Nora, la mujer de Fernández Oro que montó una verdulería con el IFE

Solicitó la ayuda de 10 mil pesos y decidió invertirlos en mercadería para venderla en su vivienda del barrio Costa Linda.

Norita tiene 25 años, es de Fernández Oro y desde los 12 trabaja para poder ganarse su dinero. El contexto del aislamiento obligatorio la llevó a solicitar el bono de 10 mil pesos de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que el Gobierno otorga a las personas con trabajo informal o monotributistas y decidió invertirlo para montar una verdulería en su vivienda del barrio Costa Linda. 

El miedo por arriesgarse a empezar un proyecto en un momento de crisis económica siempre estuvo presente, pero el último empujón lo terminó recibiendo con el apoyo de su madre. 

Lo primero que hizo fue comprar unas tres bolsas de mercadería. Después con cosas que tenía en su casa diseñó un cartel para avisar lo que vendía. Acomodó unos cuantos cajones, distribuyó las verduras y comenzó con su emprendimiento.

“Al principio no tuve muchas ventas, pero con el pasar de los días se fue corriendo la voz en el barrio y llegaron más clientes”, contó la mujer. Sin embargo, confesó que, a pesar de desanimarse, “nunca dejé de esforzarme y levantarme con ganas todas las mañanas” para volver a abrir.

La frase motivadora de Nora: «Lo único imposible es aquello que no intentas».

La joven contó que en los tiempos difíciles siempre buscó las formas de salir adelante. “Mi mamá es un sostén fundamental en todas mis luchas”, comentó. También confesó que otros de sus motores son su pareja y su hijo de 5 años.

“Iniciar esto y todo lo que hago es por mi hijo, para mi la felicidad es con compartir las pequeñas cosas con él”, dijo entre lágrimas.

En un sector del puesto, se encuentra una pizarra improvisada que exhibe la frase “lo único imposible es aquello que no intentas”. Para Norita el mensaje se transformó en un hecho, y busca contagiar a otros con su espíritu emprendedor.

“La gente debe entender que algunas veces es difícil convencernos si no lo intentamos, pero hay que poner ganas y pensar que sí se puede lograr un cambio en nuestras vidas”, explicó.

Uno de los efectos de la cuarentena fue el aumento de las necesidades económicas y los cambios en la forma de ganarse la vida de varios sectores de la población.

“Siempre que puedo trato de ayudar a los que se acercan a comprar y no les alcanza, por más que esté con lo justo, lo hago porque estuve en esa situación y se lo difícil que se vuelve”, relató la emprendedora. 

El poder haber logrado armar su verdulería le genera felicidad y la entusiasma a ir por más objetivos. “Mi anhelo a futuro es poder crecer con mi negocio, que mi familia trabaje conmigo y poder arreglar mi casita”, expresó.

Más de 80 mil personas se postularon para recibir el bono en Río Negro

La ayuda social generó un respiro para muchas familias que por el aislamiento obligatorio vieron afectada su economía.

Desde Anses se aceptaron alrededor de 80 mil rionegrinos para recibir el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Se trata de trabajadores informales, de casas particulares y pequeños monotributistas. Según indica el padrón de inscritos, el 90 por ciento son trabajadores que no figuran en registros laborales oficiales. 

Durante abril el bono de Nación por el marco de emergencia sanitaria representó ingresos en la provincia de 1200 millones de pesos. También, otros casi 31 mil rionegrinos ingresaron al programa porque cobran AUH y cumplen así con los requisitos.


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