Neuquén se quedó sin cupo femenino en los loteos y tampoco títulos de copropiedad

Casi un año en comisión demoró la iniciativa de que figure la mujer (no casada) como cotitular en los nuevos terrenos que se entregan en la ciudad.

“Vamos muchaches, hagámonos cargo de lo que nos pasa”, bregó la concejal (LdS) Cecilia Maletti en un intento de convencer a los concejales de que aprobaran una ordenanza para facilitar el acceso de las mujeres a la titularidad de los terrenos y viviendas entregadas en Neuquén, en el caso de las parejas no casadas.

Pero la arenga no logró conmover al recinto y la iniciativa, que era del Frente de Todos, sólo obtuvo 6 votos.

El proyecto entró al Concejo en 2019 y desde entonces se trabaja para desbloquear los obstáculos que tienen las mujeres solas a cargo de la familia o sin vínculos legales con su pareja para ser dueñas de terrenos sociales.

Específicamente se buscó que el lote o la vivienda se entregue a nombre de ambos convivientes.

Y que en el caso de los desarrollos de viviendas o loteos a través del municipio, se fije un cupo de un 30% para los hogares sostenidos por mujeres con pareja ausente, y un 5% para víctimas de violencia de género.

Con la política de promoción de terrenos, la creación del Instituto Municipal de la Vivienda y los anuncios de entregas de lotes que treparían a unos 8.000 unidades en los próximos años en Neuquén, las concejala Ana Servidio (PJ) y las ediles de los otros bloques, buscaron re impulsar la iniciativa en stand by desde el año pasado.

Un primer despacho había llegado al recinto y fue devuelto a comisión en octubre de 2020, para incluir nuevos aportes. Con el rechazo en la última sesión, por dos años no se podrá volver a discutir el tema, aunque la composición del Deliberante cambie, con la renovación parcial de las bancas.

Se buscaba que en los próximos terrenos sociales o loteos diagramados (por el municipio, mutuales o cooperativas) se contemple la realidad de muchas mujeres en Neuquén que pierden el terreno porque el lote (logrado en pareja) se consigna a nombre del integrante de la pareja con mayores ingresos en el recibo de sueldo, que suele ser el hombre.

O son solas y sostén de familia, con menores chances de acceder a un puntaje en los registros públicos que le permita acceder a un lote o una vivienda social.

En el caso de las mujeres víctimas de violencia de género, la falta de acceso a una vivienda o un trabajo son parte de los obstáculos para salir del círculo de golpes, violaciones y maltratos cuando comparten el hogar con un violento.

Es lo mismo para los loteos o entregas que hagan las cooperativas o mutuales: siempre se pone el terreno o la casa a nombre de la persona que tiene el recibo de sueldo; y se deja afuera a la esposa o pareja porque se dedican a las tareas informales del cuidado de la casa”, insistió Servidio en busca de revertir la opinión negativa de los dos bloques mayoritarios: el MPN y Cambiemos.

Dieron el sí el bloque del FIT (César Parra y Natalia Hormazábal) Maletti, Servidio, la concejal de la Democracia Cristiana, Nadia Márquez y el concejal José Luis Artaza, de NCN en Cambiemos.

“El despacho tiene estado parlamentario y fue presentado antes de que comenzaran a informar de la entrega de lotes con servicios; con esto la municipalidad ha evitado ir cumpliendo con los porcentajes de género en el acceso a la vivienda en todo lo que es el desarrollo de la urbanización de la meseta”, se quejó Servidio.

El MPN objetó disidencias con la redacción del proyecto, y Servidio interpeló que en 6 meses no aportaron agregados.

Argumentos del oficialismo

El bloque del MPN explicó que estaba de acuerdo con el espíritu del proyecto, pero la discrepancia en la redacción de la iniciativa, les impidió levantar la mano con el voto favorable, según explicó el presidente del bloque, Atilio Sguazzini.

Del bloque Cambiemos, sólo aprobó el edil José Luis Artaza, mientras que la concejal Nadia Márquez (DC) aprobó en general e indicó que plantearía diferencias en el tratamiento punto por punto.

No hubo mujeres del emepenismo o de Cambiemos que argumentaran su voto negativo. “Compartimos mucho de lo que se expresa, como espacio político hemos construido mucho en cuanto al acceso a los terreno y no pudimos construir consensos” para avalar el proyecto de cotitularidad, dijo Sguazzini.

Específicamente las objeciones guardaban relación respecto a los cupos, por entender que la discusión sobre las soluciones habitacionales, el concepto que se busca priorizar es el de “la vulnerabilidad social, no son cupos, tiene que ver con la composición del grupo etario y el medio socioeconómico”, insistió. Para Maletti, la postura “niega la feminización de la pobreza, que es una realidad y existe; el acceso a la vivienda y el trabajo podría comenzar a saldar que no se sigan produciendo situaciones de desigualdad y violencia”, reafirmó la concejal.


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