Ya rige el boleto de 200 pesos en Bariloche y se vienen otros aumentos

Es tarifa plana para todas las líneas del transporte urbano, excepto cerro Catedral y Aeropuerto. La autorización de ajuste tarifario tiene dos subas más en los primeros meses de 2024.

Los usuarios del transporte urbano de Bariloche comenzaron a sufrir desde hoy un recorte más acelerado en su saldo de la tarjeta SUBE, porque el sistema ya aplica desde hace algunas horas la nueva tarifa plana de 200 pesos, que en lo formal estaba vigente desde el último viernes, pero dependía de un ajuste en el software de cobro.

El nuevo valor representa un aumento del 26,5% respecto de la tarifa que estuvo vigente desde junio pasado, pero durará menos de un mes. El intendente Gustavo Gennuso ya dispuso por resolución que el boleto de colectivo en Bariloche pase a costar 270 pesos desde el 1 de enero y el 1 de febrero tendrá otro salto a 320 pesos.

Desde la empresa concesionaria Mi Bus ya hicieron saber que les resulta insuficiente, en razón de que la revisión tarifaria se puso en marcha sobre costos calculados a septiembre y quedaron desactualizados.

La tarifa arrancó 2023 en 115 pesos, de modo que cuando rija el aumento definitivo a 320 el incremento aplicado por Gennuso al transporte urbano en su último año de gestión habrá sido de 178%

Como ocurre siempre en cada ajuste de tarifas, el sistema SUBE tiene un retardo en la aplicación. Pero esta vez el plazo fue más corto. La vicejefa de Gabinete Gabriela Rosemberg había dicho que demorarían “entre 15 y 20 días”, pero los usuarios se vieron sorprendidos hoy con el nuevo valor, es decir con un atraso de menos de una semana.

El boleto de 200 pesos se aplica en todas las líneas urbanas, cualquiera sea el recorrido, incluso para los tramos más largos hasta Colonia Suiza y Llao Llao. Pero hay excepciones como la ruta a Catedral, que desde hoy cuesta 600 pesos (hasta ahora el boleto era de 510 pesos) y el tramo centro/aeropuerto, que tiene un boleto de 420 pesos.

El gerente de Mi Bus, Juan Pablo Follonier, dijo en relación con la tarifa que “es muy difícil manejarse con esta inflación” cuando el contrato prevé actualizaciones semestrales. El trámite de presentación del pedido más la evaluación, la audiencia pública, la aprobación posterior y la entrada en vigencia tarda entre 60 y 90 días, lo cual complica las cuentas de la firma.

En septiembre Mi Bus había solicitado una tarifa de 319,90 pesos y ese valor recién fue convalidado por el municipio para febrero próximo. Follonier reconoció que hace pocos días advirtieron que la tarifa “técnica” ya pasó a ser de 428 pesos y así lo hicieron saber a la comisión de transporte. Pero no lograron modificar el nuevo cuadro tarifario, que ya estaba en vías de aprobación. Para lograr otra revisión la concesionaria deberá esperar hasta marzo.

Mi Bus también se ve jaqueada por la demora de los subsidios que recibe de Nación y de la provincia, al punto de que el mes pasado volvió a demorar el pago de salarios de los trabajadores y el gremio UTA dispuso un paro que dejó varios días sin colectivos a toda la ciudad.

El intendente Gustavo Gennuso reconoció que el transporte enfrenta una situación crítica, “con un déficit cada vez más grande” y justificó a la empresa en el atraso con los sueldos. Admitió que tal vez podría autofinanciarse con recursos propios, a la espera de cobrar luego el subsidio (como hizo muchas veces el municipio con sus empleados) pero “si no presionan ahí, el gobierno nacional no paga y se hace una bola muy larga”.


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