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Los pobladores de Sauzal Bonito ya habitan las casas que resisten sismos

Las anteriores sufrieron severos daños y representan un riesgo para los habitantes del paraje, ubicado a 150 kilómetros de la capital provincial. Algunos se deshicieron de pertenencias para poder mudarse. El problema de fondo sigue siendo el impacto de la actividad hidrocarburífera.

Hay seis familias de Sauzal Bonito que desde abril ya tienen sus viviendas sismorresistentes. Las casas fueron construidas porque las anteriores sufrieron severos daños y representaban riesgos, ante la recurrencia de episodios que se registran en este paraje, situado a 150 kilómetros al oeste de la capital de la provincia.

El pueblo, fundado el 1 de abril de 1989, cuenta con una comisión de Fomento que preside Fernando Wircaleo. En el acto por el 35° aniversario de Sauzal, los habitantes que resultaron beneficiados recibieron las llaves de sus nuevas casas, de la mano del gobernador Rolando Figueroa (ver aparte). 

Sin embargo, el compromiso de entrega de viviendas data de 2022 con la anterior administración provincial de Omar Gutiérrez, cuando los vecinos se movilizaron para protestar por las consecuencias que sufrían sus construcciones ante los sismos. Se prometieron un total de 50.

Adrián, es uno de los propietarios que todavía no se muda porque falta la instalación de la energía eléctrica. Ya pasaron el pedido ante el Ente Provincial de Energía del Neuquén -EPEN- y se mostró contento con su futuro hogar.  

“Nos falta el tanque que lo van a cambiar porque estaba pinchado, pero tenemos la estufa hogar, la cocina, con mesada y el termotanque eléctrico. Así vienen”, explicó mientras mostraba la construcción que consta de 56 metros cuadrados en los que se reparten dos dormitorios, cocina comedor y baño.   

Mabel, su madre, vive hace ya un año en una casa de idénticas características, aunque del otro lado del camino principal y sobre la barda. Fue la primera de todas, porque reclamó con insistencia y hasta advirtió al presidente de la comisión de Fomento que se instalaría en su oficina si no se la construían. Después de seis meses logró entrar a su vivienda, que comparte con dos nietos y un yerno.  

Estas dos familias -al igual que el resto- saben qué son los movimientos sísmicos y sus consecuencias, pero conocen también de inundaciones. El río Neuquén, que se recuesta al norte de sus lotes, crece con intensidad y entra sin pedir permiso como ocurrió en el 2006, cuando el agua embarrada ingresó más de medio metro a sus hogares.  

Por eso, la nueva vivienda de Adrián está construida 70 centímetros más alta que la anterior. “Todos tienen hijos y se nos reduce todo (el espacio). Nos tenemos que acostumbrar. Uno junta cosas porque sí y bueno hay que acomodarse al espacio chico”, dijo Mabel.  

Ella hace 45 años que está en el paraje y aunque durante 18 años se fue a otro lugar, retornó porque se siente bien acá. “Hay que reducir y empezar una vida nueva”, explicó.  

La mujer, que tuvo seis hijos y solo Adrián decidió no irse del paraje, relató que hubo vecinos que rechazaron las viviendas porque son pequeñas y no les entraban todos los muebles.

Todavía tiene grabados en su memoria y en su cuerpo los movimientos sísmicos. Ya pasó por la experiencia de sentir un temblor fuerte en su nueva casa.  

“Sabemos que vendrán muchos movimientos más. Sabemos que hay 200 pozos, que están haciendo, fracturas. Tenemos contactos con geólogos que nos contaron que es por el fracking”, relató. A pesar de ello no piensa en irse de Sauzal Bonito.  

En el último temblor intenso, la casa de Mabel se movió y el material respondió porque no tiene fisuras. Sí se movieron las cosas, como el televisor que quedó torcido, según recordó. “Es algo difícil de explicar, pero es como que el cuerpo se contrae y después de dos o tres horas, te venís abajo, como si te hubieran dado una paliza. Te preguntan cómo es y la verdad es que es inexplicable. Hay que estar para ver”, describió.   

Otro de los beneficiarios es Jairo Barrera, que también está sobre la barda y la casa que ocupaba junto a su familia sufrió el daño al desprenderse unas rocas. Afirmó: “qué más se puede pedir si nos dieron una casa nueva”. Espera estar instalado junto a su familia la próxima semana.  

En cambio, Noemí Painevil y Carlos Pérez permanecen en su casa, con negocio incluido y a la que llegaron hace siete años desde Cutral Co. Ambos están jubilados -él de la actividad petrolera y ella fue empleada municipal- por lo que resolvieron instalarse en esta chacra. Además del almacén, Carlos cría cerdos.  

“Vinimos por un cambio de vida, por la tranquilidad y tal vez tener un crecimiento, cuando nos encontramos con esto de los sismos”, relató Noemí. El comedor de su casa presenta una rajadura que llega desde el techo casi hasta el piso. El día que recibieron a Diario RÍO NEGRO se dieron cuenta que se había desprendido un pedazo de revoque en el baño.  

“Nosotros modificamos esta casa (que era de mi suegra) y pusimos todos nuestros ingresos acá. Y seguimos acá porque mi código de vida es el trabajo y quiero seguir”, dijo la mujer.  

