OPINION: La franquezade La Volpe

Entre tantas dudas, expectativas y suspicacias, la única certeza que se eleva a la superficie es que a nadie le gustaría estar en los zapatos de Ricardo La Volpe.

Los tres meses que llevan de convivencia el 'Bigotón' y el club más popular de la Argentina fueron realmente desgastantes.

Casi un martirio que estuvo cerca de la gloria, en Córdoba y La Bombonera, pero se desmoronó en un pestañeo. Porque, aunque Boca de su tercera vuelta olímpica al hilo, la 'cabeza' de La Volpe siempre estará en peligro.

Nunca lo confesó, pero sabía que sentarse en el banco dé Boca es una odisea, un operativo de supervivencia del que salen ilesos muy pocos. Para colmo, y además de tener que habitar en una especie de reality show, se topó con la titánica tarea de suceder a un 'Coco' Basile que ganó todo lo que jugó.

Queda al desnudo por qué La Volpe tuvo tanta prudencia antes de aceptar el cargo. Sus titubeos estaban bien fundados. En Boca hay que andar de traje antiflama.

Lejos de lo que suceda mañana, y sin dejar de enaltecer las campañas de equipos como Estudiantes, Lanús y Gimnasia de Jujuy, y la transparencia de otros como Lanús, Arsenal, Belgrano y Argentinos, este Apertura, el torneo más vergonzoso de la historia del fútbol local, tuvo en Ricardo La Volpe a uno de sus personajes más 'potables'.

'Bigotón' no apeló a los reclamos lacrimógenos de estilo 'passarelliano', no amenazó con aferrarse a un cargo si el fracaso se le adhería a la dermis (estilo Ruggeri), ni culpó a sus jugadores por no poner lo que hay que poner, como hizo cierta vez 'Mostaza' Merlo. Tampoco hizo demagogia en las victorias y vomitó excusas en las derrotas.

Posiblemente termine preso de sus dichos, y deba irse por la puerta de servicio. Más allá de sus errores tácticos, La Volpe fue franco, tanto cuando declaró que si no se salía campeón sería historia, como cuando dio la cara y lo confirmó. Ah, fue el único que reconoció que Boca subestimó a Lanús (y a Belgrano) y armó fiesta anticipada.