“No me gustaría que se vote a los 16”
En los primeros días de septiembre en esta sección apareció una carta en la que se expresaban argumentos negativos acerca del voto a los 16 años y, aunque soy adolescente, coincido plenamente con el autor de la misma. Según mi opinión, niños y jóvenes indudablemente son el tesoro de una nación. Sin embargo, en la Argentina la pérdida de valores, la falta de límites y la decadente educación a la que asistimos día a día han producido una generación que a los 16 años no está formada para decidir el destino de un país. Por supuesto que, como en toda regla, hay excepciones. Pero veamos lo que se observa a diario: muchos adolescentes son prisioneros de la droga; otros, con una deplorable forma de hablar y de escribir, sin mencionar la falta de respeto por el otro. De este derrumbe hay responsables. En documentales se muestra, por ejemplo, cómo se pelean, insultan y golpean a la salida de un boliche o actos delictivos realizados por quienes piensan que, por la edad, no pueden ir presos. ¿Ellos decidirán el futuro del país? Que no se nos adule más con el fin de lograr un objetivo. Sí creo que con una educación de excelencia, límites y valores podríamos hacerlo y sorprender a muchos y a la larga lo agradeceremos, porque caminaremos por la vida sintiéndonos amados y cuidados. No me gustaría que se vote a los 16 así sea optativo, por lo expuesto y porque considero que la adolescencia tiene su tiempo para madurar y debe ser respetado, ya que es un derecho. P/alumnos de 3º año B, turno tarde, del CPEM Nº 50, Prof. Silvia Rodríguez, DNI 16.636.730 – Centenario
P/alumnos de 3º año B, turno tarde, del CPEM Nº 50, Prof. Silvia Rodríguez, DNI 16.636.730 – Centenario
Comentarios