El Metrobus de Neuquén, del big data al Cambalache

Los pasajeros pasaron de 85 mil a 23 mil. Los carriles preferenciales del centro se pintaron hace dos años, nunca se usaron y los conductores lo usan pese a la prohibición. La empresa de estacionamiento SAEM se beneficia con las demoras.

El Metrobus de Neuquén y su extensión hacia el centro de la ciudad, con los denominados carriles preferenciales, tenía dos objetivos: agilizar y mejorar el transporte público y ordenar el tránsito. No solo ninguno se cumplió sino que la obra, ahora sin mantenimiento, hizo un aporte sustancial para empeorar esa situación. RÍO NEGRO recorrió los 6,2 kilómetros que conecta en el oeste y en más de 40 minutos apenas se vieron cuatro colectivos, de alguna de las nueve líneas que deberían recorrerlo. En el centro neuquino la confusión es dramática. Hay 50 cuadras señalizadas con cordones amarillos, carteles de prohibido estacionar y pintura asfáltica –ya descolorida- para la exclusividad de los colectivos, pero ocurre lo contrario: no pasan los colectivos y los conductores, como en el Reino del Revés, estacionan con todas las señalizaciones prohibitivas; además la empresa de estacionamiento SAEM saca provecho del río revuelto.

¿Cómo fue que una obra de casi 700 millones de pesos quedó inconclusa y puede terminar obsoleta a tres años de su inauguración?

El diseño del Metrobus de Neuquén, el primero del interior y uno de los 15 que hay en el país, se realizó en base a la tecnología de big data. El sistema Smart Steps, de la compañía Telefónica, debutó en el país con el caso neuquino. No se conocen otros proyectos similares. A través del uso compulsivo de datos –aseguró la empresa- anónimos, se rastrearon los movimientos de los vecinos a través de sus teléfonos celulares. Este mismo servicio no pudo ser implementado por la empresa en Alemania debido a la gran oposición que tuvo.

El 27 de marzo de 2019 la mega obra, adjudicada a CN Sapag por 550 millones de pesos con fondos de Nación, finalmente fue inaugurada por el fallecido intendente Horacio Quiroga y el entonces ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. Se cortaron las cintas pese a que faltaban “detalles” y trabajos por terminar.

De todos modos se dio inicio a la segunda etapa: los carriles preferenciales. Pero nunca funcionaron y pese a los reiterados anuncios de su puesta en marcha solo fueron una seguidilla de demoras que ya cumplieron dos años. Primero se realizaron remodelaciones en las calles con una licitación privada que ganó la conocida Arco SRL por 29,8 millones de pesos. Luego se hizo la pintura asfáltica y la cartelería de 50 cuadras por el centro neuquino, que fue adjudicada a la UTE Omega-Abi por 68,3 millones de pesos y que, producto del paso del tiempo, se desgastó sin ver pasar un solo colectivo por encima.

La promesa del Metrobus y los carriles preferenciales fue mejorar los tiempos para el 70% de los usuarios del transporte público neuquino. El Municipio confirmó que los colectivos ganaron 10 minutos (la inversión dio algo así como $55 millones por minuto).

Por entonces había 85.000 usuarios del servicio y 135 unidades circulando, sumando a las empresas Autobuses Santa Fe y Pehuenches. En el último registro, de enero de este año, apenas fueron 23.000, es decir, una caída casi del 75%. Las unidades también son menos, pero según explicaron desde Autobuses Santa Fe es por el período de vacaciones escolares: 75 coches circulan los días hábiles.

La caída del número de pasajeros tiene su explicación en la pandemia del Covid-19. Las restricciones, los miedos y los nuevos hábitos de los usuarios afectaron a todo el transporte público que, en el caso de Neuquén, nunca volvió a recuperar su número original. En el mejor momento apenas superó los 50.000 pasajeros diarios.

¿Prohibido estacionar? Nadie lo controla, todos en falta. Foto: Yamil Regules.

Un vacío tecnológico

La pandemia afectó todo. Y en el caso de los carriles preferenciales terminó por ser la excusa perfecta: la actual gestión del intendente Mariano Gaido los iba a implementar el 1 de abril de 2020.

