciales de cobro pero solo a quienes se muestren reticentes. Dijo que no han llegado a esa etapa.
Frente a las críticas de los consejeros rojos, Aristegui subió la apuesta. “Están acostumbrados a regalar la plata de la Cooperativa, son populistas por naturaleza”, afirmó. Para el presidente “la cuestión es al revés, los asociados deberían estar preocupados si no se cobran las deudas, porque la función de quienes fueron electos es cuidar el patrimonio social de la CEB”. Señaló que no por eso deja de haber “un tratamiento especial para quien lo necesita”.
Diferencias por el voto
Como ya lo había hecho con anterioridad, Aristegui aseguró no entender por qué los consejeros rojos se oponen al plan de recupero de deuda “CEB al día”, cuando en su momento “votaron a favor, y no presentaron ninguna alternativa”.
Esto último fue desmentido por Pozas y por otra consejera de la lista Roja, Laura Alves, quienes mostraron un acta del Consejo del 18 de julio último donde dice textualmente que “el consejero Pozas adelanta que el programa CEB al día no será aprobado por su sector”.
Aristegui dijo que la cobrabilidad de la CEB tuvo una importante mejora y hoy ronda el 86%. Durante la pandemia estuvo apenas por arriba del 60%, en una época en la que hubo contemplaciones especiales y además estaban vedados los cortes del servicio.
Según el directivo, la cobrabilidad ajustada se acerca al 98% anual. “No corremos a los usuarios, vienen a pagar solos”, señaló. Otro dato que aportó es que la acreencia por servicios eléctricos impagos llegó a representar para la CEB dos facturaciones mensuales completas (unos 1.300 millones de pesos) y hoy se redujo a menos de una facturación.
Sobre el recambio de medidores, Aristegui dijo que “no hay ninguna intimación masiva” y que se realiza en forma paulatina, “cuando hay un problema puntual”. Explicó que los viejos medidores de chapa ya no tienen el aval del ente regulador por razones de seguridad.
Pozas insistió en que la exigencia de medidores nuevos agrava la deuda de muchos pequeños usuarios que ya tienen intimaciones de hasta 200 mil pesos por consumos impagos durante la pandemia, “cuando muchos se quedaron sin trabajo”.
Dijo que la polémica instalada no es solo una confrontación entre la lista Roja y la Blanca, ya que un consejero suplente de este último sector, Hugo Orsili, también presentó un fundamentado informe crítico, en el cual pasa revista a los regímenes de condonación de deuda que se aplican en otros puntos del país, como en Neuquén, Tucumán y Buenos Aires.
Orsili advirtió sobre la dicotomía a resolver pasa por la aplicación de principios de “sensibilidad social” o bien un criterio “economicista” frente a los morosos. El consejero oficialista alegó que la CEB debía tener en cuenta el concepto de “pobreza energética”, reconocido por la ONU, que encuadra a aquellos que “destinan más del 10% de sus ingresos al pago de electricidad”. Advirtió que son 1.400 millones de personas en todo el mundo y “sin dudas hay allí muchos socios de la CEB”.
En su opinión, la situación de endeudamiento de asociados de bajos recursos amerita que la CEB “contrate un equipo de asistentes sociales” para subordinar cualquier plan de cobro de deudas a la realización de “estudios socioambientales”. Pozas dijo la conducción encabezada por Aristegui “no incorporó nada” de lo propuesto por Orsili y “ni siquiera le dieron respuesta”.
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