Las dos caras de la separación de la basura en Neuquén

Mientras la cooperativa que se había armado apara trabajar en el Complejo Ambiental se disolvió, más de una decena de personas intentan, a los codazos, rescatar algo de los residuos que arroja el camión recolector.

Mauro Pérez.-

Mientras la planta separadora está inactiva y sólo opera con empleados municipales a la espera de que se conforme la cooperativa de trabajo, la separación de los residuos la realizan un centenar de personas que a los codazos se hace de un lugar ante cada camionada de basura que ingresa al Complejo Ambiental Neuquén (CAN).

Ante cada camión recolector que deja los residuos en el campo del CAN, una marea de hombres, mujeres y adolescentes se abalanzan en los costados y pocos espacios libres del camión en procura del mejor lugar para lograr el botín: la separación en destino de la basura la siguen realizando los recolectores informales que viven en la meseta.

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A los costados de los camiones, y en montículos ya preparados, permanecían con sus carros y caballos los que se llevaban cartones y otros materiales para vender, mujeres, hombres y niños con pilas de restos orgánicos para los chanchos y animales de granja y hasta los que buscan colchones viejos y ropa para relleno de material de abrigo.

Algunos grupos prendían fuego y comían algo a la espera de un nuevo camión.

La mayoría conoce de la planta separadora que funciona en el predio del complejo, pero mientras algunas personas aseguraron que esperaban que se reactive la separadora para la experiencia que resultó trunca cuando se disolvió la cooperativa de trabajo en el verano otros son totalmente desconfiados de la ganancia que puedan tener: sostienen que ganan menos y que el producido “se los quedan unos y no hay para todos”. “En esto cada uno tiene que ponerse a trabajar igual que los otros y no creo que se logre eso, mejor solo”, sostuvo uno de los escépticos.

De banco y bajo techo, empleados municipales enfardan los residuos.
Mauro Pérez.-

Los que integraron la antigua cooperativa demostraron ignorancia del proceso de captación de interesados que fue anunciado desde la Municipalidad. “Si esto arranca otra vez, nos gustaría volver: somos 13 los que quedaron afuera por un problema entre un yerno y un suegro; pero el resto seguía”, dijo.

Agregó que “si toman otra cooperativa va a ser para quilombo, porque nosotros nos fuimos porque se terminó el contrato; pero acá tiene que entrar la gente que está en el barrio y nos tuvimos que volver acá ; ahí pagaban poco, pero había: estábamos mejor”, sostuvo uno de los ex integrantes de la cooperativa.

Según explicaron las autoridades municipales, se separa un 15 por ciento de los residuos que llegan, y en la planta se está utilizando lo que generan los grandes, pequeños y medianos generadores.

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“Esto es un proceso progresivo”, dijo la subsecretaria de Medio Ambiente, Silvia Gutiérrez, quien especificó que “con empleados municipales se está realizando un enfardado de material mientras la cooperativa Las Emprendedoras se hace cargo”, destacó.

Indicó que la nueva entidad está integrada por unas 50 personas “con prioridad para tomar a la gente de La Colonia que ya trabaja en el basural y que quieran sumarse a la formalidad; porque esto tiene que ser a través del monotributo social”, aclaró.

Las autoridades destacaron que el mayor valor del complejo ambienta son las cavas con impermeabilización exigida por la ley, lo que consigue un predio donde nos se produce la quema a cielo abierto; y se genera -de las cavas tapadas- el biogas (en un equivalente a 700 litros de gasoil por día) que sirve para generar la iluminación de la planta.

A los codazos se pelean por lo que arroja el camión de residuos.


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