Esta situación transitoria, que cumplió dos años, dejó un vacío legal. Las 50 cuadras delimitadas sobre la mano derecha para que circulen los colectivos, fueron compensadaspese a que el sistema nunca funcionó– a la empresa que tiene la concesión del estacionamiento medido, SAEM SA, con la ampliación del cuadrante bajo pago. La firma, cuyo contrato vence en 2027, es una UTE integrada por Itnet SA y Servicios y Consultoría, la misma firma que integraba SEIN en sociedad con Elipar.

SAEM perdería, por los carriles exclusivos, 387 boxes de estacionamiento, por lo que el Municipio le habilitó una extensión hacia el este de la ciudad, algo que estaba contemplado en las ordenanzas. La firma, según confirmó el secretario de Movilidad, Santiago Morán, informó durante un tiempo con folletos y una publicación en su sitio web que no cobraría ni multaría a quienes estacionen sobre los cordones amarillos.

Muchos conductores se enteraron y comenzaron a utilizar esas cuadras como estacionamiento fijo. Otros, los más desprevenidos, siguen pagando. También lo hacen quienes estacionen en la ampliación del cuadrante.

En total en la ciudad hay 4.351 boxes permanentes por lo que esos 387, donde el que paga… paga, son casi el 10%. Un porcentaje significativo.

La firma no tiene la tecnología para discriminar si uno paga del lado izquierdo o del derecho (cordón amarillo) de la cuadra, por lo que no puede precisar qué ganancias les dejan –también al Municipio que cobra el 20% de canon- los desprevenidos. En 2021 se pagaron 3.531.420 horas de estacionamiento y el 80% fueron entre menos de una y hasta dos horas. Si se lo multiplica solo por el valor de la primera hora –el sistema es escalonado- la recaudación superó los 156 millones de pesos (sin contar multas).

El vacío se produce al no poder discriminar si el que paga está en el lugar habilitado. El margen de error es muy grande porque son 9.200 horas diarias fuera del control.

Más allá de los vivos y los desprevenidos, Neuquén hace dos años es esa gran ciudad que tiene carriles preferenciales sin usar, 50 cuadras céntricas con cordones amarillos, carteles de no estacionar y se hace lo contrario. Como dice el tango Cambalache, se ha mezclado la vida.

Conductores que pagan pese a que en esa zona no debería cobrarse. Foto: Yamil Regules.

Un sistema que al intendente Gaido no lo convence

El Metrobus de Neuquén es el único de los 15 del país que luce descuidado, vandalizado y está incompleto. El Municipio reconoce, en off, que “no están de acuerdo con el sistema, pero que la obra está hecha”. Y eso se nota porque más allá de las promesas de mantenimiento sobra con recorrerlo y reflexionar sobre los dos años que pasaron y en los que no se implementaron, por H o por B, los carriles exclusivos. De todos modos resulta llamativo porque dos funcionarios clave para el Metrobus en la gestión de Quiroga siguen, en posiciones similares, en el gabinete del actual jefe comunal, Mariano Gaido.

La actual conducción del Municipio espera un informe de tránsito que encargó a la Universidad de La Plata y, si bien asegura que probará los carriles preferenciales, esperará al mes próximo cuando se realice la audiencia pública que antecede a la licitación del transporte público para la ciudad. Se sabe que la comuna no está conforme con un sistema monopólico como el que funciona actualmente con Autobuses Santa Fe -que tuvo una prórroga del contrato por este año- y buscará que no sean menos de tres firmas las que presten el servicio.

Si los carriles preferenciales se llegan a probar, cosa que ya tiene un retraso de 24 meses, será necesario volver a retomar las obras de seguridad para frentistas, incluida una escuela, volver a comunicar a los miles de conductores que hoy estacionan sobre los carriles y revisar el cuadro tarifario de multas porque durante todo el recorrido los autos particulares no podrán doblar a la derecha.

En la zona ampliada por compensación si se multa por no pagar.

En números

$156.000.000
es la recaudación mínima estimada por el cobro del estacionamiento medido por la empresa SAEM.
9.200
son las horas diarias de estacionamiento medido que la empresa SAEM no puede discriminar si se pagaron en la zona donde no debería cobrarse porque tiene los cordones amarillos o son en el costado habilitado habilitada.


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