Aseguró que durante todo este tiempo el único que los escuchó fue el geógrafo Javier Grosso. “Fue y será la única persona que se interiorizó y ha venido, estudiado, ha buscado conocimientos afuera. Se involucró tanto que hoy no deja de venir. Tengo contacto permanente. Lo quiero por esa prioridad que nos dio, por pelear por nosotros y para que se conociera esto”, subrayó. 

La vecina tiene una demanda judicial contra la empresa que opera en el yacimiento Fortín de Piedra, (de gas) no convencional. Su casa fue relevada cuando empezaron con los primeros reclamos comunitarios, pero después ninguna autoridad volvió.  

Adrián espera tener energía eléctrica para instalarse con su familia. Son cuatro. Foto Matías Subat.

“Puertas adentro, los gobiernos nacional y provincial saben que esto es producto del fracking, pero no va a salir a la luz porque no les conviene”, reflexionó Noemí. Aclararon que no es su intención perjudicar a nadie porque conocen que hay “miles de personas que dependen de esos sueldos. No nos podemos poner en contra de los trabajos de los demás, sino que nosotros merecemos vivir tranquilos”. 

Todavía recuerda a los dos sismos de mayor intensidad, uno de los cuales la encontró sola en el comedor, acomodando a sus perros que duermen adentro. “No sabía si pararme o quedarme sentada”, relató. Hoy tienen gente conocida que prefiere no quedarse a dormir en su casa como antes por temor a los movimientos.  

El matrimonio contó sobre el pedido de semáforos sísmicos que se hizo y esperan tener alguna respuesta, tanto del gobierno como de la compañía.  

Para su esposo, no hay dudas que todo el movimiento telúrico obedece a la actividad hidrocarburífera. “En el convencional le llamamos fractura. Y se sabe que apenas llega un equipo a la locación provoca impacto. No nos quieran cambiar mi pensamiento, conozco y sé de la actividad”, destacó. 

De sus dichos se desprende que no tienen muchas expectativas en que algo cambie. “Hacen oídos sordos. No hay nadie que diga: me importa la tranquilidad de la gente. Lo tapan con unas casitas y nada más”, concluyó Noemí. 

La pareja no concurrió al acto de entrega de las llaves de las viviendas, en las que estuvo el gobernador Figueroa y miembros del gabinete. Prefirieron no participar y consideran que la población está desmovilizada. 

Jairo se instalará la semana próxima junto a su familia. Foto Matías Subat.

Viviendas de Corfone con paneles de madera


El sistema Corfone fue el elegido para la construcción de estas seis casas. Son sismorresistentes y se invirtieron más de 133 millones de pesos. Restan las demás porque se comprometieron 50, en total.  

Para ejecutarlas, se hizo el convenio entre Provincia, la empresa Tecpetrol (que opera el yacimiento Fortín de Piedra), la Fiduciaria Neuquina y la Corporación Forestal Neuquina, según se informó. Por eso, en el frente de las viviendas se observa el cartel de Corfone. 

Se desembolsaron 133.965.284 pesos portados en dos partes iguales por Tecpetrol y la Fiduciaria Neuquina. Los fondos los administró la Unidad Ejecutora Provincial, que depende de la secretaría de Cultura, Inclusión y Gestión Comunitaria del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres. 

La tipología de la construcción es con paneles de madera y ocupa una superficie de 54 metros cuadrados en los que se reparten los dos dormitorios, la cocina comedor y el baño. Se incluyó la estufa económica, la cocina, el termotanque eléctrico, la mesada con bajomesada. Las ventanas tienen vidrios dobles lo que permite mayor aislamiento para el viento y el frío.  

En la ceremonia de entrega de llaves que se hizo el 7 de abril, el gobernador Rolando Figueroa estuvo acompañado por Fernando Wircaleo, presidente de la comisión de Fomento, más la ministra de Desarrollo Humano, Gobiernos locales y Mujeres, Julieta Corroza; el ministro de Trabajo y Desarrollo Laboral, Lucas Castelli y el presidente de Corfone, Jorge Lara.  

El último registro de un sismo  


Una de las medidas adoptadas por el gobierno provincial ante la recurrencia de los movimientos telúricos fue enviar un informe semanal, para que la población conozca acerca de los eventos. En este caso, es el Ministerio de Energía y Recursos Naturales, el encargado de publicarlo cada siete días.  

La rajadura en el comedor de Carlos Pérez y su esposa Noemí, que viven en Sauzal desde hace siete años. Foto Matías Subat.

El último relevó la semana comprendida entre el 15 al 21 de abril, detalló que “no se reportaron sismos en la página de Instituto Nacional de Prevención Sísmica”.  

Sin embargo, ayer el InPres informó que a las 14:32 hubo un movimiento de 2,8 de magnitud y a una profundidad de 10 kilómetros, con epicentro a 88 kilómetros al noroeste de Neuquén y a 57 kilómetros al noreste de Cutral Co.

La provincia de Neuquén se encuentra en dos zonas denominadas: Zona 1 (Este) y Zona 2 (Oeste) en el mapa de Zonificación Sísmica de la República Argentina. Ambas son consideradas de peligrosidad reducida a moderada.  

Este tipo de informes se comenzaron a realizar ante los sismos que registró Sauzal Bonito. Desde el gobierno provincial se aplica este plan de trabajo para monitorear la actividad junto a otros organismos como la Universidad Nacional del Comahue; el INTA, el Servicio Geológico Minero Argentino, y el propio InPres.  


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