Nonnenmacher desplegó todo su talento

Arrasó a sus rivales en el autódromo roquense. Está cada vez más firme al frente del certamen anual

El huerguense Alberto Pérez Nonnenmacher parece asemejarse mucho a los buenos vinos. Cuando más añejo, mejor. El popular «Cabezón» desplegó una vez más toda su jerarquía a la hora de manejar y ratificó que es un piloto de otra dimensión. Volvió a dar cátedra en el autódromo roquense, donde casi no sufrió complicaciones para quedarse con una impecable victoria en la quinta fecha del certamen anual del Gran Turismo Patagónico y le apunta derecho al título.

En una prueba complicada por varios incidentes, de esos muy polémicos, Pérez Nonnenmacher y su Ford Falcon exhibieron una tremenda contundencia, que le permitió lograr su tercera victoria en el certamen y darle lustre a su chapa de principal candidato al título.

Casi fue un paseo el de Nonnenmacher, quien empezó a edificar la victoria el pasado sábado cuando mandó en la clasificación y ratificó su potencial, por más que se queje por el lastre de su auto, ganando la serie más rápida.

En la final, todo lo definió en la largada. Aceleró un par de vueltas y se escapó del resto. Ni siquiera lo complicó el ingreso del auto de seguridad por el despiste de Santiago Guerrero, cuando transitaban la cuarta vuelta (Ver aparte).

La mayor complicación de Nonnenmacher la tuvo por culpa ajena. Y fue de los banderilleros que no marcaron que había aceite y en la recta que está atrás de los boxes, hizo un trompo y medio. También se la comieron Carlos Ochoa y Ricardo Della Chá, quienes se desesperaban para no perderle el tren.

Con la suerte del campeón, tal vez, a Nonnenmacher no se le paró el auto. Perdió la punta por veinte metros. La heredó Rubén Marcel, pero se movió a la salida de los mixtos y el huerguense otra vez puso las cosas en su lugar.

Todo esto deja en claro que la final defraudó. Si bien es cierto que había pocos pilotos capaces de complicar a Nonnenmacher, ninguno estuvo a la altura de las circunstancias.

Ausentes Raúl Favre y Javier Moreiro, el campeón Lorca asomaba como el principal rival para Nonnenmacher.

El reginense eompió el motor de su Chevrolet en la vuelta previa de su serie y largó último la final. Apenas pudo sumar unos puntos por su octavo puesto, demasiado poco para quién tiene la intención de retener el título.

La prueba tuvo un desarrollo tan loco que aparecieron otros protagonistas, no habituados a pelear arriba. Santiago Scalesi venía haciendo una carrera bárbara hasta que Ricardo O. Alzueta le pegó sin necesidad. No solo arruinó a su rival, sino que se perjudicó él, porque lo excluyeron con bandera negra, que no respetó.

Carlos Vélez estuvo impecable y terminó segundo. Otro que anduvo bárbaro fue Juan C. Picca, quien se ubicó tercero. Y también se destacó el cuarto Domingo Cuello, mientras que llegó quinto Ochoa.

Nonnenmacher arrasó en el autódromo roquense. Está cada vez más firme al tope de un certamen del Gran Turismo Patagónico que lo tiene como protagonista excluyente.

Dispone de un auto muy competitivo, que le entrega «Tito» Etchegaray -ayer hizo «uno-dos»-, pero también cuenta con mucho talento, lo que le permite marcar la diferencia en una categoría que siempre genera interés, por más que esta vez la prueba fuera aburrida por el abrumador dominio del «Cabezón».

Alzueta recibió la bandera negra y siguió

No vio la bandera negra, que le marcaba su exclusión, o no la quiso ver. Lo concreto es que el viedmense Ricardo Oscar Alzueta cometió una grave infracción en la quinta final del certamen anual del Gran Turismo Patagónico y tendrá que pasar por el Tribunal de Penalidades de la Federación Once.

Alzueta recibió la bandera negra después de pegarle de atrás a la salida de la ex «curva de la torre» al también viedmense Santiago Scalesi, cuando éste marchaba en segunda posición.

En ese lugar se transita a gran velocidad y Scalesi, quien recibió el golpe de atrás, salió disparado contra el talud de contención. Impactó muy fuerte, destrozando buena parte de su Ford Falcon.

De inmediato partió la orden de bandera negra por parte de las autoridades deportivas, que Alzueta hizo caso omiso. Allegados al experimentado piloto comentaron que no vio la señalización, aunque en realidad los encargados del contralor de la prueba le mostraron el cartel y la citada bandera durante seis vueltas.

Más allá de las explicaciones, una actitud injustificable de Alzueta, quien hasta se arriesga a recibir una sanción que puede ser mayor a la de una simple exclusión de la prueba.

Allegados a Scalesi quisieron hacer justicia por su cuenta en la zona de boxes, pero la rápida acción de otros integrantes del equipo evitaron problemas mayores, incluso Alzueta se pudo retirar sin problemas.

Más trabajo para el Tribunal de Penalidades de la Federación Once, que parece no tener descanso. Es más, quizás hasta debería revisar algunos casos de pilotos que se vieron involucrados en maniobras polémicas en las últimas pruebas. Por la salud de la categoría, como también de la monomarca Gol y del automovilismo en general.

Voces: «Era clave poder ganar esta prueba»

Esforzándose para no dejar escapar alguna lágrima, a pesar de su experiencia al huerguense Alberto Pérez Nonnenmacher ganar le pega fuerte. Es que sabe que es el rival a vencer en el Gran Turismo Patagónico y quiere quedarse con el título. «Era clave poder ganar esta prueba en Roca, en especial porque habíamos estado complicados en Bahía Blanca. Por suerte, se dio. Sacamos una buena ventaja, pero todavía falta mucho», comentó el popular «Cabezón» minutos antes de subir por tercera vez en el certamen a lo más alto del podio.

«Estoy con bronca por el tema del lastre. A nuestro auto le duele mucho los kilos. Me parece que por la relación de peso y potencia este sistema es injusto», disparó Pérez Nonnenmacher.

Y recordó que «en clasificación me jugué la vida para hacer el tiempo y en la serie anduve a fondo siempre, para estar un segundo y medio más lento que cuando no teníamos lastre».

De la prueba, reconoció que «se dieron muchas cosas a nuestro favor, tenía la carrera controlada y se logró un triunfo que es muy importante, si bien aún quedan muchos puntos en juego para pensar en el título».

El huerguense señaló que «me hubiera gustado que (Rodolfo) Lorca no tuviera problemas, por el espectáculo. Nos podríamos haber medido mano a mano en pista. Pero así son los «fierros» y las carreras. Esta vez, nos salió todo redondo y festejamos otra vez».

En relación con lo que se viene, Nonnenmacher comentó que «vamos a tener que trabajar un poco más para la que viene, porque no podemos descuidarnos».

No pasó de un susto y algunos golpes

Momentos de tensión se vivieron cuando promediaba la cuarta vuelta de la final del Gran Turismo Patagónico y en la zona de la horquilla se le desprendió una rueda al Chevrolet del neuquino Santiago Guerrero. De inmediato, los aficionados comenzaron a hacer señas y los auxiliares de pista pedían a gritos una ambulancia, ya que había un joven herido (foto).

Superado el nerviosismo, se supo que la goma impactó en un niño, de diez años, que estaba detrás de la alambrada.

Fue trasladado al hospital local para su mejor atención y anoche ya estaba en su casa. El presidente de la AVGR, Jorge Martínez, se encargó de acercarse para interiorizarse sobre la salud de pequeño aficionado y comentó que «sólo sufrió golpes en una de sus clavículas».


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