En defensa de la naturaleza de Neuquén

Rubén Gómez, integrante de la Multisectorial Parque Regional Bardas Norte, destacó la imperiosa necesidad de dar cumplimiento estricto de las leyes ambientales, para proteger las áreas naturales que embellecen la capital.

Redacción

Por Redacción

El interés por el patrimonio público ambiental de la ciudad comenzó hace tiempo. En 1968 la ordenanza 502 sujetó a las directivas de un “Plan Regulador” todos los elementos que hacen al paisaje urbano y suburbano del ejido municipal, incluyendo bardas, cursos de agua naturales o artificiales, costas de ríos y arroyos y zonas inmediatas. Y ordenó que “en los proyectos de loteos y obras públicas o privadas, deberán tenerse en cuenta el aprovechamiento de las mejores vistas, así como el respeto por la naturaleza existente, como ser árboles y desniveles de terreno”.

También es antigua la lucha ciudadana por la defensa de espacios públicos y el medio ambiente. En 1986 el interés popular superó al inmobiliario, y se estableció el Parque Central por ordenanza 1.835.

En 1990, la ordenanza 4.538 creó el Parque Regional Público, comprendiendo una zona de bardas mayor que el actual Parque Regional Bardas Norte (PRBN, creado por ordenanza 9.640). La superficie de aquél disminuyó en 1992 durante la intendencia de Derlis Kloosterman que por ordenanza 5.736 le cedió al Rincón Club de Campo 3,5 hectáreas para uso exclusivo, con la oposición de sectores técnicos municipales y la vecinal de Rincón de Emilio. El club tomó ilegalmente otras 4 hectáreas La cesión venció en 2012 y más vecinos y asociaciones como el Foro Ciudadano por la Democracia y la Multisectorial Bardas Norte reclamaron al Concejo Deliberante y al exintendente Horacio Quiroga, exigiendo producir la restitución, que no accionaron, desatendiendo incluso un dictamen de la Sindicatura Municipal.

El Municipio retomó el interés del cuidado ambiental en 2010, cuando por ordenanza 11.874 creó el Sistema Municipal de Áreas Protegidas. Pero eso no evitó que la “toma vip” continuara “de facto” y luego “con papeles” en 2020 cuando el intendente Mariano Gaido, vía ordenanza 14.137, que además de convalidarla por otros 20 años, vendió la calle pública costanera sobre el Neuquén que también mantuvo usurpada ese club. La Defensoría del Pueblo, que desde 2011 viene acompañando activamente a los vecinos en la defensa del medio ambiente y los espacios públicos, reclamó al intendente por la ilegalidad de la venta, lo que fue rechazado por Gaido. Hasta la fecha el Ministerio Público Fiscal no se ha interesado en el tema.

Otro tema cuestionado por vecinos, Multisectorial y Defensoría fue la actividad de Motocross en el seno del PRBN, conflicto que parece tendrá solución por un acuerdo para reubicación de las pistas.
Más recientemente hubo reclamos de vecinos y la Defensoría por obras públicas en otras áreas protegidas, como la Península Hiroki. Allí vecinos se organizaron para impedir el avance de las máquinas, que arrancaron unos 500 árboles y arbustos, realizaron movimientos de suelo y defensas costeras y hasta se provocaron incendios.

Es importante señalar que la municipalidad incumple sistemáticamente la Ley medioambiental 2.267, en especial la exposición previa de los proyectos en Audiencia Pública. Esa instancia serviría para lograr las correcciones y consensos necesarios, evitando los daños al ambiente y los conflictos con los vecinos.

Por Rubén Gómez. Integrante de la Multisectorial Bardas Norte


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