Opinión: Entre millones, caprichos, lobby mediáticos y hartazgo

Desde el origen de la noticia sobre el famoso ‘‘burofax’’, en la que un medio argentino (TyC) le informó al mundo que en España un jugador le había avisado a su club que se iba, en los últimos diez días asistimos a una sucesión de hechos que constituyen un gran papelón.

Fuimos espectadores obligados de una negociación donde los rumores ganaron la escena y los millones decidieron el destino del mejor jugador del mundo y uno de los mejores de la historia.

El futbolista no se podía ir si nadie ponía los 700 millones de euros. Y nadie los iba a pagar.

En el medio, el título del ‘‘campeonato Mundial de Tiro al Pichón’’ quedó vacante. Se dijeron un montón de cosas, desde lo que terminó pasando hasta las teorías conspirativas más disparatadas.

Pero la verdad de esta trama la saben solo los protagonistas, más allá de lo que Messi dijo o no en la entrevista que le dio a un medio español. Ayer hubo una sensación general: ‘‘por fin se terminó esta historieta’’.


Desde el origen de la noticia sobre el famoso ‘‘burofax’’, en la que un medio argentino (TyC) le informó al mundo que en España un jugador le había avisado a su club que se iba, en los últimos diez días asistimos a una sucesión de hechos que constituyen un gran papelón.

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