Acuerdo con el FMI: juntos en el pago

Dario Tropeano

* Abogado. Docente de la Facultad de Economía UNco

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Se deja pasar un hecho que va a determinar la vida de la absoluta mayoría de los argentinos, incluidos vastos sectores de la clase media


Finalmente se anunció el acuerdo de renegociación y pago con el FMI. Desde estas páginas nos hemos referido extensamente al tema desde 2016. Abordaremos entonces el crédito más alto dado por el organismo a un país en toda su historia. Digamos, en realidad, que es más dinero que el otorgado en los años 2018/9 a todos los países que integran el FMI. Los números indicaban que cuando nos prestaron 57.000 millones de dólares ( se desembolsaron 44.000), el país estaba en cesación de pagos, sin reservas para atender a los especuladores financieros que entraron en el 2016 y -algunos de ellos- huyeron despavoridos llevándose sus dólares y las ganancias en el corto tiempo obtenido (2016-2019).

Se trató de la estafa más grande de la historia al pueblo argentino (en estas páginas 30/12/21 “FMI : la mayor estafa de la historia”). Al momento de la lectura de esta nota casi no se comenta en los grandes medios de comunicación el acuerdo con el FMI como si fuese una noticia de la misma trascendencia del partido que la Argentina le ganó a Chile por las eliminatorias al mundial de Qatar .

Así se construye la agenda mediática más poderosa y se deja pasar un hecho que va a determinar la vida de la absoluta mayoría de los argentinos, incluidos vastos sectores de la clase media que a través de los viajes y el consumo de ciertos bienes se identifican como integrantes de la misma.

La novedad del acuerdo que expresara en sus anuncios el Presidente de la Nación es que -en principio- el FMI no exigirá, como lo hace habitualmente, reforma de las leyes laborales, de las jubilaciones o privatizaciones de empresas públicas. Es cierto que sería una novedad dado que se trata de exigencias propias de sus históricos planes de ajuste y buscan excedentes de dólares para el pago y modificaciones económicas de los países que los adoptan.

Sin embargo, el acuerdo exige tasas de interés reales positivas lo cual va afectar el costo de los créditos a los consumidores y a las empresas, como así también tendrá un eventual impacto sobre la inflación. De esta forma se busca robustecer el mercado de capitales local que servirá para que se financien el Estado y los particulares.

Por otro lado, hay un compromisos de achicar la brecha entre el dólar blue y el oficial (hoy superior al 100% ) al 30%, lo cual necesariamente llevará a que el Gobierno promueva pequeñas devaluaciones periódicas del oficial.

Se establecen metas fiscales con una escala de reducción del déficit que comienza este año y se extiende hasta llegar prácticamente a 0%, a pesar de que el Presidente no quiera admitirlo. Y ese ajuste comienza en 2022 y se prolonga varios años. La política monetaria (emisión) y fiscal (impuestos y reducción de subsidios) va a impactar en las clases medias porque de esta forma se busca ajustar el gasto y contar con disponibilidades de dólares para pagar.

Ello va a limitar la política de ingresos salariales y jubilatorios, dejando escaso margen para abordar importantes proyectos de infraestructura y obra pública.

Los últimos números del ajusto fueron acordados durante enero, esto es después de que la oposición política rechazara el presupuesto en el Congreso, el cual no los preveía. Se supone que ahora, acordados con el FMI los nuevos números del ajuste, la oposición aprobará el presupuesto.

Recordemos que 2020 renegociamos la deuda con los acreedores privados, que tomamos también en 2016/2019 y se halla pendiente la deuda que explotó en 2001.

Esta es nuestra historia; nos esperan varios años de ajuste, limitaciones de crecimiento y control trimestral del FMI, siendo este acuerdo de muy difícil cumplimiento para el país, lo cual augura periódicas renegociaciones y condicionamientos.

Alguna vez vamos a tener que llevar a los Tribunales el análisis jurídico de este tipo de préstamos de carácter ilegal, porque se ha otorgado violando incluso normas del FMI. Pero para eso falta: nos falta ser soberanos, y eso queda para pocos países en el mundo.

El dinero que entró de los especuladores privados internacionales y del FMI… ¿alguno de ustedes sabe dónde fue?

Paguemos juntos entonces, paguemos hacia adelante; una vez más .

* Abogado y docente UNCo.


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