El recorte del gas ruso a Europa

ASSOCIATED PRESS (AP)


Los nuevos recortes afectaron a países que son grandes economías y consumen mucho gas natural ruso. Alemania depende de Rusia para el 35% de sus importaciones de gas, Italia del 40%.


Lo que hace transpirar a los líderes y empresarios europeos no es una ola de calor. Es el temor a que la manipulación rusa de los suministros de gas natural provoque una crisis política y económica el próximo invierno. O, en el peor de los casos, incluso antes.

Rusia redujo la semana pasada los suministros de gas a cinco países de la Unión Europea, incluida Alemania, la economía más grande del bloque de 27 países y que depende mucho del gas de Moscú para generar electricidad y mantener su industria en marcha.

La gigante energética estatal rusa Gazprom ha cortado un 60% del suministro del gasoducto Nord Stream 1, el ducto de gas natural más grande de Europa y que pasa por el Mar Báltico, de Rusia a Alemania. Italia ha visto su suministro reducido a la mitad. Austria, República Checa y Eslovaquia también han visto reducciones.

A eso se suman los cortes a Polonia, Bulgaria, Dinamarca, Finlandia, Francia y Holanda en las últimas semanas. Esos cortes de suministro se vieron en un principio como menos problemáticos porque Polonia, por ejemplo, ya tenía planes de abandonar el gas ruso para final de año, mientras que otros tenían suministros alternativos.

Pero los nuevos recortes afectaron a países que son grandes economías y consumen mucho gas natural ruso. Alemania depende de Rusia para el 35% de sus importaciones de gas, Italia del 40%. Ahora mismo hay suministros suficientes para las necesidades actuales.

Europa intenta llenar sus almacenes subterráneos de gas de cara al invierno. En su ritmo habitual de trabajo, las compañías de distribución llenan las reservas en verano -cuando, con suerte, pueden comprar el gas más barato- y las van gastando en invierno cuando sube la demanda de calefacción. Las reducciones de suministro hacen que llenar las reservas sea más caro y difícil de conseguir.

Hay esfuerzos en marcha para conseguir más gas por gasoducto de Noruega y de Azerbaiyán, mientras que se espera que la aceleración de proyectos de conservación y energía renovable juegue un papel menor. Alemania, que no tiene terminales de gas natural licuado, ha encargado cuatro terminales flotantes, dos de las cuales deberían entrar en funcionamiento este año.

Pese al énfasis en energías renovables, la crisis está empujando a los países de vuelta a los combustibles fósiles. Alemania está impulsando legislación para reactivar centrales eléctricas de carbón como un parche temporal, pese a sus planes de abandonar el carbón por completo para 2030.

El gobierno holandés dijo que permitirá que las centrales eléctricas de carbón operen a plena capacidad para ahorrar gas natural que de otro modo se quemaría para producir electricidad.

Las terminales de gas natural licuado en países productores de energía como Estados Unidos y Qatar funcionan a plena capacidad, de modo que Europea compite con Asia por unos suministros limitados.


Comentarios