Gennuso revisa el plan de asfalto que generó la rebelión vecinal en Bariloche

El Ejecutivo canceló una reunión que estaba prevista para el fin de semana con los barrios del oeste que deberían pagar la obra. El reclamo se multiplica y juntan firmas para rechazarlo.

El intendente Gustavo Gennuso decidió revisar la idea de instrumentar de inmediato un plan de asfalto por contribución de mejoras mediante el cual 11 barrios de la zona oeste deberían pagar los costos con valores que parten de los 91.000 pesos al contado.

La rebelión vecinal que originó el proyecto, que se presentó días atrás a los dirigentes de las Juntas Vecinales y que generó el malestar de los contribuyentes, motivó un replanteo por parte del gobierno municipal que el viernes notificó a dirigentes barriales la suspensión de una reunión que estaba prevista para el sábado.

Los vecinos se mantienen en alerta y reúnen firmas para expresar su rechazo a la obra de pavimentación de la calle Los Tordos (750 metros) y la conexión desde la avenida Bustillo hasta Carlos Busto, por el viejo camino al cerro Catedral (2,4 kilómetros de extensión).

El jefe de Gabinete, Marcos Barberis, confirmó a RÍO NEGRO que se evalúan algunos puntos que presentaron los presidentes de Juntas Vecinales, pero no ofreció mayores detalles. En la semana, el municipio decidió frenar de manera definitiva un plan similar en el barrio Villa Los Coihues.

Un dirigente vecinal de uno de los barrios alcanzados por el plan de recupero, confió a este diario que el Ejecutivo analiza “cambios en la extensión de la obra, nueva categorización de beneficiarios, modificación de montos por unidad funcional”.

Una de las alternativas para reducir el impacto en el bolsillo de los vecinos es que el municipio afronte parte del costo de la obra con fondos provenientes de otras fuentes de financiamiento, como ocurre con otras obras como el caso de la calle Morales, en el centro, que será costeada íntegramente por la provincia, o el acceso a Colonia Suiza que fue financiada por Nación (aunque todavía resta el pago de actualización de obra). En ninguno de los dos casos los vecinos pagaron por la obra.

Días atrás, la subsecretaria de Proyecto Urbanos, Viviana Gelain, dijo a RÍO NEGRO que el municipio tenía un fondo para iniciar la obra en septiembre y luego recuperar esa inversión cuando los contribuyentes comiencen a pagar. La funcionaria consideró la obra como una “oportunidad” y señaló que hay problemas para conseguir financiamiento de otras jurisdicciones para solventar obras que el gobierno considera fundamentales.

En este proyecto están alcanzados con la exigencia de pago los barrios Parque Lago Moreno, Covibar, Judiciales, Jockey Club, 2 de Agosto, Villa Jamaica, Wanguelén, Nahuel Malal, Bahía Serena, Casa de Piedra y Pájaro Azul.

Gennuso esbozó la idea en su discurso de apertura de sesiones en marzo, pero en la última semana no fue la cara visible del proyecto que delegó en Gelain y Barberis, quienes se encargaron de tener el contacto directo con los dirigentes barriales y vecinos.


Los fundamentos de rechazo de los vecinos


El rechazo vecinal sumó en los últimos días varios argumentos, entre ellos el contexto de crisis en el que el municipio pretende aplicar un plan de asfalto con el pago obligatorio de unos 2.000 contribuyentes. También cuestionan que deban abonar el mismo monto quienes viven a 10 cuadras de la calle a asfaltar y los que están a más de 4 kilómetros de distancia y critican la discrecionalidad del alcance de la categoría “beneficiarios” de la obra.

El polémico asfalto del oeste suma 3,100 kilómetros de extensión y en un tramo atraviesa la ruta provincial 79, que tiempo atrás también anunció que iba a pavimentar la provincia e incluso la incorporó al Presupuesto 2020, pero nunca se concretó.

Los vecinos tienen expectativas que el municipio finalmente frene este proyecto como ocurrió con el plan ideado para asfaltar dos calles de acceso al barrio Villa Los Coihues, donde una masiva asamblea vecinal sepultó el proyecto con su rechazo.

La obra tiene un costo de 345.576.659 pesos que, según el cálculo de prorrateo del municipio, deberían pagar los frentistas con un valor mayor, de 183.000 pesos al contado o financiado hasta el 36 cuotas (con un promedio de interés de 2,5% mensual) y los denominados “beneficiarios” tendrían que abonar 91.000 pesos contado o con facilidades en cuotas con intereses que duplican el monto.


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